Antoni Gaudí, la obra humana del arquitecto divino
Antoni Gaudí, la obra humana del arquitecto divino
Juan Carlos Fangacio

A í se le recuerda sobre todo por sus obras: su perfección geométrica y formas orgánicas que remiten a una naturaleza particular. Pero el Gaudí hombre posee otra dimensión menos conocida, ligada a una ferviente religiosidad que lo pone, hoy mismo, en la ruta a la santidad.

Quien busca allanar ese camino es José Manuel Almuzara, arquitecto que durante más de 20 años ha estudiado la obra del artista catalán y, estampa de su ídolo en mano, preside la Asociación Pro Beatificación de Antoni Gaudí. Es un gaudinólogo autoproclamado.

Ya considerado dentro de la categoría siervo de Dios, Gaudí se encuentra ahora en el proceso de ser calificado como venerable, etapa previa a las denominaciones beato y santo. Por este motivo aún no puede recibir culto público. “Se ha trabajado durante años en el aparato probatorio de virtudes heroicas y posibles milagros –explica Almuzara–. Falta que los consultores históricos, teológicos y el congreso ordinario de cardenales y obispos estudien la documentación”.

Gaudí no llevó una vida religiosa desde sus inicios, pero con el tiempo sus actos fueron de una entrega casi total: pedía permiso a la Virgen de Montserrat para empezar nuevas obras, se sometió a un ayuno que casi lo mata, y sus últimos años los consagró enteramente a la Sagrada Familia, la emblemática “catedral de los pobres” o “Biblia en piedra”.

Almuzara es un convencido: visto desde fuera de la fe, Gaudí será siempre incomprensible. “Él tiene una dimensión religiosa, que igual habría proyectado en su obra aunque no hubiese sido un genio; pero su componente artístico habría sido muy distinto sin su fe”, asegura.

¿Puede esta empresa de convertir a un arquitecto en santo –que sería el primer caso de su tipo– volverse una obsesión? Almuzara, casado y padre de tres hijos, afirma que su ocupación principal es la arquitectura, pero que la difusión de la vida y obra de Gaudí es su misión. Por eso su próxima visita al Perú.

Y frente a aquellos que se empeñan en admirar la obra gaudiana de forma autónoma a su cariz religioso, Almuzara –citando a otro seguidor del artista, Josep Francesc Ràfols– asegura con devoción lo contrario: “Será tal vez un aspecto de su obra lo que el incrédulo ame, pero no amará su síntesis”. Quien quiera creer, que crea.

MÁS INFORMACIÓN
Conferencia en Piura:
UDEP, aula 205 del edificio E (Ramón Mugica 131, Piura).
Fecha: 12 de octubre, 7:30 p.m.

Conferencia en Lima:
Parroquia Nuestra Señora de la Reconciliación (Los Pinos 291, La Molina).
Fecha: 13 de octubre, 7 p.m.
Donación: 10 soles. Cupo limitado.

Contenido sugerido

Contenido GEC