Un terremoto de 8.8 grados en Lima generará más de 110 mil personas fallecidas, cerca de 2 millones de heridos, más de 4 millones de viviendas dañadas, y más de 4 mil colegios destruidos. Todos los servicios colapsarán: el agua, el desagüe, la luz y las comunicaciones. Tras el sismo, en 15 minutos, llegaría un tsunami con olas de 8 metros y estas afectarán a 330 mil personas. En el peor escenario, la capital quedará devastada.
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En esta entrevista para la campaña #EstemosListos, de El Comercio, el jefe del Instituto Nacional de Defensa Civil, Carlos Yáñez Lazo, comenta sobre los retos que tiene la ciudad frente a un desastre de esta dimensión.
–¿Lima está mejor preparada que antes para responder a un terremoto de 8.8 grados?
Estamos en ese camino. Trabajamos arduamente con toda la plataforma de gestión de riesgo, con los ministerios, pero aún nos falta. Debemos seguir trabajando y sensibilizando a la población. Indeci ve la gestión reactiva: debemos contar con bienes de ayuda humanitaria en los almacenes y preparar a todos para manejar la emergencia.
–¿Qué se ha avanzado en los últimos años en prevención y preparación? Insisto en la pregunta: ¿Estamos mejor preparados?
Hemos avanzado, porque contamos ahora con el pliego presupuestal 068. Cada gobierno regional o local puede asignar los recursos necesarios para poder implementar sus almacenes de ayuda humanitaria y capacitar a su personal. Nosotros, por parte del Indeci, venimos trabajando en capacitación constante con los gobiernos locales y regionales, tanto Lima como en provincias. [...] La tarea es muy ardua, pero debemos prepararnos desde nuestros hogares y barrios. Tenemos un plan de educación comunitaria. Se desarrollan tres cursos en línea masivos dirigidos a la población en general y referidos al plan familiar de emergencia, a la gestión inclusiva de riesgo y al mapa comunitario de riesgo.
–¿La población de Lima es consciente del daño que ocasionará un sismo de 8.8°?
Creo que, en estos momentos, los limeños no son consciente de lo que ocasionará un terremoto. Como hemos tenido un silencio sísmico de más de 200 años, la población piensa que no va a ocurrir, cree que pueden pasar otros 200 años. Por eso, trabajamos en la sensibilización. La responsabilidad es de todas las autoridades.
–¿La pandemia afectó el trabajo de preparación de la gente y de las autoridades?
Indeci organiza los simulacros, que ayudaban a que toda la población establezca sus áreas de seguridad y [la respuesta ante una emergencia] sea más coordinada. Lamentablemente por pandemia hemos tenido que hacer simulacros dentro de los hogares, para que cada familia establezca sus zonas seguras, pero no ha sido de gran participación. Esperamos pronto regresar a la normalidad y hacer simulacros que involucre a toda la sociedad, el sector público, el privado y las familias en general.
–¿El gasto público también se afectó? ¿Se gastó menos en prevención de desastre por la pandemia?
Creo que no, pero muchos de los recursos con los que contaban los gobiernos regionales y locales se han destinado para el COVID-19. Ahora que estoy yendo a varias ciudades, sé que están invirtiendo en prevención. Se viene trabajando. Hubo un retraso por el tema de COVID-19, pero vamos por buen camino.
–Conversando con algunos especialistas en Defensa Civil, nos comentaron que a estas alturas del año ya estaban colocados los carteles de evacuación en Mesa Redonda. ¿No hay una demora en ese tipo de acciones preventivas?
El Indeci no ve esos temas directamente. Esa es una competencia de cada gobierno local y regional.
–¿Pero ustedes los supervisan, verdad...?
Coordinamos; estamos asesorándolos técnicamente. Ya es un tema de responsabilidad directa de su oficina de gestión de riesgo. Ellos van monitoreando y tomando acciones correspondientes ante una emergencia. Gracias por señalarme ese tema y vamos a tratar de coordinar con la Municipalidad de Lima para que tome acciones correspondientes.
