La industria local aun no está metida de lleno en el uso de objetos inteligentes que se comunican entre ellos (IOT) pero los especialistas coinciden en que el 2018 será el año de su despegue.
Solo siete u ocho grandes industrias en el país tienen desplegadas redes de objetos interconectados con unos 20 mil nodos, pero a fines del próximo año podrían multiplicarse hasta superar los 500 mil, estimó Mauricio Valdez, gerente de IOT Perú, empresa peruana dedicada a la investigación y desarrollo de estas tecnologías.
No es que no existan compañías que utilicen algún tipo de tecnología IOT, pues hay procesadores simples remitiendo reportes a otra máquina desde hace mas de 25 años. Lo que no tenemos aun en uso general son chips y sensores inteligentes que procesen muchos datos, los remitan a una nube y tomen decisiones solos, aclaró.
Los primeros en usar estas tecnologías en sus versiones mas simples fueros los bancos al interconectar sus cajeros y las mineras para automatizar sus procesos de producción, pero eso está bastante lejos de lo que hoy se puede lograr con ayuda de la inteligencia artificial, añadió Roberto Dávila, gerente del Portafolio de Innovación de IBM, quien participará en el Digi Talks a realizarse este jueves en la Utec.
Según Dávila, el Perú se está digitalizando rápidamente, las personas usan más dispositivos que interactúan para ser mas eficientes y buscan una respuesta a la mayor velocidad, lo cual las empresas lograrán con ayuda del IOT.
El mundo, recordó, tendrá mas de 29 mil millones de equipos conectados generando mucha data para el 2020 y la industria que no se prepare para eso estará en problemas.
GRANDES RETOS
Freddy Linares, consultor en procesos de negocio online y organizador del evento Digitalks, destacó que uno de los principales retos a vencer para lograr la masificación de esta tecnología es la conectividad. Se está avanzando bastante, aclaró, pero el camino es enorme, sobretodo porque el lanzamiento de 5G está previsto para dentro de poco menos de 3 años.
“Lo que se está haciendo es obtener data de diferentes cosas (autos, maquinaria, inmuebles), pero se necesita que esa información pueda llegar primero sin problemas al lugar de procesamiento en la nube. Para eso se necesita una conectividad estable en todos los lugares”, advirtió.
El otro punto importante por resolver, añadió, es lograr que las empresas tomen consciencia de los beneficios en productividad y eficiencia operativa que genera el uso de IOT.
Coincidió Valdez considera que las industrias locales no han terminado de comprender los ahorros que están perdiéndose de concretar. Usar sensores que informen a tiempo sobre la falta o sobra de un mineral, combustible, agua o energía puede generar ahorros de entre 20% y 30%, destacó.
Los precios siguen siendo altos si se mira a los proveedores de este tipo de chips y sensores a nivel internacional – son US$500 por punto y US$200 por software como pago mensual, pero se puede llegar a reducir hasta US$80 por punto al tomar alternativas locales, lo que permite retornos de inversión en dos o tres meses, comentó.
A todo ello habría que añadir, según Dávila, que al tratarse de desarrollos nuevos vienen implícitos muchos desafíos de seguridad y procesos de aprendizaje propios del modelo prueba-error que conlleva ser disruptivo.
No obstante, ya hay industrias diseñando estrategias en donde se use IOT y se están probando modelos o pilotos que verán sus frutos el próximo año.
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