¿Por qué amar lo que hacemos puede cambiar nuestros días? Quien no siente placer por lo que hace no fluye, no disfruta, no es feliz. A través de su historia de vida, el juego y la ironía, Wendy Ramos busca impactar en la manera que las personas ven sus propias vidas. Les propone revisarlo todo: sus sueños, sus miedos, su rutina y transformar aquello que les impide andar de manera más independiente, arriesgada, con menos miedo y más libertad.
Comunicadora, clown, actriz, escritora, conferencista, embajadora Marca País y provocadora de posibilidades; Wendy Ramos presentará “Amar lo que haces”, la primera conferencia escénica testimonial en vivo, en el Gran Teatro Nacional, el sábado 04 de marzo a las 8:00 p.m. y el domingo 05 de marzo a las 7:00 p.m.. Las entradas ya se encuentran a la venta en la plataforma Joinnus.
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“Siempre que me preguntan sobre cosas personales y laborales, respondo de acuerdo a mi experiencia, a lo que a mí me sirvió para hacer lo que hago actualmente. Empujo muchísimo el tema del estudio, insisto mucho con eso porque te abre puertas, te ayuda a encontrar soluciones para tu mundo dentro de otros universos”, destaca la artista nacional.
─¿Cómo nace “Amar lo que haces”?
Empezó como un curso en línea que ya pasó los 50 mil alumnos. Gracias al éxito que tuvo me empezaron a llamar para dar conferencias privadas en empresas, y hace poco me invitaron a Chile a dar una conferencia para gente que había comprado sus entradas. El resultado fue buenísimo, lo disfruté tanto que cuando llegué a Lima, le dije a mi productora para hacerlo aquí. Cuando me plantearon la posibilidad de hacerlo en marzo y en el Gran Teatro Nacional, fue la felicidad perfecta porque es el mes del Día de la mujer.
─¿Qué tan importante es amar lo que hacemos?
Es importante no solo por el bienestar que aporta a tu vida sino también porque es muy difícil competir con alguien que ama su trabajo. Siempre en las charlas que doy pongo el ejemplo de dos restaurantes que venden lomo saltado hecho por el mismo cocinero, que sabe igual de rico y que tiene el mismo precio. Pero en uno atienden con desgano, la mesa está sucia y la dueña está viendo su telenovela a todo volumen. En el otro, todo está limpio, huele bien y la persona que atiende es atenta y siempre está sonriente. ¿A dónde elegirías ir? Obviamente todos preferiríamos ir a un lugar en el que la gente está contenta y ama lo que hace. Nos vuelve más competitivos.
─¿Cómo podemos saber que estamos yendo por el camino correcto?
Cuando estás haciendo algo que te hace feliz, vas a querer saber más de eso, vas a querer estudiar más, conocer más gente que haga eso, vas a pensar en eso todo el día porque te afana, te gusta. ¿Si no te pagaran en tu trabajo, irías a trabajar mañana por lo menos una vez más? Si la respuesta es positiva es una buena señal.
─¿Eres consciente de que has logrado cambiar vidas? ¿Cómo lo asumes?
Con mucha responsabilidad. Todo el tiempo estoy leyendo comentarios en las redes que me emocionan, la gente me cuenta cosas súper grandes, confían en mí. Eso hace que la responsabilidad sea más grande todavía. Por eso cada cosa que hago tiene que tener un contenido, un peso, servir para algo. Hablamos de la rutina, las maneras de atravesar los obstáculos que te impiden lograr lo que quieres, los miedos.
─¿Cuál es la mejor forma de manejar el miedo?
Lo mejor es mirarlo, analizarlo y ver de dónde viene. Determinar si tiene sentido o no y qué cosa puedo controlar y negociar con este. Para “Cuerda” tenía miedo, por ejemplo, de estar parada durante una hora y media en el escenario hablando sola. Me preguntaba: “¿Qué pasa si me olvido lo que voy a decir ante 700 personas?”. La única manera de que pudiera hacer esa función tranquila era llegando cuatro horas antes al teatro y pasar toda la obra, enterita, antes de que llegara el público. Lo hice en todas las funciones porque me encanta hacer las cosas bien. A través de cada cosa que hago, siempre quiero que se sienta el amor que le pongo.
