Carlos Casas Tragodara

El ya anunciado fenómeno del Niño Global pone otra vez bajo presión a nuestro aparato público acostumbrado a actuar más reactivamente que proactivamente. El tiempo en este caso vale más que oro, vale vidas. Recordemos que en el norte de nuestro país, ante el incremento considerable de las lluvias, son muchas las vidas que se pierden. A ello se suma la pérdida de infraestructura y los efectos económicos que van desde recesiones en las zonas afectadas hasta inflación inducida por el lado de la oferta al restringirse el abastecimiento de ciertos productos alimenticios.

Esta película la hemos enfrentado muchas veces en el país. Por ello ya debería existir un sistema de prevención de desastres efectivo. Dentro de los programas presupuestales tenemos el famoso programa 0068 denominado “reducción de la vulnerabilidad y atención de emergencias por desastres” el cual hasta hace unos días mostraba un 25% de ejecución en promedio con tasas elevadas como en el caso de Tumbes que llegaba al 35%. Sin embargo, estamos a fines del primer semestre y la cifra global debería estar al 50% de lo que se debería haber gastado. Esto nos brinda una imagen de cómo se desenvuelve el gasto hasta el momento.

El sentido de urgencia debe ser una de las características de las políticas públicas. Por lo que se ve de los estimados atmosféricos, tendríamos poco menos de 5 meses antes de la llegada de los primeros impactos fuertes del fenómeno de El Niño. Por ello debemos actuar rápido y bien. Hoy en día es más necesario que nunca.

Por ello, el anuncio del Programa de Intervenciones por S/. 1,446 millones es de suma importancia en esta coyuntura. Todos queremos que tenga éxito este programa para no repetir las escenas que siempre vemos cuando ocurren este tipo de fenómenos.

Es ante ello que se deben tomar en cuenta algunos elementos que aseguren no sólo que los recursos se ejecuten, sino que se realice de una manera eficiente en el menor tiempo posible. Todo suena a misión imposible dado los antecedentes con que contamos. Los ejecutores de las limpiezas y descolmatación (retiro de residuos del fondo de cauces o quebradas) estarán a cargo de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios y del Ministerio de Agricultura que no han mostrado mucha eficacia en la ejecución del gasto recientemente.

Para evitar este caso debemos realizar acciones complementarias entre las cuales podemos mencionar las siguientes:

  • Aprovechar economías de escala. El tener dos instituciones encargadas de realizar los trabajos mencionados va en el sentido de aprovechar compras en cantidad que pueden generar que se haga más con lo mismo. Sin embargo, creemos que debe haber asistencia técnica para ayudar en ese proceso. Personas que estuvieron en la fase de construcción de la infraestructura para los Juegos Panamericanos deberían ser incluidos -con sueldos competitivos- en el proceso. Ello ayudará a mejorar la eficacia de los esfuerzos. Creo que es tarde para crear una oficina especializada, pero deben ponerse todos los esfuerzos de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios y el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego en estas tareas. Crear equipos dedicados exclusivamente a esta tarea es importante.
  • La coordinación es importante. Dadas las capacidades de los Gobiernos Locales y Regionales, el gobierno nacional debe encargarse de la ejecución, pero aprovechando la información que puedan tener los gobiernos sub nacionales. Hay experiencias diferentes y puede involucrarse más a aquellos que han mostrado mejor comportamiento en la ejecución. La urgencia hace que los compartimentos estancos deben ser dejados de lado y todos sumar esfuerzos.
  • Con el fin de reducir los costos en vidas, también debe tomarse la decisión de reubicar poblaciones enteras que viven en las riberas de los ríos. Las obras que se llevarán a cabo ayudarán, pero a veces la naturaleza tiene tal fuerza que ninguna obra del hombre la puede detener. Por ello identificar estas zonas y buscar moverlas a zonas más seguras es una actividad paralela que debe realizarse. Esto es difícil pero debe explicarse el peligro inminente para convencer a las personas.
  • La compra de maquinaria ha sido repartida en 4 instituciones donde nuevamente el rol del Ministerio de Agricultura es importante junto con las fuerzas armadas a través del Ministerio de Defensa. Esto nos sugiere que pueda crearse un comando único donde coordinar las acciones. Involucrar a las fuerzas armadas puede dar un poco más de organicidad al esfuerzo. Sin embargo, el grueso del presupuesto global está asignado al MIDAGRI que debe ser asesorado y recibir apoyo de expertos en el grupo especializado que debe crear.
  • Por último, la transparencia del gasto es crucial. Siempre que se declaran emergencias lamentablemente se dan medidas apresuradas que no son eficientes y se da espacio para la corrupción. En este sentido contar con un proceso transparente que rinda cuentas a la población y donde la Contraloría General de la República debe jugar un rol crucial.

La tarea es retadora y estamos contra el tiempo. Algunos dirán que el dinero se ha dado tarde, pero puede ser una oportunidad única para mostrar que el Estado puede responder a las necesidades de la población. Si no lo hacemos bien se verán repetidas las lamentables imágenes que todos tenemos en la memoria y la actitud de los ciudadanos ante el Estado se seguirá deteriorando.

Carlos Casas Tragodara Profesor principal de Economía de la Universidad del Pacífico.