Libros de artista: una manera distinta de consumir arte
Libros de artista: una manera distinta de consumir arte

El año 2009, una institución francesa llamada CNEAI (Centre Nacional de l'Edition et de l'Art Imprimé) llegó con su propuesta para promocionar , editados de manera independiente por artistas contemporáneos, a Sao Paulo, y así nació el Proyecto Tijuana, una feria que inició su expansión por Latinoamérica para enfocar el interés de todos en una propuesta artística que es diferente pero también más accesible para quienes estén buscando un nicho distinto en el campo del coleccionismo.
Tijuana nació como un espacio de la galería paulista Vermelho. Su creador, Eduardo Brandão, la bautizó con el nombre de la ciudad mexicana representa el límite. "Cuando Edu pensó el proyecto Tijuana, Vermelho pasaba por una transformación. Se ubicaron en una casa, que tenía un pasadizo donde se colocaron los libros de artista, para exhibirlos y venderlos. El corredor era un límite entre la galería y la calle. Tijuana representaba el límite, y esta feria escat una frontera: son libros que no están en una galería pero tampoco en una librería", explica Ana Luiza Fonseca, directora de la feria de origen brasileño.
Instalado por primera vez en Lima -vía la feria Perú Arte Contemporáneo-PArC, que hoy domingo cierra sus puertas-,  el Proyecto Tijuana reúne una veintena de editoriales independientes, que ofrecen sus publicaciones en el espacio ubicado frente a los Solo Project de la feria.
Del Perú encontramos por ejemplo a KWY Ediciones, con interesantes formatos creados por los fotógrafos Fernando Fujimoto y Musuk Nolte; también están Meier-Ramírez, Encuentros Cercanos y, Border. De Chile está Popolet, y de México, Alias. De Argentina han llegado Instantes Gráficos & Arte-Blogart, Ruth Benzacar y Big Sur. Las editoriales Jardines Publicaciones, La Silueta, Nada y Salvaje vienen desde Bogotá, Colombia. De Venezuela encontramos a Carmen Araujo Arte Ediciones, y finalmente, de diferentes ciudades de Brasil llegan dA Bolha, Aplicação, Pingado Press, IKREK, y la propia Tijuana, que además de ser los organizadores tienen un sello editorial y una colección que el público que asiste a la librería paulista tiene la libertad de consultar.

UNA FORMA DE VER EL ARTE
Ana Luiza Fonseca nos cuenta la evolución del Proyecto Tijuanad, que desarrolló una propuesta en función de una oferta y demanda desatendidas en el mercado del arte.
Tras la experiencia del 2009 con CNEAI nació el Proyecto Tijuana. El 2010 se realizó la primera edición de esta feria de libros de artista, en el espacio de la galería Vermelho, en Sao Paulo. Allí estuvieron por cuatro años, hasta que se mudaron a Casa do Povo, un lugar más espacioso que les permitió reunir 70 mesas para un mayor número de editoriales.
"La gente venía y veía cómo era el formato. Le encantaba y descubría cómo se podía hacer un proyecto editorial simple", explica Ana Luiza Fonseca, quien destaca que estos libros de artista pueden ser más fáciles de imprimir porque no requieren de mucha infraestructura.
"Tras la la sétima edición nos invitaron a ir a Buenos Aires, el 2014, en colaboración con otro proyecto. Esa fue la primera vez que la feria Tijuana salio de Sao Paulo. En Buenos Aires hallamos una necesidad, porque entre las editoriales ni se conocían, no había un evento que los reúna. La feria fortaleció la creación de editoriales y su colaboración", reconoce, y destaca que hoy ese gremio organiza su propia feria de libros de artista.

PERFIL DEL COMPRADOR
Este año, Tijuana debuta en el Perú, y muestra al público otro camino para apreciar el arte. "El libro es un díalogo uno a uno, mientras que una sola obra la ven varios espectadores al mismo tiempo", opina Ana Luiza.
"Tenemos algunos coleccionistas especializados en libros de artista. Miran esta producción y vemos que se interesan en obras de tirajes limitados. Al estar dentro de PArC queremos que el público venga con la idea de coleccionismo, es importante saber que el libro se va con alguien que lo valora", opina.
En cuanto a los precios, Ana Luiza calcula que las publicaciones suelen costar entre 10 dólares y 2.000 dólares; hay libros hechos en impresoras caseras, con 100 ejemplares, o de offset de 500 ejemplares, pero también los hay hechos a mano, y de esos puede que solo haya uno o 5.
Los libros de artista suelen ser mostrar todo tipo de arte, aunque están muy asociados a jóvenes artistas contemporáneos. Los hay de fotografía, también de pintura; un performer también puede hacerlo su propio libro. Pero el común denominador es que todos se acercan a otro lenguaje de expresión.

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