Redacción EC

La corporación Cesel Ingenieros tiene una propuesta para evitar las crecidas del río Rímac, que hoy amenazan a poblaciones ribereñas y han destruido vías del Ferrocaril Central y obligado al cierre de la Carretera Central, paralizando el tránsito de pasajeros, víveres y minerales.  

Según detalló su CEO, Raúl Delgado Sayán, en el programa "La Hora N", la solución consiste en llevar agua desde las cumbres andinas hacia la planta de tratamiento de agua La Atarjea de Lima, a partir de la construcción de 30 kilómetros de túneles, divididos en tres tramos.

La propuesta fue diseñada en 1999 con la finalidad de recoger las aguas de las hidroeléctricas de la cuenca del Rímac y para optimizar los costos operativos de La Atarjea. 

Así, el proyecto permitiría reducir 25 m3/s del caudal del río Rímac, lo que contribuiría a evitar crecidas durante la época de lluvias. Además, puesto que el agua llegaría por los túneles, sería más limpia, reduciendo los costos operativos de la planta asociados a purificación, como el de cloro, agregó el CEO.   

El proyecto también generaría 60 MW de electricidad, a partir de caídas de agua.

Con esta actividad se podría financiar la construcción de los túneles, dijo Delgado Sayán en "La Hora N". “Quizá los concesionarios [que tienen centrales hidroeléctricas dentro de la zona] se pueden interesar en la inversión del túnel”, dijo.

El costo del proyecto en 1999 era de US$139 millones y hoy rondaría los US$200 millones, estimó Delgado Sayán. 

Dijo que en el plan maestro de 2014 Sedapal el proyecto estaba "bien relegado”.  

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