(Reuters). Perú y la minera canadiense Bear Creek avanzan en negociaciones con las comunidades indígenas para lograr el permiso social y reactivar su mina de plata Santa Ana, y así evitar un arbitraje internacional, dijo ayer el ministro de Energía y Minas, Eleodoro Mayorga.
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Mayorga dijo en una entrevista con Reuters que el Gobierno ve con "optimismo" un acuerdo de la minera con las comunidades aymaras que viven cerca del depósito Santa Ana, ubicado en la región sureña de Puno, cuya concesión fue revocada por el Gobierno anterior tras violentas protestas.
"La información que manejamos en el ministerio es que a nivel social hay avance en la búsqueda de una solución. Parece que las comunidades se dan cuenta que aquellas que sí están cooperando, están recibiendo beneficios", dijo Mayorga.
Bear Creek anunció el martes su intención de iniciar un arbitraje contra Perú y dijo que está completando las formalidades para este proceso, luego de que el Gobierno del presidente Alan García canceló sus derechos de explotación en el 2011, tras prolongadas protestas por cuestiones ambientales.
"Se está trabajando para ver si la comunidad aymara permite la explotación [...] estamos de acuerdo no solamente a nivel empresarial con Bear Creek, porque si se logra en tiempo oportuno resolver la parte de la licencia social, la controversia acabaría su proceso", afirmó el ministro.
En mayo, un tribunal local le devolvió a Bear Creek la concesión de Santa Ana, luego que la firma interpuso en julio del 2011 un recurso legal para recuperar sus derechos sobre el depósito.
Sin embargo, la minera debe conseguir el visto bueno de las comunidades vecinas al proyecto antes de avanzar con su desarrollo.
Según Mayorga, en caso de que no se logre la licencia social, el proyecto no avanzaría y el Estado peruano "quedaría sujeto a un pago a la empresa".
El depósito Santa Ana produciría unas 5 millones de onzas de plata al año y alberga reservas por 63,2 millones de onzas de ese metal precioso, de acuerdo a la compañía.
Antes de la cancelación de la concesión, Bear Creek tenía previsto invertir unos 71 millones de dólares en el desarrollo de Santa Ana.
Un representante de la minera dijo que continuarán con las negociaciones con las comunidades para alcanzar un acuerdo aceptable mutuamente.
La firma recibió el año pasado la aprobación de su estudio de impacto ambiental para desarrollar Corani, otro proyecto de plata en Perú que es más grande que Santa Ana y que también se encuentra en Puno.
Bear Creek había previsto usar Santa Ana para ayudar a financiar el plan Corani.
Allí invertiría unos 575 millones de dólares para extraer unos 13 millones de onzas de plata anuales en sus primeros cinco años de producción.