Por Susana Villarán, con quien militó en el PDS, Francisco Sagasti dice sentir “tremenda decepción, pena y rabia”. (Foto: Marco Ramón / GEC)
Por Susana Villarán, con quien militó en el PDS, Francisco Sagasti dice sentir “tremenda decepción, pena y rabia”. (Foto: Marco Ramón / GEC)
/ Marco Ramón
Paolo Benza

En un departamento de Miraflores que usa como ‘vivienda intermedia’ entre su casa de La Molina, sus clases universitarias y sus actividades políticas, Francisco Sagasti –el articulador ideológico del – responde a El Comercio. Asegura ser un hombre de centro, explica el pedido que le hizo a sus secuestradores en la residencia del embajador de Japón y defiende un sistema de créditos universitarios, aunque dice que esa no será la propuesta central en educación. Y pese a no poder identificar quiénes financian su partido, anuncia que en los próximos días emitirán un informe al respecto.

— Julio Guzmán dijo que crear el partido le había costado S/1′235,000 y que eso se había financiado con el aporte de 43 militantes. Usted ha dicho que aporta el 10% de su sueldo como profesor universitario. ¿Quiénes financiaron el resto?

En el partido no importa quién contribuya cuánto. No hay dueños del partido, ninguno ha contribuido sumas fabulosas ni muy grandes. El partido se constituyó formalmente el 5 de marzo del 2019, recién entonces podemos llevar una contabilidad que se presente de acuerdo a las normas de la ONPE. Yo vengo dedicando el 10% de mi sueldo neto universitario al partido, como lo hacen en el Congreso otras personas. [...] Pero separemos. Una cosa son esos 43 militantes que contribuyeron para la inscripción. Lo que importa ahora es cómo se mantiene el partido y cómo vamos a hacer la campaña.

— Igual es importante saber, por lo menos, cuáles son los financistas más importantes después de que el partido empezó a operar.

Yo no me preocupo por quién más [aporta], pero mire la lista de militantes y cuánto es lo que contribuyen. Eso lo tiene nuestro secretario nacional de finanzas.

— ¿Los contribuyentes únicamente son militantes del partido?

Yo no entro en esos aspectos. Me dedico a la parte de estrategia programática y plan de gobierno. Le puedo hablar por lo que hago y lo que he visto que se ha hecho.

— Pero siendo la transparencia uno de los ejes programáticos del partido y con todos los problemas sobre aportes a campañas políticas que ha habido, ¿no es un tema que debería tenerse claro?

Lo único que le puedo decir es lo siguiente: no hay ningún aporte de ninguna empresa grande. No hay ningún dueño del partido. Es una especie de gran mito que se requiere un montón de plata para organizar un partido.

— ¿Cómo se puede saber que no hay dueños del partido sin conocen los nombres de los aportantes?

Los va a tener ahora. Vamos a sacar un primer reporte oficial. No estamos obligados a hacerlo, pero en los próximos días va a salir el primer informe financiero desde que nos organizamos como partido.

— ¿Gonzalo Aguirre, el esposo de Janine Belmont, financió la campaña de Julio Guzmán del 2016?

Que yo sepa no. Y no tenemos nada que ver con Todos por el Perú desde los primeros días de abril del 2016. Estamos hablando de hace más de 3 años.

— Cuatro candidatos de sus listas regionales tienen sentencias. Dos por violencia familiar y dos por alimentos. En su presentación de candidatos dijeron que habían sido muy estrictos en el filtro. ¿Qué pasó?

Cuando le dan una sentencia y usted la cumple, automáticamente lo sacan. No hay forma de saberlo. Nosotros los filtramos por el registro del JNE [la Ventanilla Única] y ya habían cumplido. En los casos de alimentos, estamos verificando que se esté cumpliendo [con los pagos]. En los de violencia familiar, hay una decisión muy clara: aunque hayan salido del registro, es una falta grave y estamos pidiendo la renuncia.

Las propuestas

— ¿Están a favor de que se elimine la inmunidad parlamentaria?

