La obra del religioso, en Lima y en Chimbote, destaca por su compromiso, entrega y desprendimiento. En la imagen, monseñor Bambarén (con lentes) junto con el arzobispo de Lima, Carlos Castillo y Nicola Girasoli del Nuncio Apostólico. (Foto: Mario Zapata/Archivo GEC)
La obra del religioso, en Lima y en Chimbote, destaca por su compromiso, entrega y desprendimiento. En la imagen, monseñor Bambarén (con lentes) junto con el arzobispo de Lima, Carlos Castillo y Nicola Girasoli del Nuncio Apostólico. (Foto: Mario Zapata/Archivo GEC)
Yasmin Rosas

La impresionante labor de monseñor es una muestra de su entrega, dedicación y lucha constante por mejorar la calidad de vida de las personas más humildes. Con una trayectoria de más de 60 años como sacerdote y más de 50 como obispo, el religioso, miembro de la Compañía de Jesús, tuvo un rol bastante activo en los momentos más álgidos de nuestro país.

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Su partida, a los 93 años, dejará un irreparable vacío dentro de la Iglesia peruana, en donde es considerado un referente para muchos religiosos y devotos de la fe católica. “Es uno de los obispos que mejor ha tratado de insertar a la Iglesia en la vida, en el dolor y en las luchas del pueblo”, señaló el arzobispo de Lima, al conocer la noticia de su deceso por , durante la mañana del viernes.

Sensibilidad social

Nacido en Yungay, Áncash, en 1928, monseñor Bambarén supo desde siempre que su destino era ser sacerdote. Pero fue recién a los 39 años, después de ser nombrado obispo por el papa Pablo VI, el 1 de diciembre de 1967, que tuvo más en claro cuál debía ser su misión.

“Fui al sagrario y le dije a Jesús: ¿Qué quieres de mí?, y me dijo: Quiero que seas auténtico, dedícate a los pobres. Ámalos y evangelízalos”, contaba el religioso a El Comercio en el 2018, cuando estaba a punto de cumplir los 90 años.

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Fue así como monseñor se entregó de lleno al trabajo con los más desfavorecidos y pudo llegar a muchos jóvenes como obispo auxiliar de Lima. Incluso, llegó a ser detenido en 1971 cuando se registraron violentos desalojos en la zona de Pamplona (antes parte de Villa El Salvador), donde trabajaba con varias familias.

Y más adelante, en 1978, continuó con su labor en el norte, cuando fue nombrado obispo de Chimbote.

Monseñor Bambarén tras los violentos desalojos en la zona de Pamplona, en Villa El Salvador, en 1971. (Archivo Histórico de El Comercio)
Monseñor Bambarén tras los violentos desalojos en la zona de Pamplona, en Villa El Salvador, en 1971. (Archivo Histórico de El Comercio)

Durante el conflicto armado, en 1986, monseñor Bambarén fue amenazado después de que más de 25 mil jóvenes levantasen la cruz de la paz en un cerro. El acto simbólico significaba un compromiso entre los muchachos, Cristo y el Perú, y, tenía la finalidad de mostrarlos como constructores de la paz y defensores de la vida. “Ese fue el gran ‘delito’ mío, haber promovido eso. Por eso pusieron tres bombas en mi casa, hubo una serie de emboscadas. Yo recurrí a mi confianza en Dios”, decía Bambarén.

El obispo emérito de Chimbote y expresidente de la Conferencia Episcopal Peruana, también será recordado por su labor de concertador no solo en conflictos sociales con líderes políticos y sindicales, sino también en su rol como observador de la Comisión de la Verdad.

“Para monseñor Bambarén el Evangelio no solo era un instrumento práctico, era algo que se podía vivir cada día. Él era un hombre que siempre veía la posibilidad de hacer grandes cosas y que se involucró mucho con la población y los movimientos sociales. Su labor fue fundamental para transmitir nuevas formas de vocación y de fe”, señala el padre Rafael Fernández Hart SJ, rector de la Universidad Antonio Ruíz de Montoya, que conoció muy de cerca al monseñor.

El legado del religioso fue tan amplio que incluso fue reconocido por el propio papa Francisco, con quien compartió dos sínodos e intercambió correspondencia antes de la visita del Sumo Pontífice al Perú en el 2018. “Tú eres el obispo revolucionario del Perú”, le dijo.

Desde la Compañía de Jesús, informaron que la misa funeral de monseñor Bambarén se celebrará este sábado 20 de marzo al mediodía. La ceremonia, que será oficiada en la Catedral de Lima, será transmitida por la página de Facebook del Arzobispado y retransmitida por los jesuitas del Perú.

Confirman deceso de monseñor Bambarén
Los Jesuítas del Perú enviaron comunicado a través de twitter.

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