En los últimos días, tal como pronosticó el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), las calles de algunos distritos de Lima amanecieron mojadas por las lloviznas.
Esta situación preocupó a los peatones por el tipo de veredas que hay en la ciudad, muchas de las cuales son pulidas y de superficie resbalosa, lo que podría ocasionar caídas u otros accidentes.
Según la norma GH.020 del Reglamento Nacional de Edificaciones, del ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento las veredas, en todo el país deben ser como mínimo de concreto simple, pero siempre de un material antideslizante.
“Esta norma se desarrolla para garantizar la seguridad de las personas. Lima, al ser una ciudad desértica, tiene mucha arenilla y polvo que, al estar combinada con la lluvia, genera una película muy resbalosa”, precisó el urbanista Angus Laurie.
El especialista explicó que las veredas pulidas, a diferencia de las superficies porosas, no absorben el agua. Por esa razón, son peligrosas para los peatones.
:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/DR4NQAXZRJBXXBBKR53DXNFDQA.jpg)
Para el urbanista Aldo Facho, la colocación de veredas pulidas es una mala práctica que se ha generalizado en las últimas dos décadas. “Evidencia una falta de cumplimiento de las normas. Por ejemplo, si un vecino decide cambiar la vereda frente a su casa y colocar una superficie pulida, la municipalidad, al verificar la obra, debería exigir que se construya de acuerdo al reglamento, pero no sucede así”, destacó.
El especialista recalcó que en las veredas de calles y jirones son las municipalidad las que se deben encargar de fiscalizar; mientras que. en las vías metropolitanas, el encargado es la municipalidad de Lima. “Sin embargo, muchas veces las autoridades son las primeras en incumplir las normas”, dijo Facho.
El ingeniero civil Andrés Sotil indicó que las superficies pulidas no tienen una función concreta, pues solo son ornamentales y tiene un costo mayor. “Realizar ese acabado [pulido] supone un paso extra al de la construcción de la veredas porosas”, explicó Sotil.
:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/I3E3UQMVYRBVTLHV7PN3R52WLU.jpeg)
Sotil indicó que otra de las fallas que ve en las veredas de Lima es que, pese a que no llueve en gran cantidad, estas deben tener al menos un grado mínimo de inclinación para épocas como el invierno donde sí se reportan lloviznas continuas.
Finalmente, Laurie señaló que cambiar esta realidad no es algo complicado, solo es necesaria la disposición de las autoridades. “Es tan simple como que los responsables sigan el manual que existe”, dijo.