A inicios del 2000, una joven de Ontario, Canadá, recibía la atención del público con un estilo muy distinto a las que tenían las estrellas del pop adolescente que reinaban el nuevo siglo. Avril Lavigne, con pantalones de skater, delineador y mucha actitud punk, debutaba en la lista Billboard con “Complicated” (2002), un tema en que retrataba a la gente que no quería mostrarse como verdaderamente era.
Después de que Britney Spears había demostrado que el combo imagen sexualizada y música efervescente era un molde difícil de romper, Lavigne quería nadar contra la corriente, desmarcarse, y ser catalogada como la nueva princesa “anti-Britney”.
“Recibo cartas de los fanáticos todo el tiempo ... y casi todas las cartas hablan de: ‘Gracias por no ser Britney Spears. Me encanta cómo eres tú misma y eres fuerte’”, señalaba en una entrevista con Associated Press en 2004.
Por supuesto, Avril estaba más cerca a convertirse en una Alanis Morissette que en una Britney Spears, pero aprovechó la rivalidad para asegurarse a varios seguidores que se habían decepcionado de la rubia cuando se despojó de su imagen de “lolita”.
De princesa gótica a rubia platinada
Tras el éxito de su primer disco “Let go” (2002), Avril lanzó “Under my skin” (2004), un disco más oscuro, más power pop, y donde se convertía en una princesa gótica, dejando atrás su colaboración con los productores de The Matrix (que casualmente habían empezado a colaborar con Britney Spears). El disco fue tibiamente recibido, ya que fue difícil superar al primero, pero Avril se consolidaba como la imagen rebelde de la música pop.
Temas como “Don’t Tell Me”, “My Happy Ending” y “Nobody's Home” llegaron a la cima de la popularidad, mientras la canadiense recogía premios MTV y participaba en el soundtrack de películas como “Bob Esponja”.
La imagen de chica rebelde empezaba a desgastarse, y cuando decidió volver en 2007, Avril era rubia platinada y entonaba “Girlfriend”, una canción a la que compararon con la popular “Mickey” de Toni Basil (1982).
La nueva etapa de Avril, bajo el disco “The Best Damn Thing” (2007), confundió a sus seguidores: “¿ella es la misma chica que usaba pantalones de skater, y ahora usa tacones y minifaldas?”
Lavigne había dejado atrás el romance adolescente de “Let Go” y la angustia juvenil de “Under My Skin”, para abrazar el pop enérgico y rápido en “The Best Damn Thing”. Detrás de ese cambio estaba Dr. Luke, quien ha producido posteriormente discos de Katy Perry y Lady Gaga, y que ahora se encuentra en un problema legal con Kesha por acoso sexual.
Canciones como "Girlfriend", "When You're Gone" y "The Best Damn Thing" tuvieron buenas críticas, pero no sirvieron para hacer del disco un éxito, y fue la producción menos vendida de la cantante. A su vez, Lavigne se alejaba de la compañía Nettwerk y de su manager Terry McBride, quien administraba su carrera desde 2002, año de su primer lanzamiento “Let Go”. La razón: la canadiense culpaba a McBride de la poca aceptación de "The Best Damn Thing".
Un regreso poco auspicioso
Avril Lavinge lanzó “Goodbye Lullaby” (2011) que a pesar de venderlo como el “gran regreso”, tuvo un frío recibimiento en críticas y ventas. No le sirvió convocar al superproductor sueco Max Martin (el mismo hacedor de “…Baby, One More Time” de Britney Spears), y la carrera de Avril se opacaba en medio del ascenso de Adele, Justin Bieber, Rihanna y Katy Perry. Mostrarse como la “anti-Britney” tampoco funcionaba, ya que hace rato Avril había dejado atrás su imagen de chica rebelde para lanzar su propia línea de ropa y perfumes. Ella defendió su nueva etapa diciendo: “No me arrepiento de nada. Ahora estoy mayor y debo seguir adelante”. En entrevista con StyleList también dijo: “He cambiado mi forma de vestir, algo que es normal hacer. Pero miro hacia atrás, veo todas las fotos y todas esas cosas extrañas que llevaba. Y fue bonito vestir pantalón de skater y corbata, en ese momento”.
Su vida personal también estaba al pie de los tabloides debido a su divorcio con Deryck Whibley, el cantante de Sum 41; su posterior romance con el hijo de Caitlyn Jenner, Brody; y su segundo matrimonio y separación del cantante de Nickelback, Chad Kroeger.
Tras el lanzamiento de su quinto disco, titulado simplemente “Avril Lavigne” (2013), la crítica hablaba del resurgimiento de la canadiense, gracias a que encontró nuevo sello (Epic Records) y regresó a trabajar con su descubridor "LA" Reid. Sin embargo, la buena estrella duró poco, pues Avril fue diagnosticada con la enfermedad de Lyme a finales del 2014, lo que la obligó a alejarse de la escena musical hasta ahora.
Durante la etapa de su alejamiento, explotó una teoría en internet según la cual la verdadera Avril Lavigne murió en 2003 y fue sustituida por una doble. La “conspiración” se la inventó un blog brasileño en 2011 para demostrar la facilidad con la que se propagan las noticias falsas en internet, y cada cuanto “matan” a la estrella canadiense en internet.
Sin embargo, Avril se ha recuperado satisfactoriamente y en sus redes sociales muestra que ha vuelto al estudio para grabar lo que será su sexto disco, aún sin fecha de lanzamiento. Incluso se “amistó” con Britney Spears, que a pesar de no haber respondido nunca las críticas de Avril, la recibió hace un año en el backstage de su show de Las Vegas. ¿Será que alguna vez podrán colaborar juntas?