El vidrio es uno de los materiales más nobles que existen en el planeta por su fácil reuso: se dice que una botella de vidrio se puede reutilizar unas 30 veces. Esta cualidad es aprovechada por la trasnacional Owens Illinois que, a través de un proceso estandarizado, puede fabricar mil millones de envases al año, unas 114.000 por hora, según explica William Alarcón, proyect manager de la compañía con sede en Perú.
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PROCESO DE FABRICACIÓN
El proceso de fabricación inicia con el acopio del vidrio reciclado (roto en pedazos pequeños), al cual se le añaden otras cuatro materias primas fundamentales: sílice, soda, caliza y feldespato. Todos estos insumos son almacenados y reunidos para integrarse bajo el calor de en un horno industrial especial, cuya temperatura es de 1.500 grados centígrados en la etapa de fundición.
Luego, cuando la mezcla se funde, se corta y se transfiere a las máquinas de formación. Todo dentro de un circuito cerrado. Este equipo tiene dos lados: el premolde y el molde. El vidrio, en estado líquido, es recepcionado en este mecanismo que le dará la forma de envase. Ahí, la temperatura del vidrio será cercana a los 1.200 grados centígrados.
En la siguiente fase, el envase de vidrio pasará por un proceso de enfriamiento paulatino, donde reducirá de forma paulatina su temperatura a 100 grados centígrados, para finalmente pasar a la etapa de inspección, donde se retirarán los productos con fallas o que no superen los estándares mínimos. Posteriormente, los envases serán empacados y entregados a los clientes que emplearán estos recipientes para contener sus productos.
El proceso de fabricación de envases de vidrio puede durar unas 24 horas desde el acopio de materiales hasta su salida de planta. Durante el circuito, la etapa más larga es la de fundición, que puede tomar alrededor de 20 horas.