(El Comercio/ EFE)
Brigitte Bardot ofreció hoy una serie de entrevistas por la celebración de su cumpleaños número 80 en las que explicó las razones por las que se alejó del cine hace ya cuatro décadas.
"Estaba harta de esa vida superficial, vacía", dijo Bardot, quien decidió dedicar su vida a los animales que, "a diferencia de los hombres, no piden nada y lo dan todo".
La que fuera símbolo sexual en los años cincuenta y sesenta, aseguró en medios como "Le Parisien" y "Le Journal du Dimanche" que está feliz con su vida actual como activista.
"Me gustan los animales porque son las víctimas inocentes de la crueldad humana, que no tiene límites", cuenta antes de añadir que si los defiende es porque ellos no lo pueden hacer.
Bardot dijo que no se presentaría a unas elecciones para defender sus ideas porque ese mundo no le gusta: "desprecio demasiado la política y no entiendo nada de sus pequeños chanchullos".
La actriz contó que su primer animal fue un perro que se llamaba Clown, un cocker negro que con menos de dos años le regaló su primer marido, el director de cine Roger Vadim.
Pero del que guarda el mejor recuerdo es de un pato que le regalaron en México durante la grabación de "Viva María" en 1956, y que le seguía a todas partes: "esa historia de amor me marcó mucho y desde entonces odio a los que comen pato".
De hecho, cuando el periodista de "Le Journal du Dimanche" le pregunta sobre qué le gustaría para su cumpleaños, Brigitte Bardot le dice que se haga vegetariano.