Hace un año los ríos Rímac, Huaycoloro, Chillón y Lurín mostraron toda su fuerza. El incremento del caudal de estos ríos causó una serie de desbordes que dejaron muerte y cuantiosos daños en Lima: era El Niño costero golpeando la capital.
Fue en el mes de marzo del 2017 que el río Rímac se desbordó finalmente luego de constantes lluvias y huaicos en la zona alta de Lima, durante el inicio de la temporada de verano. Le sucedieron el río Chillón por el norte de Lima y el río Lurín al sur.
La atención de esta emergencia motivo el despliegue de gran cantidad de personal de los Bomberos, la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, en especial en zonas de Chosica, Huachipa, Huarochirí, San Juan de Lurigancho.
Para Jorge Luis Chávez, jefe del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), este fenómeno fue el más brutal que ha tenido que enfrentar nuestro país en los últimos años, pero con una respuesta más efectiva del Estado peruano.
Dejó un saldo de más de 130 fallecidos, alrededor de 200 mil damnificados y más de 1 millón de afectados en el país. De los 1.850 distritos a nivel nacional, 850 fueron afectados. En Lima se estima que dejó 16 mil damnificados, 41 mil afectados y 17 fallecidos, 139 puentes destruidos y 181 puentes afectados, así como 962 km. de carretera destruidos.