Sheila Alvarado reúne sus trabajos más íntimos
Sheila Alvarado reúne sus trabajos más íntimos

Hace 20 años Sheila Alvarado empezó a andar (formalmente) por el camino del arte. Tenía 16 años y era muy mala dibujante  –lo dice y lo repite ella misma–, pero eso no impidió que en su cabeza se empezaran a tejer historias que iba ilustrando, mientras llegaban los 30, la década en que –intuía– sería capaz de alcanzar un trazo firme, y mostrar una obra lograda.

Hoy que la artista plástica suma 36, los recuerdos de esos inicios en la Escuela Nacional de Bellas Artes se reúnen en “Del Cazamariposas y otros cuentos”, exposición individual que el jueves 9 inaugura en el Centro Cultural Ricardo Palma.

La muestra reúne 33 cuentos representados en 50 dibujos que la artista hizo tras rescatar de sus cuadernos y pioners de tres huecos sus primeros bocetos de estudiante. “Cazamariposas estaba esperando que yo pudiera terminarlo. Empecé a escuchar las voces de los personajes y a ponerlos en su lugar”, se sorprende Sheila, al ver sus viejos apuntes que ya anticipaban la historia que entrega hoy, luego de dos años de pensárselo bien.

Porque Sheila pudo colgar en esa sala miraflorina la serie de 400 piezas que hoy forman Limeña Girl. Pero no. Ella ha enviado a su pin-up latina de viaje por todo el Perú, a investigar nuestros orígenes y atar cabos en historias asociadas a la naranja Huando, la chicha morada o los gallinazos.

PURO CUENTO
“Del Cazamariposas y otros cuentos”, curiosamente, no representa una exhibición común para ella. Marca un cambio, pues es el resultado de un año en el que esta joven que finalmente egresó con medalla de plata de Bellas Artes se ha dedicado más a escribir que a dibujar. De hecho, esta exposición va unida a tres pequeños cuentos escritos e ilustrados por la artista, y que bajo el sello Paracaídas Editores serán presentados en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Lima.

Para Sheila, estas no son historias nuevas, pero sí verán por primera vez la luz en formato pequeño y con una tirada de 300 ejemplares. “Bocadito al amanecer”, por ejemplo, lo creó para un trabajo de la escuela, con dibujos de serigrafía sobre papel de grabado cuyas hojas Sheila sujetó con un mechón de sus largos cabellos. “La maga” se gestó en Manhattan en el 2004, durante un taller ambulante donde le enseñaron a hacer libros. Y a ambos se suma “Ballena blanca”, que como los dos anteriores está traducido al inglés y﷯ al quechua, gracias a su amigo Jorge Alejandro Vargas Prada.

“Creo que siempre quise escribir, pero tenía miedo de decir cosas de más, creo […] Ya en los últimos años he estado más calmada para escribir, y revisar”, confiesa Sheila, quien tiene listos otros títulos más: “El vals de las cometas”, cuento con el que ganó la V Bienal de Poesía Infantil del Icpna en el 2013, se lanzará en la Feria del Libro Ricardo Palma (noviembre), y después de él llegarán “Presagio” (libro que surge de la exposición que hizo en el 2012 en el Centro Cultural de España) y los poemarios “Sirena” y “Ceniza”, este último escrito en abril pasado.

EL DATO
Con Paracaídas Editores, Sheila Alvarado presentará tres nuevas historias en la próxima Feria del Libro de Lima, que empieza el 17 de julio. 

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