La actriz y productora mexicana Salma Hayek destacó hoy que aunque es "muy violento asumir que porque eres guapa eres estúpida", el odio se multiplica "cuando se dan cuenta de que eres inteligente".
"Es como si dijeran: Contrata a un mono. Cuando el mono habla, se dicen: ¡Oh, dios mío, vamos a ganar mucho dinero!. Pero cuando se dan cuenta de que sabe álgebra", intentan acabar con él, señaló en un panel organizado por el grupo del lujo Kering sobre la presencia y contribución de las mujeres en el mundo del cine.
Esa es la razón, afirmó la actriz en Cannes, de que haya tan pocas mujeres detrás de una cámara. Según las cifras facilitadas, solo el 7 % de las películas están dirigidas por ellas: "¡Y encima son pequeñas producciones!", lamentó.
La intérprete, presente en ediciones anteriores de Cannes con filmes como "El coronel no tiene quien le escriba" (199) en competición y "Desperado" (1995) y "Dogma" (1999) fuera de ella, así como miembro del jurado en 2005, cree que la industria descuida a las mujeres "por ignorancia".
"Nos están subestimando como fuerza económica", indicó Hayek, para quien, aunque la situación está cambiando, "todavía queda mucho camino por recorrer".
En una edición del certamen, la 70, en la que la polémica ha estallado por la participación de dos películas producidas por la plataforma digital Netflix que no serán estrenadas en salas de cine, la actriz prefirió no alimentarla con una opinión firme.
"La experiencia de ir al cine sigue siendo muy importante. Parte de la magia que sucede es por vivir una experiencia colectiva. Hay un respeto hacia el arte. Te sientas con todos esos extraños en una sala oscura, frente a una pantalla que te va a llevar a una realidad completamente diferente. Tiene algo de romántico y bonito".
Hayek se alegró de que esas dos cintas, "The Meyerowitz Stories" y "Okja", hayan servido para fomentar el debate, y destacó que no se puede ignorar la dirección que está tomando el negocio.
"Tenemos que usar toda la tecnología disponible para hacer la experiencia cinematográfica más fuerte, para que la gente quiera pagar por algo que no puede vivir en casa. (...) La relación entre las películas y la audiencia está anticuada y ahora es un buen momento para descubrir cómo llevar de vuelta al público a lo tradicional", concluyó.
(Fuente: Efe)