Un futuro para Essalud, por Nelson Gaviria
Un futuro para Essalud, por Nelson Gaviria
Oscar Paz Campuzano

La muerte de la madre de la ex ministra en el hospital de Edgardo Rebagliati y las presuntas irregularidades cometidas durante su atención generaron nuevamente dudas sobre las condiciones del servicio de salud del que dependen casi 11 millones de personas.

Al adulto mayor Jorge Villanueva le amputaron la pierna equivocada en el 2012 en el hospital Sabogal. Por ese error, dos médicos fueron condenados a cuatro años de prisión suspendida. El mismo año, un niño quedó con daños cerebrales por falta de camas en la unidad de cuidados intensivos del hospital Almenara. A principios de este año, el hospital ofreció indemnizarlo.

A Kelly Sayhua en el 2014 y a Shirley Meléndez en el 2016 les amputaron las manos y las piernas luego de atenderse por cálculos renales y apendicitis, respectivamente. Y aunque también han surgido cuestionamientos a las circunstancias y la necesidad de trasladar a la madre de Ana Jara de Ica a Lima, la situación ha puesto bajo la lupa la atención en el seguro social.

–Hacinamiento–
Diariamente en los hospitales de Essalud hay un descontento comprensible. A El Comercio le bastó permanecer unas cuantas horas en la puerta del Hospital de Emergencias Grau, en el Cercado, para recoger varios testimonios de pacientes a los que los obligan a traer una fotocopia del DNI pese a que apenas pueden caminar, o a quienes les entregan radiografías equivocadas. Otros se quejaron por la falta de medicamentos y por los pasillos repletos con camillas y enfermos.

Diferencias​

Emergencias
Es importante que los usuarios de seguros de salud puedan diferenciar la gravedad de sus enfermedades. Por ejemplo, se considera una emergencia cuando se enfrenta una situación en la que la vida del paciente está en riesgo y necesita atención inmediata. Este es el caso de apendicitis, fracturas o quemaduras graves, intoxicación o convulsiones.

Urgencias
Se considera una urgencia cuando un problema de salud puede tener una gravedad variable, pero que puede esperar por atención. Por ejemplo, un dolor abdominal leve, problemas respiratorios leves, contusiones o diarrea.La seguridad social bajo la lupa.

El hacinamiento es la prueba cotidiana y visible del colapso. El 65% de los servicios de emergencia de 41 hospitales de Essalud en el país, supervisados a fines del año pasado por la Defensoría del Pueblo, tenía camillas en los pasillos de sus áreas de emergencia, y en el 36% de los casos, estas se encontraban a menos de un metro de distancia entre sí. Además, el 48% de estos hospitales no tenía un ecógrafo disponible las 24 horas, y el 22% no tenía a disposición el banco de sangre todo el día. “La situación no ha mejorado, según las supervisiones que hicimos durante la huelga médica”, afirma la adjunta en temas de salud de la defensoría, Eugenia Fernán.

–Problema de gestión–
Fernán explica que los hospitales se saturan tanto por la brecha de camas e infraestructura, como porque las áreas de emergencia del Rebagliati, Sabogal y Almenara atienden casos que podrían ser tratados en establecimientos de menor complejidad.

Según Essalud, en estos servicios de emergencias se atendieron a 330 mil pacientes entre enero y julio de este año. El 36% eran casos sin riesgo de muerte o que no tenían peligro de secuelas graves.

El ex ministro de Salud Luis Solari dijo que el problema de los hospitales nacionales es que los rayos X, tomografías, resonancias y otros servicios auxiliares están ocupados por pacientes ambulatorios, y los hospitalizados se quedan más tiempo esperando.

Según la Superintendencia Nacional de Salud (Susalud), el Rebagliati y el Almenara figuran entre los 10 establecimientos de salud –incluidos públicos y privados– con más quejas en este año. Además, los pacientes de Essalud son los que más solicitan (2.508 pedidos) que la superintedencia interceda por ellos para una mejor atención.

El presidente de Essalud, Gabriel del Castillo, señaló esta semana que la entidad está en “cuidados intensivos” y que al asumir el cargo en el 2016 encontró, entre otras deficiencias, que se necesitaban 10 mil profesionales más. Essalud confirmó a El Comercio que este año se contratará a dos mil. Del Castillo dijo que su gestión estaba abordando los problemas urgentes como mejorar la atención en el área de emergencia.

–Emergencia del Rebagliati–
“Los pacientes, luego de ser salvados y estabilizados, son puestos en una ambulancia. Al no haber un puente o un túnel, hay que atravesar la calle para ingresar a la UCI del edificio del Rebagliati. Es un hecho gravísimo”, opinó el decano del Colegio Médico del Perú, Miguel Palacios.

Virginia Baffigo, ex presidenta de Essalud, dijo que a su salida del cargo en setiembre del 2016 dejó listo un proyecto para conectar la actual emergencia del Rebagliati con los demás servicios.

Essalud informó que dicho proyecto fue desestimado por su alto costo (S/8 mlls.). Por ahora, se trabaja en una propuesta de conexión que costaría S/2 millones.

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