Andrea, Claudia y Cristobal Paz llevan más de 10 años llenando el Perú de literatura para los más pequeños
Andrea, Claudia y Cristobal Paz llevan más de 10 años llenando el Perú de literatura para los más pequeños
Isabella Jugo Escate

El próximo 2 de abril, se celebra el Día Mundial del Libro Infantil. En conmemoración del nacimiento de Hans Christian Andersen, reconocido escritor de cuentos para niños, esta fecha es la ocasión ideal para Los universos creados por Christian Andersen en cuentos como ‘La Sirenita’ o ‘El Patito Feo’, han generado que millones de pequeños ingresen al mundo tan rico y mágico que comprende la literatura para todos.

En esta ocasión, , celebramos esta fecha con los Hermanos Paz, creadores de otro universo encantador: El mundo de ‘Chimoc’, el perro calato que lleva más de 10 años conquistando los corazones de los niños peruanos. En nombre de los tres hermanos, Claudia Paz, educadora y co-autora de la saga, conversó con nosotros sobre cómo surgió su interés por la literatura infantil, cómo influye la lectura en la vida de los más pequeños y cómo logró unir su profesión con la de sus hermanos para poder crear un personaje tan querido.

Inculcar el hábito de la lectura desde pequeños, fomenta en ellos el interés por seguir educándose.
Inculcar el hábito de la lectura desde pequeños, fomenta en ellos el interés por seguir educándose.

¿Cómo surgió su interés por la literatura infantil?

Los tres venimos de un hogar lleno de cultura. Nuestros padres se encargaron de llenar nuestros días de cine, música, baile y, sobre todo, libros. Nacimos en un Perú velasquista, donde no existía el acceso a los libros físicos de calidad que conocemos hoy. Por ello, mi papá se las ingeniaba para conseguir libros extranjeros de donde sea. Nos traía ediciones hermosas y algunos también venían con vinilos narracuentos.

En el colegio, gracias a ese hábito, creamos cuentos para toda ocasión. Para el Día de la Madre y el Día de la Primavera, Andrea y yo siempre ganábamos todos los concursos. Además, nos motivaba el pintar y hacer cuentos a través de las ilustraciones. Años después, al graduarnos del colegio, cada uno siguió su profesión. Por un lado, yo estudié educación primaria y Andrea estudió diseño gráfico y publicitario. Por el otro, Cristobal estudió ingeniería del sonido. Gracias a nuestros estudios, pudimos unir nuestros talentos para crear estos universos tan maravillosos.

Todo empezó con ‘Clavito, el puercoespín’, libro que lanzamos el 2001. Gracias a este cuento musicalizado, en el 2006, nuestro editor nos pidió que creáramos más historias con los habitantes de la colina de Clavito. Sin embargo, nosotros le propusimos a Chimoc, un nuevo personaje. Desde chicos, siempre nos impresionó la raza del perro peruano, pues se nos hacía muy peculiar. Incluso, cuando mi papá nos llevaba a museos, le preguntábamos ¿Por qué ese perro es tan raro?.

A través de estas historias, buscamos transmitir seguridad y valores hacia los niños. Quisimos hablar sobre cómo Chimoc, al igual que muchos, está avergonzado de ser diferente y, por eso, se esconde bajo su supertraje. A pesar de ello, a lo largo de la historia, muestra muchísimas virtudes y descubre que no necesita ningún traje para ser un superhéroe de verdad. Hoy en día, es el segundo cuento más vendido de la literatura infantil peruana.

¿Por qué escribir para niños y no para otro sector del país?

En primer lugar, siempre hemos sido una familia muy lúdica, con mucho aprecio por lo tierno. Además, los tres hemos consumido muchísima literatura infantil. Por ello, este universo que recibimos ha calado inmensamente en nosotros. En esa línea, siempre hemos considerado que la lectura es un hábito adquirido, el cual se debe cultivar desde una edad temprana.

A través de la literatura infantil, se puede enseñar muchísimo. Con un libro, los niños no solo aprenden letras y números. También, estas historias les permiten conocer sobre los sentimientos, los valores y la autoestima. Asimismo, con estos personajes, se pueden formar niños que, pronto, serán adultos que luchan por convivir en una sociedad justa, donde valoren su país.

Si logramos que los niños tengan contacto con un libro desde una edad temprana, ellos lo van a atesorar con todo su cariño y se convertirán en pequeños ‘lectorcitos’ de por vida. Es un hábito adquirido.

'Chimoc en la playa' y 'Chimoc y el supertraje' son algunas de las historias que se han robado el corazón de los niños peruanos
'Chimoc en la playa' y 'Chimoc y el supertraje' son algunas de las historias que se han robado el corazón de los niños peruanos

¿Qué le recomendarían a alguien que quiere escribir literatura infantil?

Lo primero que le recomendaríamos es que investigue. Para ‘Chimoc’, nosotros consultamos con criadores de perros peruanos e historiadores, por ejemplo. Mientras más investigación le pongas a un material que es para un niño, será mejor. Los autores infantiles debemos recordar que estas piezas llegarán a las manos de una persona muy especial: el niño. Por eso, debemos cuidar cada detalle y, de esta manera, enseñarles el valor de un trabajo bien hecho.

En nuestro caso, nosotros tuvimos la suerte de que nuestras profesiones se complementaron para lograr generar un mejor producto. Por un lado, está Andrea que es diseñadora y realiza unas ilustraciones preciosas. Por el otro, Cristobal que se encarga de las canciones que acompañan cada libro.

Igualmente, un autor infantil debe tomar en cuenta que un adulto no tiene la misma sensibilidad que un niño. Por eso, incluso, a veces decimos que quisiéramos que los niños sean nuestros editores, pues su forma de ver el mundo es única.

¿Qué mensaje le darían a los padres para motivarlos a crear el hábito de la lectura en sus hijos?

Creo que es fundamental tener claro que una persona que lee es una persona que se interesa por cultivarse. Un niño que lee va a generar sentimientos positivos, será más culto y valorará más a las personas de su alrededor. Es imprescindible que los niños conozcan el valor de un libro. Las personas no tienen idea de lo mucho que regalan a través de un cuento infantil.

En nuestras historias -y en muchas otras- buscamos que los más pequeños aprendan que una persona puede ser feliz cuando no hiere a los demás. Con eso, queremos que el libro sea una herramienta para que ellos construyan una sociedad justa y feliz.

No obstante, somos conscientes de que vivimos en un país donde los elevados precios o la ausencia de librerías pueden llegar a ser un impedimento para que las personas que no viven en lugares tan céntricos puedan tener acceso a estas piezas. Por ese motivo, creemos que es importante que los gobiernos regionales presten atención a esta problemática y se le de la atención que merece.

Desde aquí, nosotros, los hermanos Paz, somos agentes literarios. Sabemos la importancia de promover la lectura desde una edad temprana y, por ello, nos encargamos de que nuestros libros puedan llegar a todos los rincones del Perú. Sabemos que existen las ganas, pues hay personas de distintas partes de provincia que han llegado hasta nuestra puerta a adquirir los libros de ‘Chimoc’ y es un escenario maravilloso saber que los pequeños tienen ese entusiasmo por adentrarse a nuestras historias.

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