A sesenta días de iniciado el conflicto por el proyecto Tía María, el panorama económico y social en Islay, provincia donde se localiza el proyecto cuprífero, se vislumbra bastante sombrío. De acuerdo con la Cámara de Comercio de Mollendo, las pérdidas ocasionadas por la paralización del transporte (debido al bloqueo de carreteras) rondarían los S/.30 millones. Sin embargo, la amenaza más visible pende sobre el Valle de Tambo, que corre el riesgo de colapsar.
Hasta ayer, las pérdidas encajadas por los arroceros del valle sumaban S/.14 millones, pero esta cifra podría escalar a S/.120 millones si en los próximos 15 días el bloqueo les impidiera cosechar el 90% de los cultivos que aún resisten en pie.
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“El Valle de Tambo, como los de Majes y Camaná, está entre los de mayor productividad en el mundo. Su especialidad es el arroz. Si pierden la cosecha, las seis mil familias del valle enfrentarán graves problemas financieros, porque más del 80% tiene créditos contra la cosecha”, explicó Ángel Manero, coordinador de Agronegocios.
El especialista advirtió que, en tal caso, los agricultores entrarán en ‘default’ y no podrán recibir financiamiento para la próxima cosecha. Peor aun, arrastrarán con ellos a varias cajas rurales, que se encuentran en complicada situación financiera.
Pero eso no sería lo peor. Según Diego Muñoz, presidente de la Cámara de Comercio de Arequipa, la mayor desgracia sería la pérdida del año escolar de los 13 mil estudiantes de Islay.
“En Arequipa hubo pérdidas [aún por cuantificar] por los tres días de paro, en que los comercios cerraron sus puertas, se detuvo el transporte y se dejaron de ofrecer paquetes turísticos. Pero lo que acontece en Islay es incuantificable, pues ¿cómo se puede valorar el que un estudiante de secundaria no acceda a la universidad por haber perdido el año escolar?”, exclamó.
Sí advirtió que habrá un problema muy serio en el ámbito regional si Tía María se cancela definitivamente. En tal caso, la región no solo perdería los US$1.400 millones del proyecto, sino también inversiones futuras y más grandes.
Es el caso de la petroquímica del etano, que debería instalarse en Ilo (Moquegua) o Islay, es decir, en una de las dos sedes del nodo energético. “Si Tía María se cancela, la petroquímica se irá a Moquegua. Sería una pésima noticia para los inversionistas”, manifestó Muñoz.
La brasileña Braskem planea invertir US$4.000 millones en este proyecto. Otra inversión que podría verse impactada por el efecto Tía María es Mariela, proyecto de hierro que la minera china Total Genius Iron Mining desarrolla en Islay.
IMPACTO NACIONAL
¿Pero qué más perdería Arequipa si Tía María se cancela? Rómulo Mucho, ex presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, ha calculado que el proyecto tiene el potencial para incrementar en 18% las exportaciones totales de Arequipa.
“Si Tía María saliera, haría que el PBI de Arequipa se incremente en 7,7%, y añadiría 0,35% al PBI del Perú. Estas son cifras bastante importantes si tenemos en cuenta que en el 2014 tuvimos un déficit de US$3.000 millones en nuestra balanza comercial”, señaló.
Agregó que sin Tía María se dejarían de generar, asimismo, 3.500 puestos de trabajo, que serán necesarios para su construcción. Además, el Estado dejaría de percibir S/.561 millones en ingresos anuales y Arequipa se quedaría sin recibir S/.287 millones en transferencias adicionales por concepto de canon minero.