RENÉ ZUBIETA @renezp
Cuando tenía 42 años, María Ruiz Cherres llevaba casi ocho meses gestando a su segundo hijo y algunas complicaciones la obligaron a dar a luz prematuramente por cesárea en la otrora Maternidad de Lima. Debido a ello, perdió mucha sangre y estuvo diez días en coma. Además de sus familiares, los médicos recurrieron a los bancos de sangre para hacerle la transfusión necesaria. Hoy, a sus 45 años, aún se recupera y ve crecer a sus hijos. Afirma que lo que pasó con ella fue un milagro: “Si no existieran donantes, los hospitales no tendrían bancos de sangre para atender tantas emergencias, como la que yo pasé”.
Como ella, cada día más de 1.500 peruanos requieren un donante de sangre. El Ministerio de Salud y Essalud buscan promover que este sea un acto voluntario, es decir, que se actúe por solidaridad, sin importar a quién se destine lo donado.
Sin embargo, solo 5 de cada 100 peruanos donan sangre y, de ellos, el 0,5% lo hace voluntariamente. El Ministerio de Salud necesita 600 mil unidades de sangre cada año, pero en el 2013 solo recolectó 185 mil.
Nancy Loayza, coordinadora del Programa Nacional de Hemoterapia y Bancos de Sangre (Pronahebas), alerta que el Perú tiene un déficit de donaciones, pues la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que para que un país tenga autosuficiencia, el 2% de la población debería hacerlo. “El hombre puede donar cada tres meses; y la mujer, cuatro. [En un año] puede hacerlo cuatro veces. Y si por cada donación se salva una vida, como mínimo puede salvar de 12 a 16 al año”, explica.