Sí. Hemos visto cómo la inmunidad parlamentaria se ha utilizado como mecanismo para burlar la justicia por personas condenadas. Esto genera indignación, no solo en la ciudadanía, sino en otros congresistas. La posición inicial del partido es que la eliminemos, luego en la discusión en el Congreso veremos con qué matices, en qué condiciones.

— ¿La inmunidad no es una protección necesaria para que no haya persecución política a parlamentarios opositores?

La experiencia de los últimos 20 años ha sido exactamente lo contrario: hemos tenido una persecución desde el Congreso al Ejecutivo. La vez que tuvimos la persecución del Ejecutivo al Congreso fue durante el gobierno del señor Fujimori.

— Caso que podría repetirse. ¿Quizá debería eliminarse, pero para delitos comunes?

Pero va a ser un poco difícil. Lo importante es que empecemos. Luego, en el Congreso, en los debates, se verá si es conveniente hacer alguna modificación.

— En el partido han dicho que propondrán el matrimonio igualitario. ¿Por qué lo consideran importante?

Somos un partido de centro republicano. El republicanismo tiene como punto central que todas las personas seamos iguales. No debemos restringir la libertad ni los derechos individuales de las personas en situaciones que no le afectan a nadie. Si usted decide casarse con otra persona, no me afecta en lo más mínimo. ¿Por qué lo vamos a prohibir?

— En este tema, ¿van dispuestos a conversar con bancadas como Solidaridad Nacional o Fuerza Popular?

Se conversa con todos. Veamos qué es lo que dicen. No perdemos la esperanza de que al fin vean la luz y se comporten de una manera cristiana, con caridad cristiana.

— También han dicho que van a buscar la despenalización del aborto por violación. ¿Por qué solo en ese caso?

Porque creemos que el aborto es una situación extremadamente difícil. Póngase en el lado de una mujer violada, cuyo hijo es fruto de una imposición total y absoluta. ¿Le parece justo que le impongan eso? Creo que a nadie le parece razonable. Allí, nuevamente, por el principio republicano de respeto a la libertad individual, creemos que es algo que debe permitirse. Ahora bien, esto no se aplica a tontas y a locas en todos los casos.

— Esa es la pregunta: ¿por qué no en todos los casos si la mujer tiene derecho a decidir sobre su cuerpo?

Porque en este caso hay otra cosa a tomar en cuenta: el derecho a la vida de una persona. No es lo mismo una situación extrema de una mujer joven, una niña violada, que no está en capacidad de ser madre, que el de una persona mayor que ha tomado sus decisiones y que tiene que aceptar las consecuencias. Cada persona tiene que ser capaz de aceptar las consecuencias de sus actos. Si es una imposición hay una gran diferencia.

— Entonces es un enfoque provida con excepciones, más que un enfoque prodecisión.

Es un enfoque provida. Pero más que provida con excepciones, uno en el cual en estos otros aspectos estamos dispuestos a conversar con otros grupos y ver si podemos llegar a un acuerdo. Pero en el caso de violación, ahí sí no hay mucho que conversar. Esta es una propuesta tajante y clara, es una imposición que no debemos aceptar en un gobierno que se tilda de republicano.

— En la campaña del 2016, Julio Guzmán propuso un sistema de créditos universitarios respaldado por un fondo de garantía. Es decir, que los estudiantes accedan a deuda para poder estudiar como política pública. ¿Está usted de acuerdo?

Esa es una de una gama muy amplia de propuestas que hemos hecho en ese campo. Algunos se fijan solamente en eso y luego dicen que va a ser una cosa complicadísima. Un momentito. La primera propuesta que estamos planteando es que debe haber un sistema de becas mucho más amplio y que todas las personas que deseen educarse no tenga un problema de dinero para hacerlo. Ahora, hay personas y jóvenes de clase media alta o con ingresos grandes que sí tienen la capacidad de endeudarse y tampoco podemos restringirles la libertad de hacerlo. Pero fijarse en esa propuesta y luego extrapolar que va a endeudar a los chicos, es una exageración de mala fe.

