En el Perú, 1 de cada 4 habitantes tiene entre 10 y 24 años. Esta población enfrenta desafíos para su desarrollo integral, pues los estereotipos y roles que se les asigna socialmente a las niñas, adolescentes y jóvenes genera desigualdades de género que limitan sus autonomías y su derechos a una educación sexual, a una salud sexual y reproductiva, y a una vida libre de violencias, sin prácticas como las uniones y matrimonios infantiles.
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Es en este contexto que ocurren con frecuencia embarazos y maternidad temprana. Cada año, alrededor de 50 mil niñas y adolescentes de hasta 19 años son madres en el país. En 2020, por ejemplo, 1.158 menores entre 10 y 14 años experimentaron una maternidad, número que incrementó a 1.437 en 2021. Asimismo, 23 niñas menores de 10 años se vieron forzadas a ser madres ese mismo año, según cifras preliminares del Certificado del Nacido Vivo del Ministerio de Salud (Minsa) en línea.
Hugo González, representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFA) en Perú, señaló que si se toma en cuenta los últimos cinco años, del 2019 al 2023, se observa que aproximadamente 7 mil niñas de 10 a 14 años se han convertido en madres en el Perú. Es decir, un promedio de 4 menores por día.
Asimismo, indicó que en el año 2022 hubo 1.611 niñas de este grupo poblacional que se convirtieron en madre, mientras que en 2023 la cifra fue de 1.351. Si bien pareciera que se registró una disminución de un año al otro, González dijo que eso no es cierto del todo. Para ello, agregó, se debe analizar el número de niñas existentes en este rango de edad por año y así calcular la tasa en razón del número de nacimientos.
“Debido a que cada vez hay un menor índice de fecundidad (número de hijos por cada mujer) en el Perú, se observa que el número de niñas de 10 a 14 años es un grupo poblacional que comienza a disminuir. Esto significa que si bien aparentemente en números absolutos hay una reducción de niñas de esta edad que se han convertido en madres en el 2023 respecto al 2022, lo que ocurre en verdad es que la tasa sigue siendo exactamente la misma a la que teníamos, por ejemplo, en el 2021″, explicó.
González sostuvo que el embarazo y la maternidad adolescente frenan la continuidad de la educación de niñas, adolescentes y jóvenes y colocan una barrera que dificulta el desarrollo de sus habilidades, menoscabando las posibilidades de que culminen con éxito sus metas académicas y puedan alcanzar sus proyectos de vida.
A fin de visibilizar la ocurrencia de este fenómeno que afecta a miles de niñas y adolescentes a diario, así como contribuir a la formulación de políticas públicas sobre el tema, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) con sede en Perú, alineado con su Programa de País 2022-2026, desarrolló el estudio “Mapa del embarazo y la maternidad adolescentes en el Perú”, que recopila datos y tendencias de indicadores relacionados al embarazo, la maternidad y la fecundidad de niñas y adolescentes de 10 a 19 años, a partir de información oficial.
Cifras alarmantes a detalle
La situación que reflejan los datos en este documento es compleja y para superarla se requiere que las instituciones y actores desarrollen acciones que logren incidir en la garantía de los derechos de las niñas y adolescentes. Algunos datos claves sobre la situación del embarazo y la maternidad adolescente en el Perú son:
Niñas de 10 a 14 años:
- Cada día, en el Perú, hasta 11 niñas de 10 a 14 años quedan embarazadas y 4 se convierten en madres. Una gran mayoría lo es producto de abusos sexuales. Entre 2020 y 2022, la maternidad en niñas de esta edad creció 40%.
- Las regiones de la selva y la sierra registran las tasas más altas de fecundidad adolescente, mientras que las regiones costeras tienen tasas más bajas. En Ucayali, la tasa de nacimientos en niñas de hasta 14 años es 6 veces mayor que el promedio nacional.
- Entre el 2020 y el 2021 el registro de nacimientos vivos en niñas de 10 a 14 años aumentó de 1.158 a 1.431 (24% más). El aumento continuó en el 2022 con 1.611 nacimientos vivos (40% más respecto del 2020), según registros del Minsa e INEI.
- De los 3.000 a 3.500 partos anuales de madres adolescentes de 15 años registrados en los años 2019 al 2022, al menos tres cuartos de sus embarazos habrían ocurrido cuando ellas tenían 14 años. Con ello, los embarazos en niñas de 10 a 14 años estarían en torno a los 15.000 en esos cuatro años.
- Lima encabeza el ránking de regiones con más de 30 niñas menores de 10 años que fueron forzadas a ser madres, desde el 2012.
