Recientemente la atención se ha centrado en las cifras de crecimiento en el país; sin embargo, poco se ha discutido sobre la dinámica de las regiones al interior del país.
Los resultados del segundo trimestre del 2019 muestran un leve repunte de la zona oriente, frente al lento avance de las zonas norte, centro y sur. Cabe mencionar que, dentro de esta última zona, destaca Tacna que lideró el crecimiento del país en este período.
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ORIENTE REPUNTA
En el segundo trimestre, la zona oriente del país presentó el mayor dinamismo (2,8%), revirtiendo así la caída de 1,2% experimentada durante el primer trimestre del año. Por un lado, Loreto creció 4,8% tras la normalización en la explotación de petróleo crudo, luego de la ruptura del oleoducto norperuano que paralizó las operaciones durante el primer trimestre.
Asimismo, la economía de Ucayali se incrementó 9,1%, y acumula ocho trimestres consecutivos de crecimiento. Este avance se debe al notable incremento en la producción de café (122%) y cacao (117%) ante las adecuadas condiciones climáticas para el desarrollo de estos cultivos. De este modo, Ucayali se posicionó como la segunda región que más contribuyó al avance del sector agropecuario del país en el segundo trimestre, solo detrás de Piura.
El repunte de la zona oriente incluye la fuerte caída de 8,1% de Madre de Dios, que registró el mayor retroceso en el plano nacional y acumula diez trimestres continuos de resultados negativos. La recesión en la región se debe a los menores volúmenes de producción de oro a raíz de las operaciones contra la minería ilegal. Así, la producción artesanal de oro se redujo a menos de la mitad, al pasar de 1,2 millones de gramos finos en enero del 2017 a 0,5 millones en junio de este año.
MENOR CRECIMIENTO
La zona sur del país presentó el crecimiento más bajo en el ámbito nacional (0,8%), a pesar del gran desempeño de Tacna (29,2%).
El avance de esta región fue impulsado por el crecimiento del sector minero (77,5%) ante el inicio de operaciones de la nueva planta concentradora en la unidad minera Toquepala, lo que incrementó su producción de cobre (81,9%) y molibdeno (94,4%). Así, sin considerar el notable avance de Tacna, las regiones del sur hubiesen registrado un retroceso de 1,6%.
El débil avance del sur se explica por la caída de Apurímac (-7,5%), Cusco (-3,2%), Arequipa (-1,6%) y Ayacucho (-0,8%). El retroceso de estas regiones se debe fundamentalmente al desempeño negativo del sector minería e hidrocarburos.
En Apurímac, la extracción de cobre –principal mineral de la región– se redujo en 15,3% a consecuencia del conflicto social suscitado en torno al proyecto minero Las Bambas, según el INEI.
Asimismo, en Cusco, la explotación de gas natural y líquidos de gas natural se redujo por las actividades de mantenimiento programadas en la planta de procesamiento de Camisea, así como por la presencia de oleajes anómalos en el puerto de embarque en Pisco.
Finalmente, en Arequipa y Moquegua, se redujo la producción de cobre (-8%), oro (-26%) y plata (-51%).En cuanto a la zona norte, su PBI solo creció 0,9% debido al fuerte declive del sector pesca (-21,8%) ante el retraso en el inicio de la temporada de anchoveta.
Este año, inició a finales de abril, mientras que el año pasado empezó la primera semana del mes. Asimismo, el 27 de junio, la extracción de anchoveta se suspendió por diez días debido a la alta presencia de ejemplares juveniles en el litoral norte-centro del país.
No obstante, esta caída fue contrarrestada por el avance de los sectores construcción (13,8%) y agropecuario (3%), que han mantenido una tendencia positiva durante los últimos ocho trimestres. Además, la producción hidrocarburífera creció debido al incremento de la explotación de petróleo crudo en 3,9%, con lo que alcanzó los 3 millones de barriles en el segundo trimestre del año.
LIMA MÁS GRIS
Tras haber crecido 4,6% el año pasado, Lima ha perdido el dinamismo en la primera mitad del 2019. Así, en el segundo trimestre del año, la región solo alcanzó un crecimiento de 1,4%, la tasa más baja de los últimos nueve años.
Este bajo desempeño se explica por la contracción de los sectores pesca (-38,9%) y manufactura (-7,5%) destinada a la elaboración de harina y aceite de pescado que habían impulsado su crecimiento el año pasado.
Por su parte, los sectores no primarios, comercio y telecomunicaciones fueron los que más contribuyeron al crecimiento de la región. Respecto al avance del sector comercio (3,4%), este se vio beneficiado por la mayor adquisición de maquinaria y equipo por el sector construcción, así como por las campañas del Día de la Madre y la Copa América 2019.
En tanto, el crecimiento de las telecomunicaciones (6,8%) responde a la mayor demanda de televisión por cable y líneas móviles de consumo controlado.
Al respecto, José Carlos Saavedra, socio del área de Estudios Económicos de Apoyo Consultoría, afirma que la dinámica de la capital se refleja en el deterioro del Índice de Confianza del Consumidor. Así, en Lima Metropolitana, el porcentaje de personas que señala tener dificultades para encontrar trabajo se ha incrementado a lo largo del segundo trimestre y en julio alcanzó su nivel máximo en diez años.
Esta percepción se mantendría dentro del terreno pesimista en el tercer trimestre del año. Saavedra sostiene que este deterioro ha sido más claro para los niveles socioeconómicos de menores ingresos (C, D y E), lo cual incidiría en el desempeño de las microempresas por las menores ventas hacia este grupo de consumidores.