Los ‘alfa’ peruanos se dan licencia para lucir atractivos
Los ‘alfa’ peruanos se dan licencia para lucir atractivos
Redacción EC

ROXANA SILVA SOLOGUREN

Hasta hace tres años, era inimaginable y hasta censurable para algunos con prejuicios machistas pensar que en nuestro país un hombre podía gastar parte de su salario en terapias estéticas para detener el paso del tiempo. Esta costumbre era vista como cosa de mujeres.

Pero todo cambia. La sociedad evoluciona. Ahora, los varones también invierten en tratamientos faciales y reductores para eliminar esos centímetros incómodos que ni el gimnasio ha podido combatir. No son metrosexuales, tampoco narcisistas. Son profesionales y ejecutivos, entre los 25 y 60 años, con cierto poder adquisitivo y que gustan de invertir esos dividendos en verse bien.

De acuerdo con un estudio llevado a cabo por el Centro de Terapias Alternativas y de Antienvejecimiento a finales del 2013, este nuevo segmento del mercado puede desembolsar entre S/.270 y S/.4.200 por sesión, a fin de lucir sin bolsas en los ojos, un vientre plano y músculos tonificados. Estos hombres prefieren terapias no invasivas, que emplean tecnología de última generación, para volver a lucir en forma y con un rostro fresco y lozano. Detestan las agujas y no están dispuestos a recurrir al bisturí para mejorar su apariencia, pues alteraría su trabajo y su vida social.

El informe también revela que solo les interesa las terapias cortas, de máximo cinco sesiones, y que no les implique invertir más de 1 hora por cita. Además, investigan mucho sobre los procedimientos ‘antiaging’, más que las mujeres, son buenos pagadores, no piden descuentos y quieren resultados inmediatos, aunque para nada dramáticos porque no desean cambiar sus rasgos ni gestos. Solo anhelan quitarse unos cuantos años y decirle adiós a los antiestéticos rollos alrededor de la cintura o de la cadera alta.

Martina Gómez, gerenta general del centro y autora del estudio, explica que estos caballeros se dividen en dos grandes grupos: los adultos jóvenes, de 25 a 40 años, que se preocupan en reducir el tejido adiposo acumulado en distintas partes del cuerpo, en desarrollar musculatura y en borrar las secuelas del acné o las manchas producidas por el sol

El segundo grupo es el de los maduros.  Su edad oscila entre los 41 y 60 años y desean envejecer lentamente. Optan, casi siempre, por terapias que mejoren el aspecto de la cara y su estado mental y físico (no necesariamente el aspecto estético). El estrés es su enemigo número uno y les genera múltiples molestias: desde olvidos recurrentes hasta sobrepeso, pérdida del deseo sexual y dolores de cabeza.

PREFERENCIAS DEFINIDAS
Nancy Sánchez, doctora del hospital Fundación Jiménez Díaz de Madrid y especialista en terapias antienvejecimiento, precisa que los más jóvenes se inclinan por procedimientos como la activación muscular dinámica para mejorar el volumen de los brazos, pechos y abdomen; o por la radiofrecuencia tripolar para generar un calor profundo en los tejidos y desintegrar los depósitos de grasa, la cual se elimina a través de las heces y la orina.

En cambio, los hombres mayores se concentran en el rejuvenecimiento facial con tecnología láser para combatir la flacidez de las mejillas, suavizar arrugas, eliminar el aspecto cansado de los ojos y combatir la acumulación de tejido adiposo en la papada. Se someten a modernas y costosas terapias que en unos cuantos minutos logran importantes mejoras en su aspecto. Utilizan desde rellenos hasta aparatos que generan un efecto ‘lifting’ para tensar la piel de la cara y del cuello.

La experta añade que los métodos ‘antiaging’ más utilizados por esta población son los sueros antienvejecimiento, la terapia celular autóloga y las células madre, pues tienen mayor tolerancia a las inyecciones y no quieren enfermarse.

Según el psicoanalista Manuel Saravia, director del Instituto Guestalt de Lima, este renovado gusto masculino por la buena imagen se debe a múltiples factores.

“El buen momento económico ha generado que, desde hace algún tiempo, los profesionales y empresarios tengan sueldos más interesantes y se preocupen más por su aspecto personal. Si a esto le añadimos la proliferación de futbolistas y actores metrosexuales, los hombres peruanos se han dado permiso para verse mejor”, afirma.

Estos nuevos patrones no solo se reflejan en el afán de los varones por hacer ejercicios y cuidar su salud, también en sus hábitos de consumo. Hoy también gastan buena parte de sus ingresos en ropa para distintas ocasiones.  En este contexto, José Miguel Valdivia, diseñador y embajador de la marca Perú, sostiene que ya no se conforman con el polo de color entero y el jean azul para un look casual

En la actualidad, buscan una camisa sport con buen corte o un polo con diseño para salir con su familia o con sus amigos el fin de semana. “Poco a poco están encontrando su identidad”, declara. Los que tienen mayor solvencia pueden comprar pañuelos de seda o zapatos de cuero cuyos precios oscilan entre los S/.1.000 y S/.2.500.

Otros, camisas que no necesitan plancharse y son repelentes al agua que valen S/.270 y son usadas por artistas como Will Smith, Paul McCartney y Ben Affleck.

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