Luis Eduardo Augusto está convencido de que su proyecto democratizará el arte en el país. Será bueno para los artistas que podrán tener un espacio para exponer sus trabajos y venderlos sin pagar una alta comisión –como pasa con las galerías– y también para el público que podrá elegir y pagar en línea por un cuadro o un objeto personalizado.
Darle un espacio a los artistas emergentes es el objetivo de Arte Manifiesto, una de las empresas ganadoras de la primera convocatoria del programa Startup Perú. Gracias a eso recibirá financiamiento por S/.137 mil para concretar su proyecto, que es pera estar listo en diciembre próximo.
Augusto destaca que lo más importante que han logrado en estos tres años, desde que nació la idea, ha sido consolidar una comunidad de artistas. Sin eso no podrían estar ya en esta etapa de desarrollo.
En la web de prueba artemanifiesto.com hay más de mil artistas de todo el país que han subido sus trabajos. “Queremos cambiar el esquema de solo ofrecer una obra a alto precio, sino que estas imágenes se pueden aplicar sobre muchos objetos: cases de teléfonos, almohadas, camisetas, etc.”, explica Augusto.
Para que funcione como una red social, la idea es que los usuarios, tanto artistas como público, puedan mantener comunicación, valorar las obras, compartir comentarios. “Queremos demostrar que por más novata que una persona sea en esto, si es talentosa su obra saldrá a la luz”.
En ese sentido este emprendimiento apunta a ser un canal de comercialización alternativo, que sea sencillo de manejar para los artistas y a través del cual pueda crecer el mercado de compradores de arte, primero en el país y a mediano plazo en Latinoamérica. Arte Manifiesto cobrará una comisión sobre cada venta. “No es un eBay ni la página web de una galería. Estamos seguros de que como propuesta de valor será una de las mejores”, afirma Luis Eduardo Augusto.
OTRAS MIRADAS
El equipo de Arte Manifiesto se contagió tanto con este escenario, que crearon competencias de artistas, en las que los asistentes podían votar por su favorito –las piezas estarán en un próximo libro–, y también la agencia digital Funka, con la que además dan servicios de publicidad BTL, pero con sesiones donde se puede ver a un grupo de artistas trabajar en sus obras.
Esta es una manera de llevar creatividad a las calles y que la gente conozca las intenciones de la empresa. “Hoy es un proyecto casi de hermandad, que tiene un ‘feeling’ muy especial”, explica Augusto, convencido de que su equipo está preparado para concretar este servicio, pues tiene la experiencia y se ha ganado la confianza de los artistas. “Nos hemos vuelto gestores culturales en la práctica”, finaliza.
VER LA OPORTUNIDAD
Con el desarrollo inmobiliario y la mayor oferta en decoración para espacios (departamentos, oficinas, negocios) hay un cliente más sofisticado que es sensible a la oferta artística y valora la creatividad de lienzos, impresiones digitales o productos utilitarios con un diseño especial.
Para Startup Perú esta es una idea escalable y que puede crecer rápidamente si logra conectar con ese público.
Para ello, será necesario contar con artistas que sean referentes y atraigan miradas hacia otras propuestas, además de una estrategia de márketing en Internet para que el público pueda comprar online, un negocio que todavía no está maduro en el país. Su efectividad se podrá medir cuando tenga algunos meses en funcionamiento.