NICOLÁS CASTILLO ARÉVALO
“Se les fue la mano a las entidades financieras especializadas en el crédito pyme [producto en que relajaron sus políticas crediticias] y hoy se están viendo obligadas a poner freno”, sostiene Jorge González Izquierdo, economista de la Universidad del Pacífico.
En efecto, en los dos últimos años, la cartera de créditos a la pequeña empresa y microempresa (pyme) se deterioró. Esto se reflejó en el incremento de los préstamos atrasados y el indicador de morosidad y, paralelamente, en la desaceleración de este financiamiento.
LA CAÍDA
A noviembre pasado, la cartera atrasada de los créditos a la pequeña empresa aumentó a una tasa superior del 37% anual (a enero del 2012 crecía a 29,2%). Asimismo, en los dos últimos años, la morosidad de estos créditos avanzó de 5,43% a 7,72%.
En el caso de los créditos a la microempresa, en similar período, la cartera atrasada avanzó de una tasa anual de 3,8% a 4,8%, aunque tuvo picos de 16%. En tanto, la mora de estos préstamos aumentó de 4,29% a 5,28%.
Además, ambos tipos de préstamos se desaceleraron: -8,2% en el caso de pequeñas empresas y -4,4% para el caso de las microempresas.
Ronald Bourgeois, experto en microfinanzas, sostiene que la morosidad aumentó debido a que las colocaciones bajaron, como efecto de una fase de corrección de las políticas crediticias de la industria.
Bourgeois explicó que el deterioro del financiamiento pyme responde a que las entidades han concentrado el otorgamiento de créditos en Lima Metropolitana y en las capitales de los departamentos del interior del país, lo que ocasionó una sobreoferta de préstamos y, por ende, un sobreendeudamiento.
Agregó que dentro de esta sobreoferta, las instituciones de microfinanzas han relajado las políticas de créditos, a tal punto que han aumentado el plazo de financiamiento, con la finalidad de que no se les reduzca el saldo de la cartera. A la vez, han incrementado el monto de préstamos a los mismos clientes, sin considerar su capacidad de endeudamiento.
Prueba de ello es que, a noviembre del 2013, el 82% de los créditos vigentes de las cajas municipales, que concentran el 26% de los créditos a las pyme, es de largo plazo y el 18% restante es de corto plazo. En el caso de las cajas rurales, el 68% de los créditos vigentes son de largo plazo, según la SBS.
Además, según la central de riesgos Sentinel, hay más de medio millón de pymes cuyos créditos están en alerta roja y unas 450 mil tienen atrasos de más de 120 días.
“En otras administraciones de la SBS se aplicaron medidas en extremo laxas para autorizar la creación de agencias microfinancieras en el interior del país, lo que explica la canibalización de estos créditos, el sobreendeudamiento y la mora”, afirmó Juan José Marthans, ex jefe de la SBS. “Pero aún estamos a tiempo de evitar un mayor deterioro”, añadió.
HABLA EL REGULADOR
La Superintendencia de Banca, Seguros y AFP dijo que el deterioro de los indicadores de calidad de cartera se debió, en parte, a la desaceleración de los créditos. Indicó que sigue de manera permanente la calidad de la cartera crediticia de las entidades supervisadas, resguardando el crecimiento sano del sistema.
Refirió que parte de la desaceleración del crecimiento anual de las colocaciones respondía a decisiones adoptadas por las empresas o al requerimiento del ente supervisor.
Bourgeois estima que la SBS exigirá aumentos de capital en los próximos meses para que esas entidades puedan seguir operando.