Luis Eduardo García Rosell, presidente de Petro-Perú, precisó en diálogo con El Comercio que el alza en el costo del Proyecto de Modernización de la Refinería de Talara (PMRT) en los últimos tres años hasta sumar US$5.400 millones se debe a gastos financieros e indirectos por US$618 millones generados por las demoras en el proyecto. El retraso suma más de dos años, según la contraloría.Follow @EconomiaECpe
Sin embargo, el funcionario defendió la cuestionada viabilidad financiera del proyecto. Así, García Rosell afirmó que cuando la nueva refinería comience a operar hacia finales del 2020 o principios del 2021 (y ya no como se esperaba hacia fines del 2019), el Ebitda (utilidad operativa antes de gastos financieros) de Petro-Perú pasará de los actuales US$300 millones a US$650 millones.
El funcionario detalló que el aumento en el costo total de la nueva refinería suma las unidades previstas en el contrato con Técnicas Reunidas (US$2.730 mlls.), las unidades auxiliares (US$815 mlls.), otra infraestructura y costos adicionales (US$529 mlls.), y comisiones e intereses de financiamiento (US$708 mlls.).
Hasta ahora, detalló García Rosell, se han desembolsado US$1.600 millones. De estos, US$1.285 millones se financiaron con un crédito sindicado y deuda para capital de trabajo. El resto se sustentó con un aporte de US$315 millones transferidos al PMRT del presupuesto destinado a la construcción del polo petroquímico en diciembre pasado.
Petro-Perú prevé tomar una deuda de US$4.250 millones a partir de la emisión de bonos en el mercado externo por US$3.000 millones; y un crédito de US$1.250 de la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (Cesce).
Para acceder a este último, Petro-Perú presentará a Cesce sus estados financieros auditados y una actualización del modelo económico de la empresa. Esperan que el desembolso se apruebe en abril. La tasa de interés de referencia del endeudamiento será de 6%, puntualizó.
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