–¿Cuáles serían las zonas más afectadas de Lima?
Lima es una ciudad que ha crecido mucho en los últimos años. Hay zonas de alto riesgo, donde el terreno es inestable y zonas con construcciones que no han seguido los patrones de construcción establecidos. San Juan de Lurigancho, La Molina, Villa María del Triunfo son lugares de alto riesgo, por el tipo de suelos. En un terremoto de 8.8 grados, estas poblaciones van a sufrir las consecuencias del terremoto.
–Se está trabajando en alguna política que facilite a la población la contratación de un profesional de la construcción, considerando el problema de informalidad que existe en este sector.
La otra vez hubo una exposición para los alcaldes de Lima, en el Centro de Operaciones de Emergencia. Tengo entendido, porque no es mi competencia, que el Ministerio de Vivienda viene trabajando en todo ello.
–En un Tsunami, el aeropuerto podría ser afectado. En caso de requerir ayuda humanitaria internacional, ¿qué se tiene planificado?
Estuve en la ciudad de Pucallpa y la semana pasada en Cusco. Venimos trabajando con la colaboración del PNUD y DHL. Se están haciendo talleres en 18 aeropuertos del Perú para que estos estén en condiciones de recibir bienes de ayuda humanitaria. En emergencia, el aeropuerto Jorge Chávez puede quedar inhabilitado por el desastre. En estos otros aeropuertos se está haciendo un diagnóstico. No le puedo decir ahora si están preparados o no. Estamos trabajando el diagnóstico y las recomendaciones.
–Si los hospitales quedan destruidos o colapsan tras un terremoto, ¿en dónde se atenderían a los heridos? ¿Hay un plan?
Cada ministerio tiene su oficina de gestión de riesgo. En su plan de respuesta ante un desastre, [el Ministerio de Salud] debe identificar qué hospitales podrían colapsar y establecer en qué áreas colocarán los hospitales de emergencia. Esto lo mencionó la primera ministra [Mirtha Vásquez] durante la reunión del Conager (Consejo Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres) y, seguramente, cuando realicemos el segundo Conager ya los ministerios tendrán establecidos sus planes de contingencia ante una posible emergencia en la ciudad de Lima.
–Conociendo que las posibilidades de un sismo son altas en la ciudad, ¿no es cuestionable que en este momento aún no se tenga ya un plan definido? El terremoto podría ocurrir ahora mismo.
Sé que ya los ministerios vienen trabajando con su plataforma de Defensa Civil. Estoy seguro que los ministerios están en ese camino.
–¿Tienen algún nivel de coordinación con el sector privado?
Trabajamos con Hombro a Hombro. Es una organización que agrupa a muchas empresas. Trabajan de la mano con Indeci. Antes, ocurría una emergencia en Puno y llevaba cosas que de repente no se necesitaban. Ahora se trabaja de forma coordinada. En una emergencia,en Cusco, por ejemplo, nosotros les decimos qué se necesita y ellos apoyan. Sí hay coordinación.
–No se ha pensando en poner mayores esfuerzos en hacer simulacros más focalizados; quizá los municipios pueden trabajar a nivel de barrios y urbanizaciones y así tener más control del ensayo.
Como Indeci, hacemos convocatorias a nivel nacional; sin embargo, cada municipio puede hacer su propio simulacro en coordinación con su plataforma de defensa civil. Cada autoridad lidera en su territorio sus plataformas. Ellos están en condiciones de realizar los simulacros que deseen durante el año.
–¿Nota esa voluntad en los municipios?
Sí, hay voluntad. Cada región hace su propia simulación porque están sujetas a diferentes emergencias. Lima puede sufrir un terremoto y, en otros lugares, lluvias intensas, inundaciones, incendios forestales, vientos huracanados.
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