En un país donde nueve de cada 10 habitantes de las principales ciudades caminan con el temor de ser asaltados, en el que los noticieros dedican sus mañanas a reseñar el más reciente crimen por encargo, el último asalto a un banco o la irrupción a combazos en una joyería, hablar de logros en cuanto a la seguridad ciudadana parece una broma.
Sin embargo, Rubén Vargas, viceministro de Orden Interno del Ministerio del Interior (Mininter), asevera que sí ha habido batallas ganadas contra la criminalidad organizada este año, que poco a poco acarrearán alivio y tranquilidad en las calles.
“En cinco meses hemos realizado 41 intervenciones y detenido a 477 personas involucradas en el crimen organizado: sicarios, extorsionadores, traficantes. En total 34 organizaciones desarticuladas. Nos falta mucho, es verdad, pero ya tenemos la estrategia y el próximo año triplicaremos estas cifras”, detalla Vargas.
—Pero el ciudadano no ve mejoras. Según IDL, la percepción de inseguridad es del 90,4%. ¿Cómo hacer para que esos avances mejoren la vida de todos?
Es evidente que hay una demanda por un número mayor de policías en las calles, dedicados a la prevención de delitos. Hay comisarías con muy poco personal, especialmente en las zonas rurales donde hay cinco o diez agentes, o no se tienen unidades móviles y eso no puede ser. Por eso estamos en un proceso de reasignación de personal, gracias a las nuevas promociones que egresan de las escuelas. En Lima se priorizarán aquellas comisarías con más carga delictiva como San Juan de Lurigancho, Santa Anita, Villa El Salvador y el Callao.
—¿Cuándo llegarán los nuevos policías?
En el primer semestre del 2017. No solo será personal, sino también apoyo logístico como patrulleros, motos, Internet y otras cosas básicas.
—¿Se ha solicitado una partida adicional para estos refuerzos?
Con la reestructuración del sector Interior se ha previsto reorientar nuestras inversiones. Así, el mantenimiento de las comisarías será prioridad. También queremos incentivar obras por impuestos y construir unas 500 comisarías en el país.
—Una de las medidas de la anterior gestión, criticada por muchos alcaldes, fue la eliminación del 24x24. ¿Lo repondrán?
Se anunció que se había eliminado, pero eso no es cierto. Al contrario, [el sistema] continúa, aunque con muchos menos policías y para temas puntuales como repotenciar la unidad de Águilas Negras o la vigilancia de grandes polvorines.
—¿Cuántos policías hay en Lima?
Lima tiene 19.951 policías.
—Pero no todos patrullan...
No, también cumplen otras funciones. Por ejemplo, la Dirección de Tránsito tiene 2.102 agentes en la ciudad.
—Delegar el control del tránsito a los serenos fue una propuesta de esta gestión. ¿Se realizará?
Se pensó en ese tema por la necesidad de tener más policías en las comisarías. Invertir cinco años en la formación de un oficial y tres años en un suboficial para que terminen parados junto a un semáforo no parece muy racional. Pero no todos los municipios tienen la capacidad humana ni logística. Por el momento no hay algo definido.
—Los recientes robos a bancos, que no se veían hace más de 10 años, apuntan hacia un problema con las Águilas Negras. ¿Cómo se afrontará esa situación?
Se tomó una decisión equivocada con esta unidad, que hoy tiene 150 agentes. A pesar de que su trabajo era eficiente, y que desarticuló casi por completo a las bandas que asaltaban bancos, les quitaron agentes al pensar que los bancos tenían que recurrir a vigilantes privados. Pero, en la medida en que son locales con alta concurrencia de público, es necesario que la PNP dé protección. Por eso hemos decidimos reabastecerla y retomar el sistema de alerta temprana de Asbanc.
—Otra herencia pesada de la gestión anterior fue la denuncia sobre un presunto escuadrón de la muerte. ¿En qué va ese caso?
Encontramos a un grupo irregular, según la denuncia del comandante PNP Franco Moreno. Esas evidencias las enviamos al Ministerio Público. Descubrimos que no solo eran las cinco o seis operaciones denunciadas, sino más. Entiendo que en el Ministerio Público se están acumulando los expedientes de varios distritos judiciales, el de Piura es uno de los más importantes. Por los elementos que hemos encontrado, no puede haber otra vía que la denuncia penal.
—¿A quiénes denunciarán?
Prefiero no dar nombres. Lo que puedo señalar es que hemos encontrado a oficiales de alta graduación que formaron parte de este grupo irregular, que fabricó escenarios con inteligencia falsa, y que realizaron operaciones para favorecerse con condecoraciones y ascensos.
—El estado de emergencia en el Callao también causó polémica. ¿Qué le pareció?
Creo que lo que se hizo se pudo hacer sin un estado de emergencia. Probablemente ayudó a descomprimir la presión de la población chalaca por la inseguridad, en algunas regiones del norte se pedía el estado de emergencia y que ingresaran las FF.AA, pero luego de que hicimos las intervenciones al crimen organizado ahora nos piden que no bajemos ese ritmo.
—El ministro Carlos Basombrío destacó el éxito del programa de recompensas. Al cierre del año, ¿qué resultados hay?
Llegamos a superar la meta del 2016, que era de mil, y ya contamos con 1.006 requisitoriados de alta peligrosidad en la lista. De ellos, hasta el jueves 22 se había detenido a 120 y comprometido más de S/1’200.000 en recompensas.
—Se diría que la reacción del público es óptima...
Diría que es sorprendente: el 80% de las capturas se logró con información de los ciudadanos. Al día recibimos 40 llamadas. Las personas están comprometiéndose con su propia seguridad.