─Más de 50 mil personas han tomado tu curso virtual “Amar lo que Haces” y “Aprendemos Juntos” ya pasó los 10 millones de vistas. Has ofrecido más de 250 conferencias compartiendo tu historia. Tienes más de 3 millones de seguidores en tus redes sociales y tu libro “Mi fiesta es mía” fue uno de los más vendidos del 2022. ¿Qué se viene ahora?
Estoy así como con las antenitas paradas. Después de esta conferencia escénica, quiero escribir el guion de una película con actores reales, pues el 2008 escribí una película animada “Valentino y el can del clan”, y no es lo mismo. También quiero escribir otro libro y hacer un stand up.
─¿Un stand up sobre qué tema?
Sobre la muerte, que es un tema que me fascina. Con mi payasa había empezado a hacer un stand up que no lo llegué a terminar; además, mi perspectiva al respecto ha cambiado mucho con los años. Me gustaría seguir trabajándolo.
─¿Le temes a la muerte?
No le temo. No sé si tiene que ver con la muerte de mi mamá, cuando tenía cuatro años, pero siempre he pensado en eso. Cuando alguien se demoraba en llegar pensaba lo peor o temía que a mi papá le pase algo. Era como un fantasma que siempre estaba ahí, hasta que trabajé con Bola Roja en hospitales, con pacientes terminales, y entendí que la muerte llega en cualquier momento. Si eres consciente de que te puedes morir, vives mejor la vida y aprecias más a las personas que tienes alrededor porque podrían no estar mañana.
─¿Qué representa el clown en tu vida?
Un antes y un después, pues a través del humor puedes hablar de cualquier cosa. Después de “Pataclaun” empecé a trabajar otros tipos de clown, que requerían una mirada interior súper fuerte porque era un plan más emocional. Pasé por varios estilos antes de encontrar el mío, y en todos pude jugar libremente, ser yo, lo más real posible. A los adultos nos cuesta un montón jugar porque siempre estamos pendientes de cómo nos ven.
─Alguna vez comentaste que ponerte una nariz roja no te convierte en clown, como pararte sobre un escenario tampoco te convierte en actor. ¿Qué te convierte en clown?
No es que te pones la nariz y ya está. Para llegar al payaso hay que derribar un montón de muros, hay que romper toda esa construcción que quieres que sea vea de ti hasta que quede la persona que eres de verdad y no lo que quieres que nosotros veamos de ti.
─Qué desearías sumar a los logros que conseguiste el año que se fue?
Ahora que ya está en marcha lo de “Amar lo que haces”, quiero seguir en ese camino, pues están apareciendo nuevas propuestas. Quiero sentarme, tranquila, para definir cuál es el mejor momento para mí y para la gente que lo va a recibir.
─¿Tienes proyectos de actuación?
En España estoy haciendo una película que está en su tercera temporada, creo que a fines de este año vamos a rodar la cuarta. Le está yendo súper bien. Se llama “Padre no hay más que uno”. Después de haber caminado un montón, de haberme caído en huequitos, subido escaleras y trepado cerros, ahora estoy subiendo por una escalera mecánica. Y todo esto es fruto de un trabajo anterior, de mucho fracaso y de aprendizaje en cada caída. Nada te puede enseñar más que un fracaso, los fracasos son oro.
─¿Y un éxito no te enseña?
Un éxito es producto de todo lo que aprendiste fracasando. Por eso cuando pasa algo que no me gusta, siempre lo apunto para no volverlo a hacer. Al final, todo eso es súper valioso para mí, para aprender y compartirlo.
Sábado 04 de marzo a las 8:00 p.m. y domingo 05 de marzo a las 7:00 p.m.
Gran Teatro Nacional (Av. Javier Prado Este 2225, San Borja)
Entradas en la plataforma Joinnus.