- Las atenciones por violencia sexual en niñas de 10 a 14 años en los CEM se triplicaron entre 2017 y 2022, con mayor proporción de incremento entre 2020 y 2021 (pandemia).
- Es importante recalcar que el embarazo en una niña de 14 años o menos edad es -en todos los casos- consecuencia de una violación sexual, según lo establecido por el ordenamiento legal peruano.
- Es urgente eliminar la figura del matrimonio infantil del marco jurídico nacional y con ella la posibilidad de que agresores sexuales de menores de 14 años muten de violadores a esposos y eviten así la pena por el delito correspondiente contemplada en el código penal vigente.
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Adolescentes de 15 a 19 años:
- En el Perú, cada hora 6 adolescentes de 15 a 19 años se convierten en madres, según cifras registradas por el Minsa.
- Según la ENDES 2022, el 9,2% de adolescentes 15 a 19 años estuvieron alguna vez embarazadas, de las cuales el 7,5% ya eran madres y el 1,7% estaban gestando por primera vez. La mayor proporción se registró en los departamentos de Amazonas (21,8%), Ucayali (21,7%), Loreto (18,1%) y San Martín (14,5%). Sin embargo, al promedio nacional habría que agregarle que 2,2% de adolescentes de 15 a 19 años reportó haber tenido una “pérdida, aborto o nacido muerto”. Con ello, resultaría que, en el 2022, uno de cada cinco embarazos en adolescentes habría terminado como “pérdida, aborto o nacido muerto”.
- En el 2022 la maternidad y embarazo en adolescentes de 15 a 19 años fue diez veces superior entre las adolescentes del quintil de menor riqueza respecto de las de mayor riqueza (19,9% vs. 1,9%). Una de cada cinco, versus una de cada cincuenta.
- Un poco más del 70% de los embarazos en adolescentes de 15 a 19 años no son planeados.
- La multiparidad entre niñas y adolescentes de 10 a 19 años es frecuente en Perú, y es un desafío enfrentado por todas las mujeres en edad reproductiva.
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Otras conclusiones:
- Las niñas de 10 a 14 años, así como las adolescentes de 15 a 19 años tienen mayores tasas de mortalidad materna e infantil que las mujeres mayores de 20 años debido a que enfrentan desafíos en términos de acceso a servicios de salud y educación, y tienen mayores riesgos de sufrir violencia de género y abandono escolar.
- La multiparidad entre niñas y adolescentes de 10 a 19 años es frecuente en Perú, y es un desafío enfrentado por todas las mujeres en edad reproductiva.
- Si proyectamos una estimación del 2021 hasta el 2030, el costo económico acumulado del embarazo y la maternidad en niñas y adolescentes sería de 3.135 millones de dólares . Es decir, el país dejaría de percibir dinero en, por ejemplo, impuestos que estas madres tempranas podrían pagar por tener mejores ingresos, por diferencias salariales, por los costos que acarrea atender sus maternidades, entre otros.
- Las regiones tienen un presupuesto promedio de apenas S/9 por persona para la prevención del embarazo adolescente; 8 regiones no llegan a los S/5 de presupuesto, pese a que el mínimo ideal debería ser S/55.
Otros datos relacionados
Algunos datos claves vinculados al embarazo y la maternidad adolescente en el Perú, y por consiguiente también a la violencia de género, son los siguientes:
En el Perú, las víctimas de violencia sexual son sobre todo niñas y adolescentes entre 12 y 17 años. Asimismo, este tipo de violencia suele ocurrir en los entornos más cercanos.
Estos datos fueron recogido por los Centros de Emergencia Mujer (CEM) al 2022. Se estableció que los menores de 0 a 17 años concentran el mayor número de casos de todas las formas de violencia sexual en Perú.
Solo en ese año, los CEM registraron en total 22.881 casos de este delito. De estos, el 72% (16.544) de las víctimas correspondieron a menores de edad. Los adolescentes de 12 a 17 años fueron los más perjudicados.
En tanto, en el 2023, los servicios especializados del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) registraron y atendieron más de 16.000 casos de niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia sexual, así como a más de 6.000 niñas y adolescentes que fueron ultrajadas sexualmente.
Algunos efectos de la maternidad temprana son la deserción escolar y las dificultades para acceder a un trabajo decente, lo cual profundiza el círculo de pobreza. En el Perú, más de 56.000 niñas y adolescentes comienzan a convivir y casarse con una pareja cada año (matrimonio infantil).
