RICARDO SERRA FUERTES
La primera recomendación para el uso de una tarjeta de crédito es entender que ésta no consiste en una extensión de los ingresos. Si solicita o si acepta el ofrecimiento de una entidad financiera para tener una tarjeta de crédito, antes debe hacer un balance de sus ingresos y gastos; estos últimos no deben ser mayores que los primeros.
Y si esto no se cumple, se debe desterrar la idea de usar la tarjeta de crédito para hacer el calce. Cuántas veces hemos oído a alguien decir “tengo que usar la tarjeta de crédito porque mis ingresos no me alcanzan”. Este tipo de situación no es sostenible.
Por ejemplo, si los ingresos del mes son 100 y los gastos son 110, un mal usuario financiará esos 10 de diferencia con la tarjeta de crédito. Pero al mes siguiente sus ingresos serán igualmente 100 y sus gastos ya no serán 110, sino 110 más los intereses y gastos de la tarjeta de crédito por el uso del mes previo.
Así, una recomendación sana es usar la tarjeta de crédito solo si es que uno tiene la capacidad de ahorrar, o si tiene ingresos extraordinarios con los cuales pagar los gastos hechos con la tarjeta.
Para seguir con las recomendaciones es necesario definir previamente de qué tipo de consumidor se trata: uno ordenado o uno menos prolijo.
DOS ESCENARIOS
Si es una persona ordenada, puede obtener beneficios por usar la tarjeta, como por ejemplo, millas, vales de combustible por la acumulación de puntos, vales de compra en supermercados y descuentos en diversos establecimientos.
La idea es que el valor de los beneficios obtenidos no sea contrarrestado por los intereses que le cobrará el banco. Para ello, trate siempre de pagar el total de su deuda. Y para evitar el cobro de envío del estado de cuenta, solicite que éste se le haga por vía electrónica.
Para los clientes poco ordenados en sus finanzas, la recomendación es abstenerse de usar la tarjeta, pues es muy probable que pierda el control. Los intereses se le acumularán, y si el banco comete algún error usted no podrá identificarlo.
Guarde la tarjeta bajo 7 llaves y úsela solamente en caso de emergencias. Pero eso no basta. Revise periódicamente si tiene alguna deuda en aquella tarjeta, ya sea por cobros anuales (membresía) que usted haya olvidado o por consumos fraudulentos o errores de la institución financiera.