Andy Gregory Cortez Carrillo, de 27 años, enamoraba a jovencitas y las invitaba a viajar a Guayaquil para que ellas, sin saberlo, transporten cocaína escondida en las zapatillas. El joven les decía que era un exportador de calzado.
Cortez Carrillo, quien era buscado por la policía desde hace varios meses, fue capturado en la avenida Arequipa, cerca al óvalo de Miraflores. Este distrito y San Isidro eran los lugares que elegía para captar a las mujeres.
Walter Palomino, jefe de la Divincri de Miraflores, comunicó a Perú 21, que el sujeto trabajaba para una mafia italiana. Él se encargaba de colocar 200 gramos de clorhidrato de cocaína en la suela de las zapatillas y cruzaba la frontera del Perú y Ecuador a pie. Una vez en Guayaquil, realizaba los envíos a Holanda, Inglaterra, Rusia y otros, con lo cual ganaba 250 mil dólares al mes.
La policía encontró entre las pertenencias de Cortez, un celular con fotos en las que aparecía pesando la cocaína antes de acomodarlas en el calzado. Asimismo, se informó que el sujeto había trabajado antes para el Cartel de Juárez.
Actualmente, el traficante se encuentra en el penal Piedras Gordas I, luego de ser transferido de la cárcel Sarita Colonia, en el Callao, por ser amenazado por presos mexicanos.