Spider-Man, de regreso a casa: errores y aciertos de las cinco películas previas
Spider-Man, de regreso a casa: errores y aciertos de las cinco películas previas
Redacción EC

Luego de su presentación oficial como Spiderman en la película"Capitán América: Civil War", Tom Holland vuelve a ponerse en la piel del famoso arácnido.

El nuevo filme del superhéroe contará la aventura en la que deberá enfrentarse a Vulture (Michael Keaton), mientras que bajo la tutela de Iron Man (Robert Downey Jr) aprende los gajes del oficio.

Y ante el inminente estreno de la nueva película de este famoso personaje, repasamos la filmografía previa, cuáles fueron los aciertos y los errores del pasado y qué podemos esperar del nuevo capítulo de la saga.

El mejor: Tobey Maguire

Muchos se burlaron de su actuación algo novelesca, de su poca gracia para las peleas y de ser un adulto interpretando a un adolescente, pero a pesar de eso, este actor tenía una torpeza querible que lo convirtió en el Peter Parker ideal.

A Maguire el público le creía que pudiera no enamorar a Mary Jane
(Kirsten Dunst) y lograba que la audiencia se apiadara de un héroe que tenía todo para ganar, pero que indefectiblemente terminaba perdiendo.

Y esa fue la clave de su Spiderman, respetar el registro de los cómics originales de Stan Lee y Steve Ditko y mostrar a un inexperto justiciero que a pesar de derrotar a los villanos más terribles, no podía ordenar su vida amorosa ni su realidad económica. Maguire logró plasmar a la perfección esta ambigüedad característica del héroe.

El peor: Andrew Garfield

La elección de este actor fue una apuesta arriesgada que no salió del todo bien. Garfield, una cara relativamente desconocida al momento de hacer el film y que suponía una renovación de la franquicia, no logró trasladarle al personaje el halo de tragedia que lo caracterizaba.

Este intérprete tenía un aspecto ganador que no combinaba con el espíritu de perdedor, que tanto había gustado en Maguire y las fallidas historias de las dos películas que protagonizó solo sirvieron para potenciar la sensación de que él nunca pudo lograr un buen trabajo con su Spiderman.

Lo que viene: Tom Holland

La primera decisión vinculada a este actor cambia drásticamente la lógica de este héroe, ya que es diez años menor de lo que fueron Garfield y Maguire al momento de debutar en la piel del arácnido (ellos estaban pisando los treinta, mientras que Tom tiene veinte).

Por otra parte, Holland corre con algunas ventajas: fue presentado en "Capitán América: Civil War" durante el tiempo justo y necesario como para que el público se familiarizara con él.

Además, compartió una escena muy divertida con Tony Stark e, incluso, en su debut con el traje se dio el lujo de robarle el escudo a Capitán América en una de las situaciones más aplaudidas del filme. De esta forma, ya se convierte en un conocido del público y con su protagónico en Spiderman: de regreso a casa va en busca de ser la versión definitiva del personaje en la pantalla grande.

La importancia del villano

El mejor: Doctor Octopus (Alfred Molina, Spider-Man 2)

A pesar de contar con la difícil tarea de superar la gran actuación de Willem Dafoe, Molina supo construir a un villano torturado que, a diferencia del Duende Verde, aún conservaba algo de humanidad. Su versión de Otto Octavius era la de un hombre atravesado por la muerte accidental de su esposa y su maldad tenía que ver con un luto mal procesado más que con el caricaturesco deseo de "destruir el mundo".

Y esa angustia que destilaba la actuación de Molina, envuelta en una dinámica en la que el villano hacía su propio camino de crimen y redención, convirtió a su Octopus en el malvado más emblemático.

El peor: Venom (Topher Grace, Spider-Man 3)

La historia del traje negro es una de las más queridas por los fans. En los cómics, Spiderman encontraba ese nuevo disfraz durante las Guerras Secretas y al poco tiempo descubría que se trataba de un organismo vivo que corrompía a su portador.

