Luego de ocho meses de trabajos, la Municipalidad de San Isidro presentará hoy la remodelada calle Los Libertadores, un proyecto vial que generó controversia y dividió a los vecinos del distrito.
El Comercio recorrió ayer la calle y encontró a vecinos que defienden la obra y aseguran que aporta tranquilidad y nuevas áreas verdes. Otros, en cambio, consideran que el proyecto se realizó con prepotencia y sin tomar en cuenta su posición.
Para el alcalde del distrito, Manuel Velarde, se trata de un proyecto emblemático que busca recuperar los espacios públicos para los ciudadanos y que incentiva el uso de medios de transporte alternativos como la bicicleta.
“Esta calle no es para autos. Hemos hecho un replanteamiento completo de una vía que servía de cochera, básicamente de oficinistas. Esta es nuestra visión de ciudad donde las personas son el centro y no el auto”, expresa el burgomaestre.
El nuevo diseño de Los Libertadores ya no posee dos carriles para vehículos. Uno de estos fue modificado exclusivamente como ciclovía a lo largo de las siete cuadras de la calle. Además, el carril de automóviles es sinuoso para impedir que los choferes excedan el límite de velocidad permitido, de 30 kilómetros por hora.
Sin embargo, estos cambios generaron disgustos en un sector de vecinos que consideran que esta obra tiene múltiples defectos. Dicen, principalmente, que la reducción de la calzada pone en riesgo a los conductores.
“Existen muchas deficiencias técnicas. Todos los sardineles están con marcas de llantas; es decir, que han sido golpeados por vehículos. Además, la vía no está habilitada para que puedan ingresar camiones de bomberos”, resalta Baldo Serkovic, un vecino.
La inauguración de Los Libertadores se realizará hoy a las 7:00 p.m. en el parque Murillo (cruce de Choquehuanca con Camino Real). Vecinos dijeron que harán un ‘cacerolazo’.
La obra tuvo una inversión de S/4,5 millones y se ejecutó por presupuesto participativo. Las labores comenzaron el 25 de abril de este año y culminaron el pasado 13 de diciembre. Los trabajos incluyeron la reparación de 3.337 m2 de pistas y la colocación de 2.618 m2 de áreas verdes.
- Revocación frustrada -
Opositores de la gestión de Velarde iniciaron este año un proceso de revocación del alcalde por las reformas que impulsa. Sin embargo, la iniciativa no prosperó debido a que no recolectaron las firmas necesarias.
El alcalde, en su defensa, asegura que durante el año pasado realizaron varias reuniones con vecinos para explicarles el proyecto y que este fue aceptado por la mayoría.
Indicó que aquellos que critican su gestión son una minoría. “Allí –dijo– está incluido el grupo político que perdió las elecciones” .
En las elecciones distritales del 2014, Manuel Velarde ganó la Alcaldía de San Isidro al superar por solo 872 votos a su principal rival, Madeleine Osterling, del partido Fuerza Popular.
Para el experto en temas municipales Julio César Castiglioni, detrás de un proceso de revocación existe un interés político que no necesariamente busca el beneficio de la comunidad.
“Usualmente los grupos perdedores se unen con frentes de defensa o a través de juntas vecinales para cuestionar todas las obras que realice el alcalde vencedor”, indicó Castiglioni.
- Ciudad para peatones -
Velarde explica que la remodelación de la calle Los Libertadores es la primera de una serie de proyectos que el municipio tiene en cartera.
“Luego continuaremos con la microintervención en Las Begonias, que va a pasar a una segunda etapa. También tenemos en planificación la calle Dos de Mayo y un corredor biosaludable en Córpac”, dice Velarde.
El burgomaestre señala que las personas que se oponen a las obras terminarán por darse cuenta de que estos proyectos revalorizan sus predios.
Para la urbanista Mariana Alegre, el concepto moderno de ciudad se logra a través de tomar decisiones que beneficien a la mayoría de ciudadanos sobre los que utilizan autos particulares, que representan un porcentaje menor de la población.
“Entiendo el descontento de los vecinos de San Isidro. Ellos pierden un beneficio que tuvieron [de dejar sus autos en la calle], pero la transformación de la ciudad va con un cambio de paradigma”, indica Alegre.