Bailes de las tres regiones del país se despliegan en el libro "Fiestas y Danzas del Perú" editado por el BCP. Forma parte de su histórica colección "Artes y Tesoros del Perú". En la imagen: Landó en el antiguo pueblo de Zaña.
Bailes de las tres regiones del país se despliegan en el libro "Fiestas y Danzas del Perú" editado por el BCP. Forma parte de su histórica colección "Artes y Tesoros del Perú". En la imagen: Landó en el antiguo pueblo de Zaña.
Enrique Planas

Son cuarenta y seis los libros que lleva publicados en casi medio siglo la colección Artes y tesoros del Perú. Todos ellos se han ocupado de los valiosos testimonios de nuestras culturas prehispánicas, las joyas barrocas de las iglesias coloniales, el anda del señor de los milagros, la pintura cusqueña, los procesos de restauración de piezas históricas. "Fiestas y danzas del Perú, la última entrega de la colección, es el primer volumen dedicado por entero al patrimonio inmaterial, un tesoro que comprende las tradiciones y expresiones vivas heredadas de nuestros antepasados y transmitidas a nuestros descendientes.

El destacado antropólogo Juan Ossio es el coordinador de esta edición, la cual, al igual que las ediciones anteriores, tiene una poderosa gráfica: el 60% de las páginas del libro deben ser ocupadas por imágenes, y en un 40 % se concentran los ensayos especializados. “Tuve que apelar a la capacidad de síntesis de los autores. Y todos respondieron al reto”, señala Ossio, quien por cuatro años tuvo a su cargo el Instituto de Etnomusicología PUCP.

Cuando hablamos de patrimonio inmaterial debe entenderse su naturaleza cambiante. Por ello, es difícil cuantificar las danzas existentes en el Perú. Luis Eduardo Valcárcel lanzó la cifra de 200. ¿Cuan corto se quedó?
No se ha hecho una investigación sistemática a nivel de números. Si tomamos en cuenta cuántos distritos y cuantas comunidades tiene el Perú (hablamos de 6 mil comunidades), y sabemos que en cada una de ellas hay fiestas acompañadas con danzas. podríamos calcular que hay más de 2 mil danzas en el Perú. Y solo en Lima se practican unas 400.

Virgen del Carmen, patrona de Paucartambo. Su fiesta se celebra el 16 de julio.
Virgen del Carmen, patrona de Paucartambo. Su fiesta se celebra el 16 de julio.
/ Andre Agurto

Reunir en un libro todas las fiestas y danzas del país es una tarea especialmente ambiciosa. ¿Cuál fue su plan para lograrlo?

Cuando decidí organizar la estructura del libro, quise darle tres criterios fundamentales. El primero, debía hablar sobre las danzas y las fiestas en la época prehispánica, y estuvo a cargo de Cecilia Pardo y Julio Rucabado. El segundo criterio, aplicado ya en la época contemporánea era representar a las tres regiones del país, costa, sierra y montaña. Obviamente, es la sierra donde hay mayor riqueza, es en los valles interandinos donde quedaron muy arraigadas todas las tradiciones desde la época prehispánica y luego lo que se superpuso la época colonial. Debíamos darle también importancia a la selva, la cual, a diferencia de los andes, no tiene un calendario de fiestas.

Tradicional pumpin, baile que se caracteriza por sus letras jocosas y críticas. Festival de Waswantu, en Ayacucho.
Tradicional pumpin, baile que se caracteriza por sus letras jocosas y críticas. Festival de Waswantu, en Ayacucho.
/ Andre Agurto

¿Y a qué se debe ello?

Por el carácter semi nómade de las comunidades, pero sobre todo porque ellos se dedican más a festejos ligados al ciclo vital o épocas de lluvia y sequía. Los calendarios festivos se organizaron a raíz de la influencia europea, como es la fiesta de San Juan, por ejemplo, el 24 de junio. Sus fiestas se hacen en relación a ritos de pasaje y eso tiene que ver con determinados momentos del año, cuando hay que iniciar a los muchachos o cuando se debe construir una casa o una maloca. Ello motiva un gran festejo, se trata de algo coyuntural, sin fechas fijas. Esa es una dificultad a la hora de estudiarlas. Además, la selva no ha sido tan investigada como otras regiones.

