En la cuadra 11 de la Av. Larco, en Miraflores, un árbol invade el carril de subida. Los ciclistas que utilizan esta estrecha vía creen necesario instalar un cartel de advertencia. (Foto: Jessica Vicente / El Comercio)
Jorge Malpartida Tabuchi

Pasear por puede ser una actividad de riesgo. En varios tramos de esta red exclusiva para las bicicletas, abundan obstáculos y fallas en el diseño de la infraestructura que ponen en peligro a los usuarios. Así lo constató El Comercio en un recorrido por cinco distritos, a propósito del Día Mundial de la Bicicleta, celebrado el último jueves.

En la ciclovía de la avenida Salaverry (San Isidro), en la cuadra 32, se ha formado un bache en el camino de los ciclistas debido a que las raíces de un árbol han quebrado el pavimento. También hay problemas para circular en el cruce de Salaverry con Faustino Sánchez Carrión. En esta intersección, se debe esquivar a los vehículos (incluidos buses y camiones) que hacen giros a la derecha y la izquierda o bloquean el cruce, incluso, cuando el semáforo está en verde para las bicicletas.

En la cuadra 11 de la avenida Larco (Miraflores), un árbol invade el carril de subida y no existe ninguna señalización de advertencia. En el Campo de Marte, la Municipalidad de Jesús María ha colocado en el ingreso de la ciclovía un panel publicitario a una altura de menos de dos metros. La caída que puede generar este obstáculo se agravaría en caso de que el ciclista se atasque en el hueco que existe a solo medio metro, en la zona donde debería estar la rampa de acceso.

—Esfuerzos aislados—
El mal estado de las vías para ciclistas es solo un síntoma de lo relegada que está la bicicleta dentro de las políticas de infraestructura pública. En Lima Metropolitana, existen 184,5 kilómetros de ciclovías pero, según un diagnóstico del Banco Mundial, se deberían tener al menos 1.084 kilómetros para que viajar en dos ruedas se convierta en una alternativa de transporte segura y eficiente.

Jenny Samanez, jefa de transporte no motorizado de la Municipalidad de Lima, dice que en la capital solo seis de los 43 distritos tienen en sus planes de gestión el fomento de la bicicleta como un medio de transporte sostenible.

Sin embargo, los esfuerzos de las comunas de San Isidro, Surquillo, La Molina, Miraflores, San Borja y Surco aún son insuficientes –indica la funcionaria–, ya que las ciclovías que existen en sus jurisdicciones no están integradas y no siempre cumplen estándares técnicos de seguridad. Un ejemplo es el tramo que existe en el malecón de Miraflores, donde solo se le ha destinado un carril de 98 centímetros de ancho para que los ciclistas transiten en ambas direcciones. Su amplitud debería ser de 1,80 metros para evitar que haya choques con peatones y vehículos.

“Existe un manual único para diseñar esta infraestructura, pero cada distrito construye como se le ocurre: con postes y árboles en el medio o en zonas inseguras”, indica Samanez.

Este reclamo también puede aplicarse a las obras de la comuna metropolitana, ya que en la ciclovía construida en la Costa Verde, en el tramo que une San Miguel y Miraflores, se debe avanzar entre postes de luz, tierra y franjas de asfalto muy delgadas. En algunos sectores, la vía a veces solo está separada de la autopista por una línea blanca de pintura.

En la cuadra 32 de la Av. Salaverry existe una fisura en la ciclovía que pone en riesgo a los usuarios. (Foto: Dante Piaggio / El Comercio)
En la cuadra 32 de la Av. Salaverry existe una fisura en la ciclovía que pone en riesgo a los usuarios. (Foto: Dante Piaggio / El Comercio)

—Legislación pendiente—
Desde el 2010, está pendiente la reglamentación de la Ley 29593, que declara de interés nacional el uso de la bicicleta y su promoción como un transporte sostenible. La norma es declarativa y no plantea lineamientos para que los gobiernos locales incentiven, por ejemplo, la creación de ciclovías o servicios públicos de arriendo de bicicletas. En el Reglamento Nacional de Tránsito, tampoco están definidos los deberes y derechos de los ciclistas.

Según Nilton López, director del colectivo Cicloaxion, estos vacíos legales impiden que más personas utilicen la bicicleta como su principal medio de transporte. “Sin leyes claras –dice López–, los conductores seguirán creyendo que un ciclista es un obstáculo en la vía al que pueden avasallar o arrollar impunemente”.

Rutas Solidarias: Ir a la escuela pedaleando

Desde el 2012, el Ministerio de Educación ha entregado 123 mil bicicletas en 24 regiones del país, como parte del programa Rutas Solidarias.
Esta iniciativa busca garantizar el acceso a las aulas de los alumnos de zonas rurales alejadas y de escasos recursos a través del uso de este medio de transporte.
Los estudiantes beneficiados cuentan durante el año escolar con una de las bicicletas del programa para realizar sus traslados de la casa a la escuela.
A la fecha, se atendió a 5.628 instituciones educativas de 1.079 distritos del país. En estos colegios beneficiados, la evolución de la asistencia fue 4,8%, lo que equivale a 57,6 horas adicionales de aprendizaje por estudiante.
Según datos del programa, un estudiante que antes demoraba 68 minutos en trasladarse a pie al colegio, ahora en bicicleta demora solo 30 minutos.

Contenido sugerido

Contenido GEC