A 35 años del fallido atentado contra Ronald Reagan - 1
A 35 años del fallido atentado contra Ronald Reagan - 1
Lilia Córdova Tábori

Era una tarde lluviosa cuando el presidente de EE.UU, Ronald Reagan, su secretario de prensa, James Brady y sus agentes de seguridad salían de una conferencia con sindicalistas en Washington. Mientras el presidente saludaba a la gente que se había congregado a las afueras del hotel Washington Hilton, un hombre oculto entre los periodistas disparó a la comitiva.

Las imágenes de ese día muestran cómo un sonriente Ronald Reagan contiene el dolor provocado por la bala que impactó en su pecho. Un poco aturdido fue empujado por los agentes del Servicio Secreto a su limosina para ser conducido al hospital.  James Brady yacía en el piso con una herida de bala en la cabeza al igual que uno de los agentes de seguridad.

La confusión se apoderó de policías y periodistas que estaban en las inmediaciones del hotel. Agentes del Servicio Secreto doblegaron al agresor. A los cinco minutos del atentado un video era proyectado en Nueva York cuando en Washington aún reinaba el caos. Las informaciones eran contradictorias. Algunos testigos aseguraban que Reagan no estaba herido o que ni siquiera había estado en el lugar. 

Ronald Regan tenía 70 años y 69 días en el cargo. El presidente fue operado para remover la bala que por escazos dos centímetros no llegó al corazón. Por la noche su vicepresidente George Bush aseguró que el mandatario estaba recuperándose de la operación que duró un par de horas. En dos días Reagan ya caminaba y se esperaba que retome sus actividades en tres semanas.

El secretario de prensa James Brady llevó la peor parte del atentado. Tras seis horas de operación, los médicos pudieron salvarle la vida. Brady quedó paralizado y con dificultades para hablar. No obstante, él se convirtió en la voz del control de armas en Estados Unidos. Murió en 2004 a los 73 años. 

¿Quién disparó el gatillo?

John Warnock Hinckley tenía 22 años y provenía de una familia acomodada de California. Su obsesión con la actriz Jodie Foster hizo que atentara contra el presidente Ronald Reagan. Calificado como un joven tranquilo, deportista, sin antecedes penales ni judiciales, Hinckley fue declarado no culpable y recluido en un hospital psiquiátrico debido a sus tendencias obsesivas.

En la actualidad tiene 60 años y las autoridades no creen que pueda reinsertarse en la sociedad, pues no solo ha espiado a sus compañeros sino que ha escrito cartas a asesinos como Charles Manson. 

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