RUDY JORDÁN ESPEJO
Augusto Tenorio era uno de esos niños fanáticos de las pizzas. Pronto se hizo adulto, publicista, pero su fijación por el redondo plato italiano seguía pura e intacta como un recuerdo de la infancia. Empezó entonces a indagar sobre el secreto de la masa napolitana y la mezcló con todo tipo de ingredientes. Su pasión se acentuaba con el tiempo y, cuando tenía listas sus pizzas, invitaba amigos y familiares a su casa.
Uno de los comensales más asiduos y entusiastas en aquellas reuniones era Álvaro Uauy. Una noche, mientras degustaban las creaciones de turno, se les ocurrió que aquellas versiones caseras estaban listas para ir más allá de la cocina propia. Es así que se asociaron y comenzaron a escribir, hace tres años, la historia de Spizza (Speciallisti della Pizza).
Con casi una treintena de opciones en la carta, donde se lucen la prosciutto fungui (prosciutto y champiñones), la vorace (carnes, salame italiano, chorizo, jamón) y la recién estrenada brasileña (queso catupiry, plátanos flambeados en cachaza y carne seca), estas sabrosas pizzas se han ganado el paladar de italianos y peruanos, entre ellos Gastón Acurio.
“Pizzas hechas en horno de leña, con borde generoso e ingredientes hechos todos con cariño”, señala Acurio en una publicación en la red social Facebook.
EL SECRETO DE LA MASA NAPOLITANA
La buena onda de los dueños, el acogedor diseño del local y el perfeccionamiento de la masa napolitana son los mejores ingredientes de Spizza.
“A mayor velocidad de cocción, la pizza sale más fresca. Además los insumos se deshidratan menos. Todo esto se hace en un horno de barro a la leña a 400 grados y en apenas noventa segundos está lista”, señala Tenorio.
Álvaro Uauy, socio fundador de Spizza, dice que si todo funciona bien el segundo local abrirá sus puertas a fin de año. El lugar aún no lo quiere revelar, para mantener la suerte y el encanto del que ya goza la primera sede.
OJO AL PRODUCTO
Catupiry es un famoso queso brasileño, que dicen fue creado en el estado de Minas Gerais por un inmigrante italiano llamado Mário Silvestrini. Su nombre significa "excelente" en la lengua nativa tupí guaraní, y es usado como queso crema, añadido en diversas recetas, especialmente postres con guayaba, como en Río de Janeiro.
DÓNDE IR:
Av. Dos de Mayo 455, San Isidro
