En un contexto en donde el reguetón y el trap parecen haberse apoderado de los primeros puestos en las plataformas digitales de la música, la tradición y el folclor perduran. La cantante mexicana Natalia Lafourcade es prueba de ello.
Hace unos días, Lafourcade estrenó "Danza de gardenias", sencillo que formará parte del segundo volumen de "Musas", álbum que busca rescatar lo mejor de la cultura latina. "Esta canción ['Danza de gardenias'] representa un carnaval que celebra los géneros musicales de Latinoamérica a través de sus instrumentos [bongó, tres cubano y trompeta son algunos de ellos]", manifiesta la intérprete.
Lafourcade afirma que su estilo musical –y lo que la diferencia del resto– es hacer proyectos que la conectan con lo profundo de su cultura. Ella dice: "Hay estilos para todos los oídos y, como artista, nunca voy a menospreciar el trabajo de otros. Yo hago música que siempre me esté empujando a aprender cosas nuevas y así poder nutrir a mis oyentes".
La mexicana se declara una activista y, ante las diversas denuncias de violencia sexual en la industria artística, ella se mantiene firme. "Me frustra ver la cantidad de situaciones y problemas que no se pueden arreglar desde hace tantos años". Además, agrega que sus letras pueden ser un camino de empoderamiento: "Quiero recordarles lo poderosas que somos. Las mujeres tenemos que ser un equipo de apoyo en vez de derrumbarnos entre nosotras", finaliza.