Nos encontramos a escasos días del inicio oficial del año escolar, el cual para muchos alumnos representa la oportunidad de ascender de grado, retomar sus estudios y reencontrarse con sus compañeros y profesores. Sin embargo, hay muchos niños que este año comienzan su ciclo educativo, lo que muchas veces puede generar un mix de emociones, no solo en los menores, sino también en los propios padres, ya que este es un cambio que implica una nueva rutina y nuevos hábitos en el día a día.
Definitivamente, la etapa de la infancia es esencial para el desarrollo personal de todo ser humano, puesto que, durante los primeros años la capacidad de aprendizaje permite captar más información y desarrollar decodificaciones que impactan hasta la vida adulta. Además, es una fase llena de nuevas experiencias que estimulan la imaginación y creatividad. Igualmente, hay un desarrollo del lenguaje más significativo, y también a nivel socioemocional, dado que la relación que se estable con el entorno se realiza por medio de lo afectivo.
No cabe duda que, el espacio y las actividades que se generan en el nido abren a los niños a múltiples posibilidades de conocimiento. Además, facilita el desarrollo de la capacidad de compartir y convivir con otros, dejando atrás el pensamiento egocéntrico y dando lugar al proceso de socialización mediante el juego.
¿Cómo lograr una buena adaptación en el nido?
En efecto, ir al nido por primera vez es un gran paso en la vida de todo niño. Como explica Antonella Galli, psicóloga de la Clínica Ricardo Palma, no solo dejan de estar en su entorno seguro junto a los padres y/o cuidadores, también deben enfrentarse a nuevos retos. Por esta razón, es necesario que previo a este importante periodo, los papás trabajen en el vínculo emocional para que los pequeños no se sientan abandonados al momento de dejarlos en la institución educativa. De esta manera, el proceso de adaptación será más positivo y no se convertirá en un hecho traumático que recuerden toda la vida.
Para que no resulte tan difícil esta nueva etapa, la especialista sugiere una serie de recomendaciones que se pueden tomar en cuenta para que los niños logren adaptarse correctamente y puedan ser personas libres, autónomas e independientes.
Preparación previa
Es importante trabajar el vínculo con los hijos, ya que facilita el diálogo sobre el inicio de clases y todo lo que conlleva. Se le puede explicar al niño que el nido es un lugar nuevo y muy divertido, en donde hará nuevos amigos. También es importante aclararle quién será el responsable de llevarlo y recogerlo todos los días a una hora determinada, con la finalidad de evitar la sensación de abandono. De igual forma, para fomentar el proceso de adaptación, es recomendable llevarlo para que conozca previamente el nido y para que pueda familiarizarse con él y las personas que estarán a cargo de su educación y cuidado.
Lectura
En definitiva, la lectura es fundamental para el desarrollo integral de los niños y es un proceso interactivo ideal que fortalece el vínculo entre los padres y los hijos. Por esta razón, como parte de la preparación se puedan incluir cuentos que tengan como argumento principal, el primer día de clases en el nido para que se vaya haciendo la idea de que pronto vivirá lo mismo.
El juego como medio de comunicación
A parte de la lectura, el juego es un medio excelente para explicarle de forma dinámica en qué consiste esta nueva experiencia y cómo será el primer día de clases. Además, se le puede comentar que será recibido por una profesora que lo cuidará y le enseñará nuevas cosas, y que también conocerá nuevos niños con los que podrá jugar y pasar un tiempo divertido.
La seguridad es clave
Los padres tienen un papel importante en el desarrollo de aptitudes sirviendo de modelo para los hijos, pues las interacciones emocionales, fomentan el desarrollo emocional del niño, es por ello que, los infantes son capaces de sentir las emociones de los adultos. Por este motivo, es clave mantenerse tranquilo y sereno cuando se esté acompañando al niño al prescolar para que tenga una respuesta positiva a la separación.
Independencia y socialización
Es muy importante que los niños sientan mayor seguridad en sí mismos, por ellos los padres deben fomentar su independencia. Por ejemplo, coordinar con otros papás una tarde de juegos en el parque, permite que el niño pueda relacionarse mejor con sus compañeros fuera del salón de clase, y así gane más confianza y desarrolle un mejor vínculo con los demás.
Por último, la psicóloga nos recuerda que, este es un cambio importante en la vida de todo niño, motivo por el cual, es un proceso que demanda mucha paciencia y empatía por parte de los padres, ya que cada uno tiene su propio ritmo y capacidad de adaptación.