Para el responsable del Instituto Cervantes, la organización pública española dedicada a la promoción y enseñanza de la lengua española, cada 12 de octubre celebramos compartir la segunda lengua del mundo en hablantes nativos (después del chino mandarín), formar parte de una comunidad que supera las 500 millones de personas.
“Este día nos recuerda que los españoles solo somos el 8% de los hablantes del español. Por lo cual, siguiendo la mejor tradición filológica fijada por Andrés Bello a mitad del siglo XIX, celebramos nuestra diversidad como la mejor manera de defender nuestra unidad. No hay ningún centro en el español, el español es de todos sus hablantes, repartidos por el mundo”, explica el poeta andaluz.
—Después de un recorrido accidentado, Arequipa organizará en el 2025 el décimo Congreso Internacional de la Lengua Española. ¿Tras su postergación en el 2023, cómo se reenciende la máquina?
Me hace mucha ilusión la apuesta de los congresos internacionales de la lengua, porque son muy importantes para hablar de nuestra comunidad. Es verdad que, por la presencia institucional, por tener que reunir a los jefes de Estado, por la necesidad de mover a cientos de especialistas académicos de distinta edad, a veces resulta difícil la organización. Pero siempre se sale adelante. Se había planteado celebrar el congreso el año pasado en Arequipa, pero no se pudo hacer y entonces se trasladó a Cádiz. Y se hizo con la dinámica de decir: “Arequipa en Cádiz”, celebrando los viajes de ida y vuelta de nuestra lengua. Luego se pensó que el siguiente congreso debía ser en Arequipa, con una presencia importante de Cádiz.
Ya se ha firmado el convenio con la cancillería peruana y se trabaja para que el próximo congreso se desarrolle en Arequipa para la segunda quincena de octubre del 2025. Se está concretando la fecha exacta por las agendas oficiales. Ya la mecha está encendida. Ya se empieza también a preparar el posible programa con la Real Academia Española, la asociación Asale que reúne a todas las academias de la lengua y el Instituto Cervantes, además de la colaboración firme del Centro Cultural Inca Garcilaso.
—Solo para tenerlo claro: ¿para qué sirve un evento como el congreso de la lengua?
Tomar conciencia de la importancia de nuestra lengua es fundamental. No solo porque vincula lazos culturales y nos hace sacar lo mejor de nuestro pasado en común para imaginar el futuro, sino porque nos da mucha presencia internacional en la economía y las inversiones. Hoy se estudia mucho el español porque las empresas que quieren invertir en español, hacer negocios en español, necesitan conocer la lengua. Los estudios económicos dicen que las inversiones se incrementan en un 4% cuando se comparte la lengua.
Cuando reivindicamos la importancia del español no solo destacamos la importancia de una cultura donde están Miguel de Cervantes, José María Arguedas, Mario Vargas Llosa o Santa Teresa de Jesús. Estamos reivindicando también la fuerza económica que supone la internacionalización de nuestra comunidad lingüística.
—¿Qué podemos decir del perfil del programa académico?
El congreso de la lengua convocará a profesores, académicos y filólogos a reflexionar sobre cuestiones que tienen que ver con nuestra vida cotidiana. En Arequipa, muchas de las propuestas de trabajo tienen que ver con la inteligencia artificial y el lenguaje de las máquinas. A nosotros nos interesa que se programe no solo en inglés, sino también en español. Al mismo tiempo, vamos a recoger la antorcha de la reflexión sobre el mestizaje, el respeto a las lenguas indígenas, la convivencia en una lengua universal. Un diálogo que invite a la convivencia, al multilingüismo, al respeto en la diversidad.
—¿La obra de Mario Vargas Llosa, escritor que abogó por la realización del congreso en Arequipa, será también tema de reflexión?
Por supuesto. Será la oportunidad de celebrar su figura. Recordemos que en Arequipa está toda su biblioteca, y se trata de una referencia fundamental.
—¿Y cómo será ese diálogo con la ciudad de Cádiz, ciudad que recibió el último congreso?
En conversaciones con el Ayuntamiento de Cádiz, y con la Asociación de la Prensa de Cádiz, se están preparando exposiciones y actividades culturales que unan las tradiciones culturales de esta ciudad con el Perú. Y se están encargando de prepararlas desde el Ayuntamiento de Cádiz.
Cuando las palabras llamaron al cajón
El año pasado, en la ciudad de Cádiz, en el Noveno Congreso Internacional de la Lengua Española se abordaron diversos temas. Pero fue una imagen, durante la inauguración del CILE frente al histórico Teatro Falla, la que se hizo viral: la del Rey Felipe VI tocando el cajón peruano, adoptado por los músicos flamencos.
Para el Luis García Montero, director del Instituto Cervantes, sería estupendo reeditar aquella performance musical en Arequipa, en octubre del próximo año. “Son símbolos muy potentes”, afirma. “De pronto, un guitarrista como Paco de Lucía, haciendo un concierto en el Perú, descubrió el cajón peruano y lo incorporó a la música y las reuniones del cante jondo. A partir de entonces, el cajón se hizo flamenco y está en muchos conciertos. Los valores del ser humano son universales. Frente a coyunturas identitarias que convierten al otro en enemigo, merece mucho la pena reconocernos y comprender todo lo que nos une”, afirma el poeta.
A mediados de octubre del 2025, la ciudad de Arequipa será escenario de otros diálogos igualmente simbólicos. Y el director del Cervantes ha sido, contra viento y marea, un tenaz defensor de la Ciudad Blanca como escenario del CILE 2025 tras perder la sede en 2023 tras la crisis política ocurrida por el autogolpe del expresidente Pedro Castillo.
Las razones de esa fe, confiesa Luis García Montero, son tanto personales como objetivas: “El Perú es uno de los grandes países donde todavía no se ha hecho un congreso internacional del español. Se ha celebrado en México, en Colombia, en Chile, en Puerto Rico, en España, en Argentina. Y una ciudad muy significativa dentro del Perú es Arequipa. Es una referencia histórica, con una tradición universitaria importante, donde el diálogo de civilizaciones y de culturas es muy importante”, afirma.
Y, por supuesto, porque es la ciudad natal de Mario Vargas Llosa, escritor que impulsó la candidatura. “A mí me pareció importante, por admiración a la literatura de Mario Vargas Llosa, apoyar su propuesta. Lo admiro desde que me formé como escritor. Siempre he agradecido que él me haya tratado con respeto y cariño, aun sabiendo que mis opiniones políticas difieren mucho de las suyas. La cultura es entendimiento, buscar puntos de acuerdo”, añade.
Desde 1997 se celebran los congresos de la lengua española. Son organizados por el Cervantes, la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española, junto con los gobiernos de los distintos países anfitriones.