La importancia de la conectividad, por José Luis Bonifaz
La importancia de la conectividad, por José Luis Bonifaz

La de transporte y de comunicación es un determinante importante de la productividad de las personas, sobre todo en el ámbito rural. Por un lado, los gobiernos locales se enfrentan al mayor costo por persona de servir a una población dispersa y, por otro, a su reducida capacidad para llegar al Gobierno Central, lo que hace difícil que logren darle vuelta a su destino.

El costo del intercambio en el sector rural es afectado por la regularidad del transporte, pero también por los huaicos en la sierra y las lluvias en la selva. Asimismo, la disponibilidad de los medios modernos de comunicación tiene un efecto importante sobre el costo, la velocidad y el volumen de contacto entre las personas, multiplicando las posibilidades para el intercambio que requieren la actividad productiva y el bienestar familiar.

Por eso, la política de acceso universal expresada en la Ley 28900 ha determinado que el Fondo de Inversión en Telecomunicaciones (Fitel) elabore proyectos de inversión para proveer telecomunicaciones a las áreas rurales. Así, a través de Pro Inversión, ha otorgado en concesión la Red Dorsal Nacional de Fibra Óptica que entró en operación en junio del 2016. Asimismo, en marzo del 2015 adjudicó la buena pro de los proyectos de banda ancha en las regiones de Apurímac, Ayacucho, Huancavelica y Lambayeque, que entraron en operación en julio del 2016. Luego, en diciembre del 2015, se adjudicó la buena pro en las regiones de Tumbes, Piura, Cajamarca y Cusco, los cuales se encuentran en etapa de construcción de redes. 

Recientemente, el Fitel completó el financiamiento para la banda ancha en Junín, Puno, Amazonas, Ica y Lima. En el caso de Amazonas, Ica y Lima serán brindados a 586 localidades. Por su parte, en Junín y Puno dichos servicios serán brindados a 738 localidades. Si esto avanza, pronto tendremos banda ancha en todas las capitales de provincia y muchas localidades del país.

El beneficio directo se produce por el ahorro en recursos producto de la disminución del costo de las comunicaciones y es lo que se considera tradicionalmente como el efecto precio o sustitución. Este ahorro ocurre automáticamente luego de instalado el servicio y lo que hace es incrementar el ingreso real de los pobladores. Este mayor ingreso disponible se destina hacia alternativas de consumo que reporten mayores niveles de bienestar. 

Por su lado, el beneficio indirecto es el más importante debido a que permite la generación de mayores ingresos. La teoría económica ve los servicios de telecomunicaciones como una herramienta que aumenta la productividad de los factores de producción; mano de obra y capital. Por último, permiten a los pobladores crear nuevos mercados y aumentar el nivel de comercio interregional. Así, se facilita la comunicación entre los productores y comerciantes, y los distribuidores y proveedores. La receta, entonces, “combos” de carretera y comunicaciones (como mínimo) para incorporar al sector rural al desarrollo.