Jorge Paredes Laos

A mediados del siglo XX, el poeta mexicano le dijo al pintor peruano : “Los latinoamericanos comenzamos a ser por primera vez contemporáneos de todos los hombres”, refiriéndose básicamente a Europa. Y la plástica peruana puede hacer suya esa frase, pues por esa época se creó el IAC, la célebre institución limeña que inició un fluido diálogo con París, el centro cosmopolita de Occidente. La movida del IAC, sus artistas y gestores, es el punto de partida de la muestra “Contemporáneo 1. Materia :: Alquimia :: Dispositivo :: Flujo”, que acaba de iniciarse en el MAC, en su sala 3, y que a partir de cuatro zonas navega por las diversas corrientes que ha seguido nuestro arte en los últimos 70 años.

Esta exhibición, realizada bajo la curaduría de Jorge Villacorta y Augusto del Valle, y la museografía de Paulo Dam, reúne más de un centenar de obras de artistas diversos, y forma parte de un ambicioso proyecto del MAC: la realización de muestras bienales que tengan como punto de partida su colección permanente.

El inicio

Si no hubiera habido un IAC no estaríamos hablando de arte contemporáneo en el Perú, así de simple”, dice Jorge Villacorta, al explicar la importancia de esta institución para el devenir de nuestras artes visuales, entre las décadas de 1950 y 1970.

Ellos entendían la abstracción como lo más avanzado de la época —explica Villacorta— y si tú ingresas a la primera zona de la muestra, vas a ver una pintura abstracta muy densa, pero también obras de esos intercambios internacionales y otras, producto del interés que también tenían lo peruano. Por eso existe un cuadro de Mario Urteaga (pintor cajamarquino) en su colección”.

El punto de quiebre

Otro hito que recoge esta exposición es el cambio de paradigma que sacudió el arte peruano con la entrega, en 1975, del Premio Nacional de Cultura al artista ayacuchano Joaquín López Antay. Y esto se expresa en la denominada zona central que podría definirse como el corazón de la muestra. “Lo que vas a encontrar son planteamientos polémicos acerca de los distintos derroteros del arte en el Perú —explica Villacorta—, y para nosotros la instancia clave es el premio a López Antay, si no hubiera habido ese premio nada de nuestra admiración por los bordados, las tablas de Sarhua, la cerámica de Quinua, nada de eso hubiera salido adelante; y tampoco estaríamos en esa capacidad de recepción de lo amazónico. Ahí hubo un cambio de chip que fue muy profundo”.

En esa zona central (“un paisaje cultural, social y geográfico”, dice Villacorta) se reúne un grupo de obras que van de la pintura a la instalación y de la fotografía al video: una gran alfombra ofrenda, de Esther Vainstein; una instalación de Eielson; cuadros de Julia Navarrete, Ricardo Grau, Gastón Garreaud, fotografías de Roberto Huarcaya y Flavia Gandolfo y un video de Álvaro Zavala, entre otras.

En la zona central se reúne un grupo de obras que van de la pintura a la instalación y de la fotografía al video.
En la zona central se reúne un grupo de obras que van de la pintura a la instalación y de la fotografía al video.

La permanencia

Salvando la sala del IAC, yo creo que toda la exposición respira una sensación de contemporaneidad, que es lo que nos interesa; entonces la pregunta sobre qué es lo más reciente queda un poco interpelada, porque ves cosas de los años 70 u 80 que tienen vigencia hasta hoy”, dice el curador Augusto del Valle. Y pone como ejemplo un audiovisual del Grupo Chaski, de los años 80, en el que se ve a una persona limpiando el parabrisas de un carro. “Eso es totalmente contemporáneo, lo seguimos viendo hasta ahora”, añade.

Los otros espacios de la exposición están dominadas por piezas icónicas: una gran instalación con los dibujos de Fernando Bryce preside la zona “Referente & posmodernidad”, obra que dialoga con un autorretrato de Claudia Coca y una obra de Arias Vera, y con la sugerente serigrafía de Vallejo, de Jaime Higa. Y en la zona “Radicalidad & resistencia”, destacan fotografías sociales de Carmen Barrantes y Herman Schwarz; así como obras de Jesús Ruiz Durand y de los artistas indígenas y amazónicos como Santiago Yahuarcani, Lastenia Canayo y Christian Bendayán.

Zona “Referente & posmodernidad”.
Zona “Referente & posmodernidad”.

Desde el punto de vista de los formatos —apunta Del Valle—, la exposición se articula alrededor de la fotografía como agente activo de transformación, como detonante de estéticas nuevas, un rol que también cumple el arte popular”.

Lo que nosotros estamos haciendo —concluye Villacorta— es una muestra didáctica, que está abierta a la interpretación del público”. En ese aspecto, resalta las actividades que se realizarán a lo largo de 2025 y 2026, alrededor de la exposición, las cuales serán anunciadas en los siguientes meses. “Este el comienzo de un proceso —añade Del Valle— no de un final. Después de dos años, vendrá otra exposición que quizás replantee las narrativas o enfoque algunos elementos que no han sido desarrollados”. Lo cierto es que esta muestra llena un enorme vacío en el arte contemporáneo al ir construyendo su historia, con sus rupturas y permanencias.

Zona “Radicalidad & resistencia”
Zona “Radicalidad & resistencia”
Más información:
“Contemporáneo 1. Materia :: Alquimia :: Dispositivo :: Flujo”

Fecha: Desde el 1 de diciembre del 2024 hasta el 31 de diciembre del 2026

Lugar: Museo de Arte Contemporáneo de Lima (av. Grau 1511, Barranco)

Horario: Martes a domingo, de 10:00 a.m. a 7:00 p.m.

“Contemporáneo 1. Materia :: Alquimia :: Dispositivo :: Flujo”