A veces, los homenajes más poderosos no necesitan palabras, solo un gesto sutil. Así ocurrió en “Happy Gilmore 2″, la esperada secuela de la icónica comedia deportiva protagonizada por Adam Sandler. Una escena aparentemente sencilla se convirtió en uno de los momentos más emotivos de la película, al rendir tributo al fallecido actor juvenil Cameron Boyce, una figura querida tanto en la industria del entretenimiento como entre los fanáticos del Disney Channel.
¿CÓMO FUE EL HOMENAJE DE ADAM SANDLER A CAMERON BOYCE?
En una de las primeras escenas de la película, Happy se acerca a una taquilla de registro de golf. Allí, dos personas frente al mostrador miran un pequeño televisor. Al hacer una pausa y ampliar la imagen, se puede ver a Cameron Boyce interpretando a Luke Ross en un episodio de la serie “Jessie”. El momento pasa rápido, pero no desapercibido para quienes siguen de cerca la carrera del actor y su estrecha relación con Sandler.
Cameron Boyce, quien falleció en 2019 a los 20 años, fue parte fundamental del elenco de las dos entregas de “Son como niños”, donde interpretó a Keithie Feder, el hijo del personaje de Adam Sandler. Desde entonces, ambos actores forjaron una profunda amistad que trascendió la pantalla. La pérdida de Boyce fue un golpe devastador para su familia, sus colegas y sus millones de fans en todo el mundo.
Sandler, quien ya había expresado públicamente su dolor tras la muerte del joven actor, encontró en esta escena una forma conmovedora de recordarlo. En su momento, el comediante describió a Cameron como “demasiado joven, demasiado dulce, demasiado gracioso… simplemente el chico más amable, talentoso y decente del mundo”. Y ahora, a través de un fragmento de “Jessie”, ese recuerdo permanece vivo.
¿DE QUÉ TRATA “HAPPY GILMORE 2″?
“Happy Gilmore 2″, estrenada el 25 de julio en Netflix, no solo trae de vuelta el humor irreverente y el carisma de Sandler, sino que también cuenta con un elenco de lujo. Julie Bowen, Christopher McDonald, Margaret Qualley y Ben Stiller encabezan la lista de estrellas, acompañados de apariciones especiales de figuras inesperadas como Bad Bunny y la estrella de la NFL Travis Kelce.
En medio de las risas y los golpes de golf, la película encuentra espacio para el corazón. El homenaje a Cameron Boyce se convierte en un momento de pausa emocional, un recordatorio de cómo el cine también puede ser un puente hacia la memoria y el afecto. Para muchos, ver a Boyce en pantalla una vez más fue un regalo inesperado.
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