¿Y cuál es el estado de la cuestión en los estudios de las fiestas de la costa?

Sin duda, se ha perdido muchísimo lo más tradicional. Lo tradicional ya no es propiamente indígena, sino que viene de la cultura negra, de las tradiciones africanas. Hay determinadas áreas particularmente ricas, principalmente en Chincha, en el departamento de Ica. Allí tienes un conjunto de festividades como los atajos de negritos, que salen en época de Navidad. Por supuesto, no puedes descuidar la famosa marinera o sus variantes, limeña, norteña, arequipeña, puneña o cusqueña. La marinera se ha ido acomodándose a las distintas regiones.

Pero la mayor variedad se encuentra en los Andes...

Allí tenemos una gran variedad. Lo que articula las fiestas en los andes tiene que ver con las actividades económicas, pero sobresale el aspecto religioso, centrado en las figuras de santos varones y vírgenes. Así, un tercer pilar para este libro era investigar en las fiestas asociadas a ellos. Por supuesto, de las figuras sagradas varoniles, destaca Jesucristo. Sus festejos se inician en las Navidades, y continúan en la bajada de Reyes, la cuaresma y como preludio a ésta, el carnaval, una festividad picaresca y llenas de contenido romántico. Luego de la cuaresma viene la Semana Santa, la época del recogimiento. Luego vienen otras fiestas ya no tan ligadas a la liturgia pero que se acomodan, como es la fiesta del Corpus Christi, que motiva en el Cusco un desborde de actividades.

Comparsa del carnaval ayacuchano.
Comparsa del carnaval ayacuchano.
/ OIicart

Junto con los santos, hay que penetrar en la naturaleza de las fiestas...

Así es, a los personajes que se presentan. Por ejemplo los personajes burlescos en las danzas de Carnaval, un motivo que tiene que ver con el erotismo y la fertilidad. En todos los Andes, en la celebración de sus fiestas, tienen personajes burlescos. Unas veces representan al viejo ‘Kiara’ y a la sembradora en el caso de Andamarca, unos actores de primera, muy creativos en los chistes que cuentan. Otro ejemplo es la famosa peregrinación del Quyllur Rit’i, que cuenta con una hermandad encargada de mantener el orden entre los peregrinos. Estos personajes son los ukukus, o Pabluchas, vestidos de color oscuro, cubiertos con un pasamontañas. Ellos deben mantener el orden y evitar los excesos en medio de toda esta algarabía que convoca a 60 mil peregrinos y donde se presentan más de 90 danzas. Los danzantes consumen alcohol y a veces se pueden exceder. Para mantener el orden usan un látigo para golpear a la gente, aunque no severamente. Lo interesante es que mantienen el orden haciendo chistes, molestando a la gente, llamándoles la atención. Es como el Mito, en el valle del Mantaro, con los Huacones. Ellos son los jueces, los que juzgan a las autoridades que se han portado mal, dándoles simbólicamente tres azotes. Mantienen el orden en medio de la algarabía. El antropólogo Alex Huerta Mercado es quien desarrolla el tema en el libro.

En su estudio, observa que un elemento fundamental en las danzas andinas es su naturaleza competitiva.

Compiten en diferentes campos. Por ejemplo, en la creación de insultos. ¡Arguedas era un gran campeón en este campo! Cuando él llegaba a Puquio se encontraba con sus pares y empezaban a insultarse. Pero no se trata de insultos groseros. Tienen que ser ingeniosos y no podías repetirlo. Algo semejante ocurre en los carnavales de Cajamarca, donde tienes que improvisar versos. En el campo de la música, el paradigma de la competencia es el danzante de tijeras. Nunca baila solo, siempre debe tener un contrincante. Así como el danzante debe demostrar creatividad, los músicos que lo acompañan también deben sumarse a esta competencia con los músicos del otro danzante.

Jóvenes nativos bailando en Puerto Inca, Huánuco.
Jóvenes nativos bailando en Puerto Inca, Huánuco.

Las competencias son otra manifestación de la dualidad andina...

Un esquema fundamental que viene desde la época prehispánica. Por ejemplo, tienes una festividad que se realiza en muchas partes del Perú y que inspiró el “Yawar fiesta” de José María Arguedas. Es una corrida de toros le ponen al animal un cóndor encima. El Cóndor representa el mundo andino, y el toro a los españoles. Es una corrida de toros donde no hay muerte, donde a quien se le venera es al cóndor. El toro es un animal vinculado al Amaru, presencia demoníaca que vivía en el fondo de las lagunas.