— Pero, sin mala fe, existe la posibilidad de que un sistema como ese se masifique y que el mercado laboral no sea capaz de absorber a egresados con deudas. Sobre todo un mercado laboral informal como el peruano.

Todo depende del monto de las deudas, de las tasas de interés, de los plazos de pago. Usted prácticamente me está diciendo que los créditos van a ser a las tasas de las tarjetas de crédito de las tiendas comerciales. Hay una cosa en la que tiene razón: el mercado laboral no va a absorber a todos. Pero ese es otro tema, no mezclemos papas con camotes. Vea usted los estudios que se han hecho en el Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico (CIUP), en Grade, sobre las perspectivas de ingresos de una persona que termina la educación superior frente a una que no. Es entre 30% y 50%.

— ¿En todas las universidades?

En promedio. Pero ese no es un problema de crédito universitario, sino de cómo se gana la vida. Si no consigue trabajo, tiene usted problemas más serios que pagar un crédito: alimentarse, alimentar a su familia. No agarremos el rábano por las hojas. La inserción laboral es un tema real de generación de empleo, no un problema de pagar deudas educativas en un supuesto caso de que hubiera ese sistema.

— También proponen que se prorrogue por cinco años la ley de moratoria universitaria. Si ya se acaba el proceso de licenciamiento, ¿por qué mantener la moratoria, que prohíbe que se abran nuevas universidades y que las actuales tengan nuevas sedes?

El Perú tiene más de 100 universidades. Creo que es el país que más universidades por población estudiantil tiene del mundo. Y el licenciamiento no se acaba, viene la segunda etapa. Esto no era licenciar y punto. Ese es uno de los instrumentos para la mejora de la calidad, pero viene el proceso de certificación y de licenciamiento de carreras. Nos queda un proceso por delante. Se necesitan cinco años más, por lo menos, para la consolidación. La educación superior no es como comprar chicles.

— ¿Qué medida urgente piensan tomar desde el Congreso en materia económica?

Hay muchas cosas, pero en este momento uno de los problemas de nuestro país es creer que todo se resuelve con una ley. Y al contrario, si usted ve la cantidad de leyes que tenemos en términos económicos, lo que habría que hacer para promover el desarrollo sería eliminar algunas. El tema económico fundamentalmente viene desde el Ejecutivo.

— Se acerca mucho ahí al presidente de la Comisión Permanente, Pedro Olaechea, que dice que el dinamismo económico era responsabilidad del Ejecutivo, con ayuda del Congreso, y también quería quitar leyes inútiles.

Bueno, no sé, me desayuna usted. Es una de las primeras veces que coincido con el señor Salaverry.

— El señor Olaechea.

Olaechea, perdón. Es que por ahí van.

— No se observa ningún partido que pueda ser más cercano al Ejecutivo que ustedes. ¿Serán una suerte de bancada oficialista?

De ninguna manera. No nos sentimos cómodos siendo una bancada de nadie. Ni del gobierno ni de oposición. Tenemos nuestra propia identidad. Lo que sí no vamos a repetir es la política de resentimiento que caracterizó al Congreso anterior y a la lideresa del partido mayoritario. Su plataforma principal era vacar al presidente. No tiene ningún sentido oponerse al Ejecutivo, como tampoco lo tiene ser su defensor y escudero.

La Embajada de Japón

— Usted fue de Partido por la Democracia Social-Compromiso Perú, a partir del cual luego nace Fuerza Social y la candidatura de Susana Villarán. ¿Qué opinión le genera que haya terminado con prisión preventiva por corrupción?

Tremenda decepción, mucha pena y también mucha rabia. Traicionó a un montón de personas y principios. No tenía derecho de hacerle eso a las personas que la siguieron y la apoyaron. Yo no participé en la campaña de Susana Villarán, ni en su gobierno. Solo por unos meses ella nombró una comisión sobre ciencia y tecnología, y nos reunimos unas cuantas veces. Propusimos ideas que nunca se pusieron en práctica.

— ¿Usted fue de izquierda?

