El alto índice de mortalidad que generan los accidentes de tránsito en Lima se ha convertido en un problema grave para la economía de la capital, según la fundación Transitemos. Esta reporta que el caos provocado por dicha actividad ocasiona 800 muertes al año.
“Además de las personas que fallecen, otras 28 mil quedan heridas o discapacitadas”, añade Paul Concha, director de la fundación. Ello deja pérdidas a la capital de nuestro país por S/.47 millones anuales, apunta.
Para enfrentar el problema, destaca Transitemos, se debe tomar en cuenta un aspecto fundamental: el 80% de la población en Lima y Callao viaja en transporte público y el servicio al que accede es deficiente.
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No es un problema de falta de buses, como uno tendería a pensar. Más bien es lo contrario: hay muchas más unidades de transporte que las necesarias y mal distribuidas. Aclara la fundación que solo se requieren 17 mil hoy; sin embargo, operan –mal– 35 mil, entre combis, coasters y buses.
Si a lo dicho se le suma que el 53% de los vehículos de transporte público tiene más de 20 años de antigüedad y que el 41% de estos son camionetas rurales, la fundación resalta que hay un sobreconsumo en combustible de S/.21 mil millones al año.
¿Qué hacer? José Luis Bonifaz, director de la Escuela de Gestión Pública de la Universidad del Pacífico (UP), refiere que se precisa la implementación de una autoridad autónoma de transporte que se solvente con recursos de las gerencias de transporte de Lima y Callao, y del MTC.