Dédalo es como un laberinto lleno de arte, pues mientras caminas por los distintos pasadizos que desembocan en alguna habitación, descubres un mundo de detallistas objetos y piezas hechas a mano, todos provenientes del imaginario artístico de diversos artífices nacionales que se desenvuelven en todos los rubros posibles.
Para María Elena Fernández, su fundadora, es como guiarnos en un trayecto por su propia casa. Después del largo y enrevesado camino recorrido en tres décadas, en los que tuvo que enfrentarse a complejos desafíos, como la mudanza de su primera ubicación, tras el atentado en la calle Tarata, así como también el cierre total por pandemia, ella está segura de que ahora Dédalo puede con todo.
Nace una galería
Todo comenzó con el regreso de María Elena Fernández a Lima, después de completar sus estudios de arte y literatura en Florencia, Italia, y el sueño de crear una gran galería que agrupe a diversos artistas en un solo lugar. “Primero alquilamos una de las pequeñas tiendas dentro de lo que hoy es el Pasaje El Suche, en Miraflores; comenzamos únicamente vendiendo diseños en joyería. Lamentablemente, después del ataque [terrorista en Miraflores] tuvimos que trasladarnos al garaje de mi casa durante cuatro años, hasta encontrar un espacio más grande”, cuenta. No fue hasta 1996 que se posicionaron en el pintoresco Paseo Sáenz Peña, en Barranco, donde finalmente Dédalo pudo crecer.
Hoy, este espacio cumple su tercera década como pioneros en el despliegue de propuestas artesanales y de diseño contemporáneo peruano. “Actualmente trabajamos con más de 400 artistas que constantemente nos traen creaciones nuevas. Dédalo siempre está en constante cambio, nunca se mantiene estático. Por eso también surgió la Exponatale, una feria que ocurre dos veces al año, la cual sirve para presentar las novedades de Dédalo e incentivar a que tengamos más visitas”, explica.
La Exponatale reúne textiles, artesanías, juegos y cuentos para niños, creaciones en madera, joyería, diseño de ropa y accesorios. “Intentamos que muchas de estas piezas sean diseñadas por artistas contemporáneos pero trabajadas por artesanos que manejan técnicas ancestrales. De esta manera preservamos lo tradicional, utilizando los maravillosos materiales que tenemos en el Perú”, agrega.
La feria de este año nos trae las creaciones de Mónica Hintze, Isabelle Decenciere, Gabriel Lores, Fito Espinoza, Carlos Runcie Tanaka, Federico Bauer, Maricruz Arribas, Carla Palma, entre otros artistas, que realizaron diversas piezas navideñas y decorativas, que podrían ser el regalo perfecto para estas festividades. Asimismo, se podrá encontrar la exhibición colectiva de coronas de adviento hechas a mano y creadas por Alejandra Ortiz de Zeballos, Fabiana Burneo, Les Egusquiza, Sergio Murga, Brunella Calderón, Mariel Reyes, Fortuna Estudio y muchos más.
Además, continuando con su infatigable esfuerzo de poner en valor el diseño peruano, Dédalo también presenta “El camino del jaguar”, una exposición que conmemora el mes de este majestuoso animal, y que pone sobre la mesa el tema de la vulnerabilidad y peligro que corre este felino en su propio territorio. “La muestra reúne a más de 15 artistas que plasman su arte en papeles creados por el taller Bosques de Papel, el cual se encuentra inmerso en la selva alta de la Cordillera Escalera, San Martín”, cuenta.
El mercado del arte
No obstante el gran esfuerzo por revelar el arte local, toda esta apuesta sigue sin ser suficiente. ¿Cómo ve María Elena Fernández el futuro del arte peruano? Para ella, y a pesar de todo el empeño que le pone en incentivar el interés de clientes locales, la mayor parte de las ventas aún se concentra en los compradores extranjeros. “No existen muchos compradores peruanos, es muy escaso el mercado del arte en el país. Por ello, en la pandemia nos encontrábamos como sobrevivientes, ya quisiéramos que exista cabida para tan buenos artistas que tenemos en la galería”, reflexiona.
Aun así, María Elena sigue pensando en la expansión. Al ser una fuente de múltiples experiencias sensitivas, Dédalo continuará promoviendo el talento peruano dentro del país –y fuera de él, en un futuro cercano–, con el fin de celebrar la innovación, la calidad y la originalidad que le han valido convertirse en una opción ineludible para quien esté a la búsqueda de una pieza o regalo excepcional.
Ubicación: Pasaje Sáenz Peña 295, Barranco.
Horario: Todos los días de 10:00 a.m. a 8:00 p.m.
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