Nunca he sido un hombre de izquierda, izquierda. Desde la época universitaria me tentaban muchos movimientos de izquierda, pero no creo que haya que destruir todo para crear las cosas nuevas. Es algo que jamás he aceptado. Eso es lo que me hace ser una persona de centro. Soy una persona con una concepción más reformista de las cosas. Creo que las cosas son susceptibles de mejorar mediante reformas progresivas. Se requieren las dos cosas: una visión ambiciosa de un futuro muchísimo mejor, sí, pero no creer que se llega allí de un solo salto.

— Pero en temas que a los gremios empresariales les quitan el sueño, como las libertades del mercado o el Estado empresario, ¿qué opina?

Lo que dice el partido. Nosotros creemos en la libertad individual, sabemos perfectamente que el método más eficiente para asignar recursos es el mercado, pero uno competitivo y que funcione, y no uno mercantilista, concentrado y sin competencia. No hay mucho misterio ahí, no hay que quitarle el sueño a nadie. Si usted cree en el mercado, haremos que el mercado funcione bien. Y para que funcione bien se necesita regulación, información. Esas reglas las pone la colectividad, que se expresa en el Estado.

— Una crónica de “El País” reseña que durante su captura en la residencia del embajador de Japón “le pidió un autógrafo a la jefatura del MRTA”.

Nunca estuve a favor [del MRTA], rechazo tajantemente cualquier violencia terrorista. Era colaborador de “Caretas” y cuando entré ahí me reconoció ‘El Árabe’. Al final pensé: “Saquemos algo periodístico de esto”. Y le dije: “Me he pasado tres días y medio aquí. Cuando uno va a un curso, le entregan su certificado de asistencia. ¿Usted podría darme de puño y letra uno?”. Me dijo que sí. Para mi sorpresa, se lo digo. [Néstor] Cerpa daba conferencias por todos los salones y una vez que terminaban se iba al segundo piso para organizar debates con los rehenes. Muchos corrían como locos para debatir con él. ‘El Árabe’ me preguntó por qué yo no iba y le dije: “No debato con nadie que me apunta con una metralleta. Si quiere discutir de política, lo hacemos en otro sitio”. Cuando salíamos, entonces, vi una caja de agua mineral Fuji y pensé que, desde el punto de vista periodístico, tener una cosa firmada con esas letras, cuando el presidente había dicho que no había más terrorismo, era interesante. ‘El Árabe’ escribió: “Para el señor Sagasti, con el respeto de siempre”. Y Cerpa puso “el señor Sagástegui [sic], con mucho respeto”. Estos señores, desde la distancia, mantuvieron el respeto.

— Según la crónica de “El País”, este gesto hace que un oficial le diga al periodista: "Los secuestrados han terminado asumiendo la posición de los secuestradores”.

Nada de eso hay. Esas son interpretaciones que se han hecho después. “El País” y otros medios tomaron mi diario de rehén, que está completito en “Caretas”, y sacaron unos pedacitos para meterle sus propias interpretaciones. ¿Síndrome de Estocolmo? Por favor. La gente que me conoce sabe perfectamente que no soy de esos.

— ¿Que no es qué?

Que no soy una persona que se deja. Mantengo la distancia, la entereza en todo momento. En cualquier situación complicada enfrento las cosas manteniendo tranquilidad y las formas.

— ¿Una persona con sus ingresos (S/450.353 al año, según ha reportado), con sus inmuebles (ocho, cinco de ellos estacionamientos) puede entender y legislar para todo el Perú?

Mire, yo nací en la maternidad de Lima, me crié en Barrios Altos, en Cinco Esquinas, hasta los siete años. De allí me fui a vivir a una quinta en San Isidro. Después nos mudamos, porque era más barato, a Chaclacayo, donde me tomaba dos horas ir en tres buses hasta la Universidad Nacional de Ingeniería. Conozco lo que es hacer el esfuerzo y vivir de ese esfuerzo profesional por 55 años. ¿Eso me descalifica para entender al país? Después de haberme pasado ocho años recorriendo el Perú en Agenda Perú. Si me descalifican por ser un profesional que ha logrado gracias a su propio esfuerzo entender al país, estamos mal.



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