En setiembre de 2019, meses antes de que la pandemia hiciera su incursión, Raúl había recibido un informe escolar por parte de los profesores de su hijo de 6 años. En el documento, el tutor detallaba una serie de comportamientos que el menor tenía en clase: “No presta atención en el aula, se distrae con facilidad, es hiperactivo e impulsivo. Conversar con él para evitar problemas de conducta”. Faltaban pocos meses para culminar el primer año escolar de su hijo y en aquella ocasión, Raúl y Rosa, su esposa -por ese entonces embarazada-, encararon la situación como un problema conductual.
El año terminó y con la llegada del confinamiento y las clases virtuales, el parvo contacto del menor con otros niños disimularon su condición. Pasaron tres años y el retorno a las aulas dejó en evidencia los signos ya advertidos. En la familia, buscaron explicaciones a una situación que parecía agravarse cada día más. “Pensábamos que intentaba llamar la atención, que eran celos por su hermana, que era flojo o engreído”, cuenta Rosa a El Comercio. Hoy su hijo, luego de muchas pruebas, tiene un diagnóstico: Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
afecta entre el 5 % y el 10 % de la población infantil y adolescente peruana
“Antes de tener el diagnóstico, los profesores y la gente de nuestro entorno nos dijo muchas cosas: ‘no saben educarlo’, ‘deben castigarlo’, ‘no son los suficientemente severos’”, cuenta Raúl. Durante esos años previo a su diagnóstico, ya lo habían castigado de muchas maneras, nada había dado resultado.
Luisanet Delgado, psicóloga del Centro de Salud Mental Comunitaria (CSMC), explicó que el TDAH es considerado un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza por la inatención, la hiperactividad y la impulsividad. Se trata de un conjunto de signos y síntomas que presenta una persona que está pasando por algún problema o dificultad en su desarrollo. En el caso de Niñas, Niños y Adolescentes (NNA) es en lo académico y lo social, incluso en lo familiar.
Atendió 18.531 casos por trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), registrándose mayor incidencia en niñas y niños de seis a ocho años.
Por ello, la especialista señaló que el TDAH “no es una enfermedad”, sino de un conjunto de características que de alguna manera se presentan en ciertos niños, niñas y adolescentes, y también en adultos, porque se mantiene a lo largo de la vida, pero con un tratamiento adecuado la persona puede realizar sus actividades de manera regular.
“El principal problema problema que enfrentan los niños con TDAH es el desconocimiento. No solo por parte de los padres que llegan muchas veces tarde a identificar estos signos de alerta en el comportamiento, sino fundamentalmente en los profesores que deben ser los primeros en advertir este tipo de síntomas en el entorno educativo junto a otros niños”, señala Miguel Vallejos Flores, decano del Colegio de Psicólogos del Perú (CPP).
"Tener un psicólogo en los colegios permite identificar a tiempo estos signos y empezar el tratamiento y la atención especializada de manera pronta"
Vallejo resalta por ello, la necesidad de contar con un psicólogo dentro de las instituciones educativas. “Tener un profesional de este tipo permite identificar a tiempo estos signos y empezar el tratamiento y la atención especializada de manera pronta”, dijo a El Comercio. Mientras más joven, mejor.
Estigma y discriminación
Como casi todos los problemas de salud mental, el estigma y la discriminación a las personas que los padecen terminan siendo más dañinas que la propia condición. “La sociedad es cruel e ignorante”, señala Carlos, un joven con TDAH, que a lo largo de sus 27 años, principalmente en su niñez y adolescencia, ha soportado comentarios que muchas veces lo hicieron sentir rechazado.
“Las personas juzgan sin saber. Ignoran las características propias de esta condición. Los niños con TDAH no son niños problemáticos, son niños con problemas. No pueden controlar por sí solos la hiperactividad, impulsividad o la distracción. Por ello, es indispensable un acompañamiento especializado, de profesionales como psicoterapeutas y psicólogos, como de la familia. Es un todo”, indica.
Carlos señala que sin un entorno que proteja al niño, con profesores que sepan administrar las cargas académicas o compañeros que conozcan la condición de un TDAH, es complicado que un niño pueda desarrollarse libre de estigmas. “Hay palabras que lastiman, los chicos no saben muchas veces que su compañero tiene características particulares, entonces lo rechazan, se burlan, lo marginan de los juegos”, agrega. En definitiva, dice, mellan su autoestima y lo hacen sentir inferior.
LEE TAMBIÉN | Día de la Salud Mental: estas son las cifras del Perú en el marco de un decepcionante panorama mundial
Carlos fue diagnosticado a los siete años y el acompañamiento que recibió a través de los terapistas, los psicólogos e incluso medicación le ha permitido llevar una vida normal, estudiar y trabajar. Su familia, apunta, fue fundamental en este recorrido. Hace tres años culminó la carrera de Marketing y trabaja para una agencia. “Llevo una vida como cualquier persona. Me tomo pausas para relajarme y trato de ordenarme. No llevo medicación hace muchos años”, señala.
