Acusadas de usurpar terrenos, extorsionar y matar por encargo en Lima norte, un total de 61 personas fueron detenidas en junio del 2017. Según la investigación, ellos pertenecían a la organización criminal Los babys de Oquendo. Entre los detenidos de aquella vez figuraban 24 policías en actividad y dos funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario (INPE).
A los días de ese operativo, llevado a cabo por el delito de crimen organizado, se abrió otra investigación por lavado de activos. El objetivo era rastrear el dinero que habían ido amasando los integrantes de la banda producto de sus delitos.
En el marco de esta investigación, el Poder Judicial ordenó a través de una resolución el allanamiento e incautación de 20 inmuebles en un operativo que se realizó hoy en Lima Metropolitana, Cañete, Huaura, Huaral y Callao. Participaron 300 policías y 32 representantes del Ministerio Público.
En diálogo con El Comercio, el coronel PNP Jorge González, jefe de la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac), detalló que esta organización criminal habría comprado propiedades, cayendo en delitos de conversión, transferencia, ocultamiento, tenencia y transporte de activos, a través de personas naturales y jurídicas.
“En paralelo a la investigación por crimen organizado se inició una por lavado de activos en el 2017, que involucra a familiares directos e indirectos de los miembros de la banda. Con el dinero amasado producto de sus actos delictivos habrían adquirido diversas propiedades. No se ha podido demostrar la procedencia legal del dinero con que fueron compradas”, señaló.
Vale precisar que el operativo de hoy también contempla la incautación de siete automóviles, tres trimotos y tres motocicletas. Hasta el momento se han hallado 300 mil dólares en los inmuebles allanados. No se han dado explicaciones sobre su origen.
¿Cómo surgen y operan?
Este grupo criminal estaba compuesto por los fundadores y remanentes de las bandas delictivas “Los Destructores” y “Los Injertos del Fundo Oquendo”. Ambas alcanzaron mala fama por ser las más sanguinarias en la década del 90. Perpetraron sonados asaltos con fusiles de guerra, secuestros de empresarios a los que torturaban y asesinatos de policías y militares a fin de robarles sus armamentos.
“Tras la captura de sus principales cabecillas y miembros es que se forma la organización Los babys de Oquendo, banda que en sus inicios era dirigida desde la cárcel por Jacinto Valentín Aucayauri Bellido, más conocido como ‘El Cholo Jacinto’”, contó el coronel González.
En los últimos años la organización criminal se había concentrado en el cobro de cupos a empresas del sector construcción, como una forma menos peligrosa de obtener grandes cantidades de dinero. El foco de sus actividades ilícitas en la capital se centraba en los distritos de Los Olivos, San Martín de Porres, Puente Piedra (Zapallal) y Carabayllo. En el Callao llegaron a operar en Ventanilla y la zona de Oquendo.
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De acuerdo con las investigaciones de la Policía Nacional, Los Babys de Oquendo captaban a delincuentes prontuariados o exreclusos para crear un falso sindicato o gremio de construcción civil. Bajo esa fachada exigían pagos por seguridad o “chalequeo” a diferentes empresas de transportes, fábricas y compañías situadas en su área de dominio.
La organización también se valía de algunos funcionarios con los que se coludían para apropiarse ilícitamente de terrenos, sacando ventaja de la inacción y la no habitabilidad de los predios. El objetivo era venderlos a terceros.
Radiografía de Los Babys de Oquendo
Tras la muerte del ’Cholo’ Jacinto en abril del 2017, al interior del penal La Capilla (Juliaca, Puno), el liderazgo de la organización criminal recayó primero en su hermano Juan Enrique Ramos Bellido, conocido como ‘Kike’, quien se encuentra recluido en el mismo penal. En el operativo del 2017 cayó su lugarteniente, Helio Eduardo Tolentino Huerta, en una vivienda de la zona Oquendo (Callao).
“El Cholo Jacinto fallece en el 2017 y su su hermano Kike toma el mando de la banda. Al mismo tiempo, su brazo derecho, Helio Tolentino Huerta, recibía las órdenes en la calle y se las comunicaba a los demás integrantes. Él fue atrapado en el 2017″, indicó el jefe de la Diviac.
Entre los hechos criminales con los que se vincula a los integrantes de Los Babys de Oquendo están el asalto a un camión de Centromin, ocurrido en noviembre de 1993, y el asesinato de Nora Ruiz y su hija, Melissa Paredes, el 3 de enero de 1998. Asimismo, el secuestro de Carlos Tonani Camusso, en junio del 2002, el secuestro de Mariana Farkas de Pollack, en setiembre de ese mismo año, y el secuestro de Edmundo Castillo Silva, reportado en julio del 2011.
A pesar de que sus cabecillas han estado recluidos en penales, los integrantes de Los Babys de Oquendo consiguieron tejer una estructura criminal con roles bien definidos.
Por ejemplo, en el megaoperativo del 2017 se capturaron coordinadores de las diferentes zonas para temas de usurpación, extorsión y sicariato, así como encargados de administrar el dinero, gatilleros, sicarios, falsos dirigentes de construcción civil, chalecos de obras, testaferros, abogados, inversionistas, proveedores de armas de fuego, encargados de la movilización del armamento y del dinero para comprarlas y responsables de recibir los chips de celular para ingresarlos al penal.
Al mismo tiempo, la organización criminal se había asociado con funcionarios públicos, quienes los ayudaban en aceptar a trámite la formalización de los terrenos usurpados. Entre los detenidos figuraron, además, dos funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario (Sergio Haro Huapaya y Edwin Paco Chambi) y 24 policías, quienes convertían en simples ocurrencias las denuncias presentadas en contra de los integrantes de la banda.
Los agentes detenidos aquella vez fueron los suboficiales Walter Álvarez Minchola, Juan Alberto Bravo Cáceres, Alejandro Orozco Huaytalla, Teófilo Marroquín Ramírez, Edgar Matos Temple, Pamela Lescano Vila, André Francisco Sánchez, William Marengo Ojeda, Arturo Carrillo Gomero, Ángel Portillo Mizoguchi, Luis Meza Gamarra, Martín Gonzales Maldonado, Rubén Barcena León, José Antonio Quispe Gonzáles, Evander Bellido Kancha, Kathyna del Pilar Blancas Calderón, Luis Tanta Albirena, Hugo Lovatón Laime, Yovet Huarac Matto, Lenin Martínez Gonzáles y Jean Paul Pascual Jorge.
Además, entre los detenidos también destacan los comandantes PNP Humberto Santillán Otiniano y Jorge Luis Domínguez Calle, así como el Capitán PNP Hugo Medina Gonzáles.
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