Niños y tecnología: ¿Cuántas horas pueden pasar en el celular y cuáles son los efectos negativos?

En la actualidad, es normal que grandes y pequeños pasen largas horas frente al teléfono. Generalmente, esta conexión empieza desde la mañana hasta minutos antes de descansar. Por eso, es muy normal ver a personas en el carro, calle y hasta restaurantes con el móvil en la mano.

Aunque esto ya es parte del día a día, no deja de ser perjudicial para las personas, en especial para los niños. Especialistas advierten que estar mucho tiempo con el teléfono puede desencadenar problemas para dormir, dolor en el cuello, la espalda e incluso ansiedad.

En cuanto a los pequeños, un estudio de National Institutes of Health concluyó que pueden tener calificaciones más bajas. Un escenario más desalentador se ve en los menores que pasan más de siete horas con el celular, ya que se observó que tienen un adelgazamiento de la corteza cerebral, el cual está relacionado con el pensamiento crítico y el razonamiento.

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Entonces, ¿cuánto tiempo se debe pasar con el celular?

La Academia Estadounidense de Pediatría y el Instituto Nacional de Salud de EE.UU. recomienda que los niños de dos años para arriba pasen como máximo dos horas frente a los aparatos tecnológicos.

En cuanto a los adultos, no hay un límite exacto sobre las horas que deben estar con el celular, pero expertos recuerdan los efectos negativos que puede pasar si se pasa diez horas diarias con el teléfono.

Algunos de estos están relacionados a los problemas para dormir, dolor crónico en el cuello y espalda, depresión, ansiedad y obesidad.

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La norma del 20-20-20

Para tratar de dejar de lado el móvil, se puede seguir la norma del 20-20-20. ¿En qué consiste? Si se está 20 minutos en el celular u otro aparado tecnológico, los siguientes 20 minutos se deben emplear para ver un objeto que esté a 20 pies de distancia o más, así los músculos de los ojos pueden relajarse.

En el caso de los niños, también se puede empezar a restringir el celular, por ejemplo, a la hora de la comida. Aquí los padres tienen un papel fundamental, ya que depende de ellos proponer nuevas salidas, paseos y más.