La empatía, indica el psicólogo Raúl Contreras, es un valor imprescindible para relacionarnos con las personas, más aún si se trata de individuos con problemas de salud mental. El niño con TDAH es afectado por su entorno si es que no encuentra un ecosistema idóneo para su desarrollo. “En el imaginario popular está instalado que si un niño es inquieto o tiene bajas notas, es un mal alumno. Se le achaca eso a su poca disposición al estudio, a una mala crianza, a un déficit cognitivo o un problema de comprensión o aprendizaje. Esas construcciones sociales deben rechazarse y no se puede generalizar”, señala.
Por la hiperactividad, impulsividad o la distracción, los TDAH están vinculados a estereotipos de incapacidad, incompetencia o violencia. Ello da lugar prejuicios, manifestaciones de naturaleza negativa como el rechazo o el miedo, todo muchas veces sin que exista genuinamente una justificación. “En el extremo de esa escalada aparece la discriminación. Se estigmatiza a las personas”, señala Contreras a este Diario.
La importancia de los padres
El rol de los padres es sumamente importante en el acompañamiento de un niño con TDAH. El tránsito de los padres desde los primeros síntomas hasta el diagnóstico suele ser duro y en algunos casos desesperante. “Mientras más tiempo demore en iniciar el tratamiento, será más desgastante para un padre”, comenta Raúl.
La afección también alcanzó a su esposa, Rosa. Ella presentó un cuadro depresivo. “No sabía que hacer, sentía que habíamos intentado todo. Luego, ya con el diagnóstico, todo se resume en tener paciencia. Mucha paciencia para el día a día. Un niño con TDAH necesita más supervisión, más atención, para las tareas, por ejemplo”, cuenta.
Esta fecha fue establecida en 2019 por el Gobierno a través de la Ley Nº 30956, conocida como la “Ley de Protección a las Personas con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad”.
“En los colegios requiere que la profesora esté más pendiente de él (su hijo). Al menos que lo tenga a la vista. Ubicarlo junto a niños menos inquietos para que no se distraiga. Darle pausas hasta que encuentre un ritmo”, agrega Rosa sobre su experiencia.
“Con un tratamiento integral, el soporte familiar, la evaluación del pediatra, del psiquiatra, si lo demanda el caso, y de un psicólogo con formación psicoterapéutica en este tipo de casos, la persona podrá desarrollarse de manera regular"
Signos y el origen
La doctora July Caballero, directora de Salud Mental del Ministerio de Salud (Minsa) y antes coordinadora de niñez y adolescencia de la Dirección de Salud Mental, señaló que “los niños con TDAH suelen tener dificultades para prestar atención a los detalles, les cuesta mantener la atención en las clases de manera prolongada, tienen problemas para organizar y concluir tareas, pierden cosas necesarias para las actividades de la vida diaria”.
La especialista coincide en que un diagnóstico precoz es fundamental en estos casos. “Es importante identificar tempranamente todas estas señales, porque los niños y adolescentes que no reciben tratamiento pueden tener dificultades en su funcionamiento familiar, social y académico, o tienen más riesgo de deserción escolar o presentar problemas de conducta”, dijo.
Se cree que el 80% de estos casos tienen un origen genético
Caballero advierte que esta condición es multicausal, por lo que no se puede determinar que es por algo específico. Los factores hereditarios, los riesgos en el parto o la prematuridad podrían originarlo.
“Hay algunas investigaciones que determinan que puede ser por el bajo peso al nacer, el consumo de tabaco, de sustancias psicoactivas durante el embarazo, mala alimentación, exposición a tóxicos, pero esta condición es multicausal”, agrega la psicóloga Luisanet Delgado. Indicó que esta condición se observa generalmente desde los cuatro años en donde los niños interactúan con otros y se desarrollan en otros espacios sociales.
Les hace difícil mantenerse atentos a una actividad, por eso cambian de una a otra acción, se les complica organizarse, seguir indicaciones porque no pueden sostener la atención.
A nivel de hiperactividad, son niños que paran corriendo, no miden el peligro por ello tienen conductas temerarias, no esperan turnos, interrumpen cuando un compañero interviene en clase, les es difícil regular emociones lo cual puede ocasionar problemas con algunos compañeros.
Con frecuencia les cuesta permanecer sentados, juguetean con las manos o los pies como si estuviera intranquilos, realizan actividades intrépidas, responden inesperadamente o interrumpen antes de que se haya concluido una pregunta.
Cómo acceder a los centros de Salud Mental
- Para mayor orientación en temas de salud mental puede llamar a la Línea gratuita 113, opción 5 o acercarse a cualquiera de los 249 centros de salud mental comunitaria a nivel nacional.
- Estos cuentan con personal especializado en niñas, niños y adolescentes. Puede conocer los CSMC más cercanos a su domicilio ingresando aquí.
VIDEO RECOMENDADO
TE PUEDE INTERESAR
- Fiscalización electrónica: ¿cómo funciona la estrategia de la ATU para sancionar el transporte público informal?
- Día de Santa Rosa: su primera iglesia parroquial se construyó con el aporte de los vecinos de Lince y la inauguración de un puente que conectó El Rímac con el Centro de Lima
- Incendio en Plaza de Armas: todo lo que ocurrió durante las celebraciones por el día de Santa Rosa de Lima
- St. George’s College: aumenta número de escolares víctimas de manipulación de sus fotos para pornografía infantil