Por su parte, González comentó que ante esta situación alarmante es necesario promover una educación sexual integral en los colegios y hogares. Esto se vería reflejado, por ejemplo, en la postergación del inicio de relaciones sexuales entre los adolescentes pues estarían más conscientes de lo que significa y de la madurez que tendrían que alcanzar.
“Se calcula que se pospondría el inicio de las relaciones sexuales en un 40%. Entonces claro, si tienes una postergación del inicio de tu vida sexual el riesgo de salir embarazada se posterga también”, explicó.
Por el otro lado, dijo que este tipo de educación permite tomar decisiones informadas en base al buen uso de métodos anticonceptivos modernos y por ende a la prevención de un embarazo.
Lanzan iniciativa
El UNFPA dio inicio en abril pasado, al proyecto “Liberando su potencial: Empoderando a niñas, adolescentes y mujeres jóvenes para el ejercicio de sus derechos”, con el apoyo financiero del gobierno de Canadá. Esta iniciativa, que se extenderá hasta marzo de 2031, se enfocará en las regiones Ayacucho, Piura y en el distrito limeño de San Juan de Lurigancho, áreas identificadas por sus necesidades críticas en salud y derechos sexuales y reproductivos.
El UNFPA recordó que en 2023, los Centros de Emergencia Mujer atendieron a 30.837 personas por violencia sexual, de las cuales el 49,1% fueron niñas de 12 a 17 años. Asimismo, en el 12.524 de los casos hubo violación sexual. Adicional a ello, precisó que 1 de cada 4 mujeres peruanas ha sufrido violencia física por su pareja alguna vez en su vida.
Resaltó también la tendencia creciente de embarazos y maternidades forzadas en el país. En el 2023, hubo 1.357 partos de niñas menores de 15 años, una cifra que ha ido en aumento desde el 2019. Esta situación es aún más grave para aquellas que están en el quintil más bajo de ingresos, con menores niveles educativos, en zonas rurales, urbano-marginales y periurbanas, así como para la población indígena, afrodescendiente, con discapacidad, LGTBQ+, y refugiados y migrantes.
“Este proyecto tiene como objetivo contribuir a mejorar el bienestar, la salud y el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de niñas, adolescentes y mujeres jóvenes, especialmente de zonas rurales, indígenas, afrodescendientes, refugiadas y migrantes en situación de vulnerabilidad, en un entorno igualitario y libre de violencia de género”, manifestó el Dr. Hugo González, representante del UNFPA en el Perú.
Respecto a las estrategias del proyecto, estas incluyen la promoción y el diálogo sobre políticas, el desarrollo de capacidades, la gestión del conocimiento y la prestación directa de servicios esenciales. Se priorizan enfoques basados en los derechos humanos y la transformación de normas discriminatorias de género, así como la coordinación interinstitucional y la generación de datos confiables.
“Toda adolescente, joven y mujer debería poder decidir qué hacer con su cuerpo, su vida y su futuro. Canadá apoya los esfuerzos del Estado peruano para abordar los retos que ellas enfrentan”, sostuvo el embajador de Canadá, Louis Marcotte.
En tanto, González mencionó que el programa se centra en tres pilares para su desarrollo. El primero es deconstruir las normas discriminatorias de género, que hoy por hoy exponen a las niñas y adolescentes a la violencia sexual y como consecuencia de ello no solamente hay un daño a su bienestar y a su vida, sino también a una maternidad forzada. En ese sentido, precisó que también los varones son parte del programa precisamente con el fin de crear un ambiente de igualdad de oportunidades y derechos tanto para hombres como mujeres.
“Hay que transformar esas normas sociales y culturales de que las niñas deben ser objetos sexuales y que como tal entonces son sujetas a abusos sexuales o a casarse o unirse a temprana edad, con la exposición que eso conlleva para sus vidas y su salud”, indicó.
El segundo pilar tiene que ver con los servicios de educación. González resaltó la importancia de la educación integral para la sexualidad y el acceso a métodos anticonceptivos sobre todo para quienes ya han tenido el inicio de su vida sexual, de tal forma que se protejan adecuadamente. Por último, el tercer pilar está relacionado con los marcos jurídicos y de financiamiento a nivel nacional y local de forma tal de que exista una armonía.
“Que la implementación de estas experiencias y estos programas sean sostenibles en el tiempo, porque al final del día lo que importa es modificar la situación actual para que más niñas y adolescentes peruanas dejen de convertirse en madres a temprana edad. Buscamos que logren alcanzar su proyecto de vida que se han planteado ellas mismas”, expresó.
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