Da miedo cuando una franquicia suelta una película tras otra. Mañana llega a los cines peruanos "Piratas del Caribe 5: la venganza de Salazar". En la pantalla grande, sobran las decepciones con las historias maratónicas. Entonces viene providencialmente el Wi Fi al rescate. A la televisión le va mejor con los relatos de largo aliento.
Aunque la saga de "Piratas del Caribe" empezó sin decepcionar. La primera de ellas, del 2003, llevó el subtítulo de "La maldición del Perla Negra" y fue dirigida por Gore Verbinski, un realizador impredecible que intercala aciertos con traspiés colosales (ahí está su desconcertante versión de "El llanero solitario", del 2013).
Inspirada en las atracciones temáticas de Disneylandia, "Piratas del Caribe: la maldición del Perla Negra" contiene aventuras burbujeantes, romances y enfrentamientos entre el capitán Barbossa (Geoffrey Rush) y Jack Sparrow (Johnny Depp). Este último es una suerte de mezcla entre el zorrillo Pepe Le Pew, un alcohólico eterno y un corsario traicionero, pero carismático que siempre está del lado de los indefensos.
Luego vino el bajón con las siguientes entregas de "Piratas del Caribe". La fórmula fue exprimida hasta decir basta y le fue fiel al Hollywood más infantilizado. Este desgano lleva a uno a quedarse en casa, a encontrar refugio en el Wi Fi, a no hacer caso a los prejuicios cinéfilos que subestiman a la televisión y a descubrir impagables momentos cinematográficos en más de una serie. Por estas y otras razones es que a los negocios de streaming les van tan bien.
Sparrow contraataca
Ahora es el turno de "Piratas del Caribe 5: la venganza de Salazar". Vuelven Barbossa y Sparrow. A ellos se suma Javier Bardem como un descosido pirata del más allá que tiene una cuenta pendiente con el personaje de Johnny Depp. Dirigen los noruegos Joachim Rønning y Espen Sandberg, dos realizadores con antecedentes rutinarios y poco esperanzadores. Y el garbo femenino se corporiza en la actriz británica Kaya Scodelario (antes pasaron por la saga Keira Knightley y Penélope Cruz). Que regrese al menos un poco de la chispa de la primera entrega.