Esta festividad ha motivado algunas quejas por parte de grupos animalistas. ¿Que piensa de ello?

Los cóndores no mueren, los sueltan terminado el rito. Además hay una identificación entre el captor y el cóndor.

Otro tema importante en las danzas y fiestas andinas están asociadas ya no a lo religioso, sino a las actividades económicas...

Básicamente la ganadería y la agricultura. Para la ganadería, el ritual más importante, que motiva festejos es la marcación de los animales. Se hace en el mes de junio asociada a la fiesta de San Juan, o en agosto para marcar a los vacunos. A los camélidos se les marca en la época de carnaval, que es la época de las lluvias, cuando ellos están pastando en las punas. En cuanto a la agricultura, de los distintos cultivos el principal es el maíz. Alrededor de este producto se organizan festividades importantes. Y la mayor parte de las celebraciones previas a su siembra tienen que ver con el agua, el elemento fertilizador. Asociado a ella, está la limpieza de los canales, uno de los rituales andinos más complejos, que se da en el departamento de Lima, Ayacucho, Apurímac, Cusco y Moquegua. No hay mayores actividades con respecto a la cosecha.

Danzantes sinkuy wata qallary o "huayruros" en la fiesta de bajada de Reyes en Ollantaytambo, en Cusco.
Danzantes sinkuy wata qallary o "huayruros" en la fiesta de bajada de Reyes en Ollantaytambo, en Cusco.

En todas estas danzas, hay un objeto con un rol fundamental, la máscara.

¡Y hay muchas variedades de mascaras! Gisela Cánepa es la experta que ha hecho un capítulo que tiene que ver con la inversión del orden en el carnaval. Le hemos dedicados dos artículos porque era sumamente importante este tema. Luego estudiamos elementos de las danzas que tienen que ver con aspectos históricos como la guerra con Chile, y finalmente, el tema de la etnicidad y los mitos que incorporan algunas de estas festividades.

Bailarines de Huaylarsh, en Huancayo.
Bailarines de Huaylarsh, en Huancayo.
/ BEN

Muchas veces estas fiestas y danzas se han realizado de forma clandestina, de contrabando en las ciudades, a causa del clasismo de nuestra sociedad. ¿Cómo ve esta problemática hoy?

Ahora menos que antes, gracias a la revalorización actual de las tradiciones y la creatividad en las poblaciones rurales. Cuando yo llegué en los años 70 a Andamarca, los pagos a la tierra eran muy secretos. Hoy todos pueden verlo. Gracias a que ha cambiado la actitud frente a la creatividad del mundo andino, distintos medios han reconocido estas danzas como patrimonio cultural del Perú y de la humanidad. Se han organizado asociaciones que conservan esta cultura estupendamente bien, lo que ha hecho posible recrear otras danzas que habían desaparecido.

Que piensa de rituales especialmente violentos, donde se representan batallas entre pueblos andinos?

Hay rituales que son sangrientos, es cierto. Por ejemplo, el 20 de enero, en las alturas de Canas Canchis se hace el chiaraje, batalla ritual donde hay una infantería y una caballería y ambos utilizan hondas para lanzarse piedras que te pueden abrir el cráneo. Hay contusos y hasta muertos. Es la festividad vinculada con la integración de esas comunidades. ¿Cómo vamos a suspender eso? No puedes quitarles sus costumbres. Ahora bien, podría hacerse una recomendación, como se hizo en Bolivia, que cambiaron las piedras por frutas.

Pareja laureada en el Festival de la marinera en Trujillo.
Pareja laureada en el Festival de la marinera en Trujillo.

Hablando de Bolivia, ¿Que pensaba usted cuando Evo Morales reivindicaba la Diablada como un baile puramente boliviano?

Esa era una tontería. Habla como Morales se había contaminado por su ideología política y de su recelo hacia las tradiciones del Perú. Entre los aymaras no hay fronteras. Los aymaras de Oruro y los de puno son hermanos. No es un tema de peruanos y bolivianos, son ante todo, la nación aymara. Y pueden desarrollar los mismos bailes tanto de un lado como del otro.


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