El gasoducto al sur no será el último gran ducto que transportará el gas de Camisea a las regiones. Si bien este proyecto aún no se ejecuta (y las dudas sobre su materialización inmediata crecen), el Ministerio de Energía y Minas (MEM) ha empezado a visualizar el tendido de una línea similar hacia el norte del país.
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“En este momento estamos estudiando el gasoducto al norte, que probablemente saldrá del Cusco, seguirá la ruta del valle del Mantaro y comenzará a subir hacia Trujillo y Chiclayo”, reveló el titular del MEM, Eleodoro Mayorga, durante un conversatorio con ingenieros petroleros y petroquímicos en el Colegio de Ingenieros de Lima.
El funcionario sostuvo que este proyecto se fundamenta en la necesidad de apuntalar el crecimiento económico del norte peruano, pues se trata de una zona con un potencial industrial mayor al del sur.
Detalló que la implementación del gasoducto al norte deberá estar acompañado por el tendido de un ducto hacia el distrito de Ventanilla, con lo cual se creará un anillo de seguridad energética. Otro anillo será el constituido por el gasoducto al sur, el cual se cerrará con un futuro ducto entre Mollendo (Arequipa) y Marcona (Ica), donde termina el gasoducto operado por Contugas.
“Conforme estos proyectos se desarrollen, vendrán otros anillos y conexiones regionales. Creo que es una cuestión de tiempo para tener una red nacional de ductos integrada. No hay ninguna razón para que no se haga, porque se trata de proyectos de seguridad energética”, aseveró.
RESERVAS DE GAS
Edwin Quintanilla, viceministro de Energía, apuntó que el desarrollo de estos proyectos deberá formar parte de la planificación energética a largo plazo que el MEM está en vías de diseñar (hay una comisión formada al efecto). Sin embargo, aún resta absolver la “pregunta del millón”: ¿de dónde provendrá el suministro de gas para los nuevos ductos?
Mayorga reconoció que las únicas reservas disponibles actualmente son las del lote 88 y parte del 57, pues las del 56 están destinadas a la exportación.
“Hay que esperar que el lote 58 (de la china CNPC) cierre exploraciones en los próximos dos años. Tenemos también el lote 76 (de Hunt Oil), el sur del lote 88 (en exploración) y toda la cuenca del río Ene. Las perspectivas de reservas son grandes y la capacidad del tubo existe”, dijo con optimismo.
Sin embargo, los expertos en hidrocarburos estiman que incrementar las reservas de gas será arduo por las trabas burocráticas y socio ambientales existentes, además de los impedimentos geológicos. “La exploración del lote 76 demorará cuatro años”, advirtió el geólogo Víctor Sanz.
Esta es la razón por la cual el gasoducto al sur no considera la venta de energía a Chile. “Pensamos que el potencial de gas es muy grande, pero solo exportaremos al mercado chileno si contamos con excedentes de gas”, manifestó Mayorga.