Como si fuera una jugadora experimentada, que calienta al lado del campo de fútbol esperando la orden para entrar a jugar y reforzar al equipo de sus amores, Katia Condos se alista para ingresar al elenco del musical “Mamma mia!”. La tarea no es fácil: se une a un elenco que lleva varias semanas sobre las tablas. “Pero soy chancona”, repite una y otra vez la actriz, quien deja el alma en cada ensayo previo al 16 de agosto, día desde el que por fin la podremos ver en escena.
Vuelves a hacer un musical después de un año. ¿Te sientes cómoda cantando?
Cómoda no es la palabra, porque me cuesta un montón. Me siento cómoda actuando, es mi profesión, pero cantar es lo que menos hago. El canto y el baile me cuestan mucho, estoy chancando todo el día, con las canciones y las coreografías.
¿Cuán difícil puede llegar a ser parte del elenco de un musical?
Muchísimo. No solo tienes que aprenderte la letra y los movimientos del personaje, sino también cada canción, cada nota. El canto no es mi fuerte. Son varios niveles de aprendizaje al mismo tiempo. Si uno no tiene el entrenamiento adecuado es complicado. Es mucho trabajo.
Eso sumado a que los integrantes del elenco de “Mamma mia!” ya tienen trabajando varias semanas juntos.
¡Tienen meses! Estoy muy asustada, pero he estado trabajando por mi cuenta con el coreógrafo que asiste a Vania [Masías], quien ha estado de vacaciones por Fiestas Patrias. Cuando llego a casa, también veo videos y practico, llevo clases con Andrea [de Martins], la directora del musical, para trabajar las canciones. Durante estas últimas semanas, lo que hemos estado haciendo es ensamblar todo, que es lo más complicado. Tengo que treparme a un tren que ya está avanzando rapidísimo. ¡Estoy como loca!
EN VIDEO: conversamos con el elenco de "Mamma Mía!". (Fuente: El Comercio)
¿Ya has podido ensayar con todo el elenco?
Con todo el grupo todavía. Así que deséenme bastante suerte. Obviamente, lo haré antes de ingresar a la obra, pero tendré uno o dos ensayos. Tres con suerte. Es todo un reto.
Pero no es el primer reto que asumes en tu carrera...
Creo que soy una irresponsable [risas]. Me ofrecen papeles, me entusiasmo y después me pregunto en qué me he metido. Pero al final sale bien porque soy chancona, no paro de trabajar hasta sentirme segura. Pero siempre da nervios, ya me pasó antes en “Toc*Toc” y dije que sería la última vez que reemplazaría a alguien en una obra ya comenzada, pero heme aquí.
Te has convertido en una pieza de recambio, en un repuesto de lujo de las obras...
Sí, qué horror, Dios mío. Pero la próxima ya quiero estar en una obra desde el principio. Demasiado estrés.
Imagino que, como sucede con muchas personas, eres cercana a la música de Abba.
Sí, por supuesto.
¿Hace más fácil el trabajo de una actriz que esas canciones formen parte de la banda sonora de su vida?
Lo hace más cercano. Hay un componente emotivo que es un valor agregado. He crecido escuchando a Abba, de pequeña hacía shows de Abba con mi hermana y mis vecinas en la casa. En ese sentido, es muy lindo trabajar con las canciones. Las melodías son familiares. No es que te sepas todas, pero las has cantado mil veces a lo largo de los años. Por lo menos sus coros te los sabes de todas maneras, así creas que no.
En los últimos años, los musicales han tenido gran éxito en el Perú. ¿A qué crees que se debe?
A la calidad de producciones y al talento que hay. El teatro en el Perú ha crecido en todo sentido. Lo que la gente agradece es ver un trabajo bien hecho y paga por ver obras que se han hecho en otros países y que ahora las tiene aquí, con sus actores. Hay un ingrediente de orgullo. Cuando voy a ver musicales, me emociono, me siento parte de eso, los siento míos. Eso es emocionante.