Peter se lo quitaba y este terminaba en manos de Eddie Brock, dando nacimiento al popular Venom. Cuando la trilogía de Raimi mostró a Venom en todo su esplendor, las críticas se hicieron oír. Topher Grace no tenía el carisma necesario para representar a un enemigo de la violencia que el personaje requería y su imagen como el virginal Eric de "That´s 70 Show" aún estaba enquistada en el público. De esta forma, su villano no logró la espectacularidad que lo caracterizó en las viñetas.

Lo que viene: Vulture (Michael Keaton)

En principio, la elección de Keaton parece acertada. Este actor reúne varias condiciones clave: es querido por el mundo nerd (fue el primer Batman moderno) y también respetado por el público no amante de los superhéroes.

La idea de plantearlo como un Tony Stark oscuro, que utiliza un poderoso traje para hacer el mal, es la excusa perfecta para meter al villano en el cada vez más habitado universo Marvel.

La mirada del director

El mejor: Sam Raimi (Spider-Man 1, 2 y 3). En muchos sentidos, el director de la trilogía Evil Dead fue el verdadero responsable de modernizar (y popularizar) el cine de superhéroes.

Como luego harían las películas de Marvel, él entendió que era importante respetar el origen clásico del héroe, sin necesidad de darle toques modernos.

Para Raimi, el asesinato del tío Ben era la cruz con la que cargaría Peter de por vida y ese rasgo marcaría su relación con todos los personajes de la saga (el director entendía dónde se metía, no hay que olvidar que ya había jugado con la figura del héroe trágico en Darkman). Por otra parte, sus furiosos zooms calzaron a la perfección con las dinámicas peleas de la saga. En conclusión: Sam fue por lejos la mejor decisión posible para llevar adelante esta trilogía.

El peor: Marc Webb ("El sorprendente Hombre-araña" 1 y 2)

Probablemente el estilo frenético de Raimi llevó a los productores de la segunda saga a considerar que un director de videoclips podía ser el ideal para tomar la antorcha de un relanzamiento del héroe en el cine.

Webb, que venía de coronarse como rey del indie con la exitosa película "500 días con ella", se embarcó en la tarea de renovar la imagen de Parker, pero no supo encontrar un tono adecuado. Un innecesario volver a contar cómo Peter obtenía los poderes; unos villanos desdibujados que no le daban peso al relato y peleas que más allá de su virtuosismo no tenían el característico nervio de Raimi, se tradujeron en dos obras fallidas que jamás llegaron a convertirse en trilogía (aunque esos eran los deseos), y que desperdiciaron el atractivo del héroe en pantalla.

Lo que viene: Jon Watts

Si bien este director no tiene un currículum demasiado extenso, cuenta con dos filmes que recibieron opiniones muy positivas: "Clown" y, especialmente, "Cop Car".

Pero el lado menos amable del asunto es que se sabe que Marvel vigila muy de cerca a sus directores y es probable que cualquier tipo de rasgo autoral que tuviera Watts en su obra previa, se desdibuje en su versión de Spider-Man (algo que vale aclarar, no necesariamente signifique que la película sea mala). Habrá que esperar a ver el resultado en pantalla.

Escenas imborrables

El primer encuentro entre Spiderman y Mary Jane. Seguramente sea el beso más famoso que diera el cine en la primera década del nuevo milenio. Una pareja en un callejón, él colgando de un techo y ella subiéndole la máscara para lograr ese momento que no tardaría en convertirse en una escena de amor pop por excelencia.

La muerte de Gwen Stacy. Con seguridad la mejor escena de las dos películas interpretadas por Garfield es aquella en la que Gwen (Emma Stone ) muere luego de ser arrojada al vacío por Harry Osborn (Dane DeHaan).

Ese momento fue una reproducción perfecta de ese fatídico número #121 del cómic en el que Stacy moría producto de un accidentado rescate por parte del héroe.

Irónicamente, esa desgarradora tragedia fue también el instante en el que Andrew logró su mejor registro interpretando al personaje.

El Spider de TV

De 1977 a 1979, una serie de televisión llamada "The Amazing Spider-Man" fue protagonizada por el actor Nicholas Hammond.

(Fuente: GDA/ La Nación)

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